Los parques apaciguaron el calor en la capital durante feriado de ayer
Pintarse la carita, saltar entre columpios, bailar el tradicional juego del “aro”, montar bicicletas y patinetas, correr para llevarse el pañuelito, cantar o simplemente disfrutar del soplar fresco del aire entre la naturaleza que poda los jardines de parques tan emblemáticos de Santo Domingo, y República Dominicana, como el Mirador Norte.
Esas son algunas de las actividades favoritas que las familias dominicanas aprovechan para realizar al celebrarse el hito conmemorativo del “Día de la Restauración”.
La fecha de la restauración, marcada como un día feriado inamovible, movió decenas este martes decenas de niños, jóvenes, adultos y ancianos que salieron a pasear y colorear de alegría sitios los sitios verdes de la ciudad capital.
“Vinimos a pasar un momento agradable entre familia. Botar el estrés y soltar a los niños que brinquen y corran un chin”, relató Maritza, madre de tres pequeños quienes desde la mañana disfrutaban de la pluralidad de entretenimientos que ofrece el Parque del Municipio Norte.
El panorama repetido de personas en el césped, bajo la cobija de un árbol, teniendo un picnic, parejas caminando de la mano, familias riendo o degustando su almuerzo, incluso la celebración de algún cumpleaños abarrotó también el Parque Mirador Sur y el Jardín Botánico Nacional.
“Vinimos aquí para pasar un buen rato y que el niño bote el estrés, porque ellos se estresan también, y porque realmente aquí, como mi niño es autista, me ofrece la comodidad de que si va a corretear lo va hacer dentro de este espacio y tiene menos peligro”, expusó una madre que custodiaba los movimientos de su infante que se balanceaba entre los columpios del área infantil del parque.
Un buen empuje para la semana Hacer una pausa entre las responsabilidades diarias que se generan en el trabajo supone un punto positivo para muchos de los entrevistados por este diario, quienes refirieron que tomar un descanso en martes es un gran empuje para continuar bien el resto de la semana.
“Oh, uno se relaja hoy, viene, comparte con la familia que a veces se le pasa tiempo y, aún viviendo cerca, no se sienta hablar, se ríe un chin y eso es una super descarga de energía que mañana no va a estar y te ayuda a tener una semana mejor”, contó Lucía quien se recreaba con más de 10 miembros de su familia en el parque del Distrito.
El Botánico, también fue la preferencia de muchos que daban vueltas por sus gramas aprovechando la bella naturaleza que decora sus jardines como una oportunidad para distraerse y, al mismo tiempo, adquirir nuevos aprendizajes.
Un ruta en tren conociendo sus árboles endémicos y nacionales, una vista al Herbolario, un corto paseo por la belleza del “Mariposario”, unas horas de reposo mientras apreciaban la obra Mamoru Matsunaga en el “Jardín Japonés” y valorar las características del Reloj Floral fueron de los escenarios favoritos de este martes restaurador.
La congregación El abrazo de muchos grupos religiosos y hermanos se hizo sentir entre los lugares recorridos por el medio.
Congregaciones, sobre todo cristianas evangélicas, hicieron uso de esta fecha tan importante para la historia nacional para reunirse fuera de sus templos y realizar actividades que les fortalezcan como “hermanos” desde una perspectiva diferente.
“Vinimos aquí con los niños, cada quien con su familia, pero juntos al fin y al cabo con la intención de pasar un momento agradable, pero también conectar entre nosotros y fortalecer la conexión en el Espíritu”, nos dijo Luisa. Los creyentes, en diferentes células, organizaron sus propias actividades desde tempranas horas de la mañana que iban desde cantar, orar, pintar las caras de los más pequeños, hasta jugar el pañuelo.