Inseguridad tiene a La Zurza en una zozobra constante
A la mano ágil de la delincuencia le ha dado por utilizar sus artimañas aprendidas en el sector capitalino La Zurza, manteniendo sobre sus residentes una zozobra latente que aumenta su nivel según va llegando la noche.
Ayudados por la falta de iluminación eléctrica en sitios tan claves para el barrio como la parte inferior del Puente Francisco J. Peynado, los delincuentes aprovechan el día y toman fuerzas por las noches para atacar a aquellos indefensos que osen salir descuidados a las calles y con sus pertenencias de forma visible.
“De noche uno no puede ir por ahí. Eso está vuelto un azote. Una lámpara, una vela… no hay por ahí. Se entra de noche porque uno se sabe el camino, eso es cerrar los ojos y darle para allá de tan oscuro, imagínate tú como andan los atracadores”, manifestó Braulio, motorista de la zona.
Los demás transportistas de la parada apoyaron sus argumentos reconociendo que siendo ese su medio de ingreso no pueden detener su actividad laboral por las noches, pero eso no evita el temor que les acompaña al desplazarse por los alrededores de la elevación, sobre todo cuando se ven en la necesidad de llevar sus pasajeros pasando por detrás del mismo.
Asimismo, la “Calle Amarilla”, próxima al balneario, por las noches se vuelve intransitable y pasa a convertirse en el escenario de crímenes a carta blanca, atracos y robos que obligan a los moradores a salir en motores desde sus casas hacia cualquier sitio al que se dirijan.
Las escenas catastróficas ocurren en esta inmediación con tanta regularidad que ha sido denominada como “La Calle del Terror”, ya que al alejarse la tarde, refieren los del área, también lo hace la presencia policial que se pasa el día merodeando los rincones y “no se atreve a atravesar y pasar más allá”.
“De día la policía sale, pero de noche tú no ves un solo entrando para allá atrás. Ni el 9-1-1 entra porqué ellos no van sin los policías y la policía no entra sin cinco más de ellos”, dijo Luis, también habitante de La Zurza.
Necesidades “Lo primero es que si nosotros pudiéramos exigir un par de lámparas para este puente, sería un éxito”, expresó Raúl, poblador.
El principal lloro de la barriada de la Zurza, y que los golpea de fuerte y negativamente, es la falta de iluminación por todo su territorio, algunas de las lámparas colocadas cumplen correctamente su función, sin embargo, una gran mayoría se encuentra deshabilitada.
Igualmente, dicen no estar exentos de los males generalizados que azotan la República, entre estos el que ha producido una alza desmedida en los precios de la tarifa eléctrica y continúa auspiciando los apagones que por décadas han martirizado al país.
“La luz como está ahora, se puede ir ahorita y durar entre cuatro y cinco horas para volver. La verdad es que para como estábamos antes, estamos mejor, pero eso no significa que estemos bien. Y la tarifa, no es ¿Cuánto ha subido?, es que ¿Cuándo ha bajado?”, alegó Mileidy, vendedora de pacas en la zona.
El aumento del coste en los alimentos, productos de primera necesidad y demás, también hace sentir su presencia en el sector esencialmente pobre donde los síntomas de protestas no se hicieron esperar al ser abordados por periodistas de este medio.
“Los precios tienen a uno desesperados. Cada día todo más caro. El pollo, el arroz. No se puede comprar de nada, uno porque no se puede dejar morir”, expresó Ruth, una señora mayor de 60 años, mientras realizaba la compra para el almuerzo de ese día en el colmado.
Los trabajos de limpieza
Sector y cabildo. Los representantes dijeron sentirse muy conformes con el trabajo realizado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional que, en unidad con Fundsazurza, realizan una labor de limpieza que mantienen impecable todo su territorio.
“De la basura es de lo poco que no nos podemos quejar”. Afirmaron que empleados del cabildo barren un día sí y otro no, permitiendo sostener la limpieza de las diferentes áreas y la fundación realiza trabajos de saneamiento en la zona.