Cuatro mujeres que aportaron a La Trinitaria
También existieron mujeres que aportaron a que República Dominicana fuera un país libre e independiente
Este sábado se cumplen 184 años desde que se llevó a cabo la primera reunión de la sociedad secreta La Trinitaria.
Y aunque es común que se mencionen los nombres de personajes masculinos que fueron parte fundamental de la gesta independista, también existieron mujeres que aportaron a que República Dominicana fuera un país libre e independiente.
Por ejemplo, aquella primera reunión del 16 de julio de 1838 se hizo en la casa de Josefa Antonia Pérez de La Paz, quien se convirtió en la primera persona fuera de La Trinitaria en conocer cuál era el propósito del grupo de jóvenes. Por tal razón fue conocida como la “comunicada”.
Doña Chepita, como también era conocida Josefa, nació el 2 de marzo de 1788 dentro del matrimonio de Juan Isidro Pérez de la Paz y Godiñez y Francisca Valerio.
A la edad de 17 años contrajo nupcias con Antonio Beer, de quien solo se conoce que era de Polonia.
De acuerdo con el libro “Mujeres de la Independencia” de Vetilio Alfau Durán, uno de sus hijos fue Juan Isidro Pérez de la Paz, descrito como “uno de los próceres más puros de que puede sentirse enaltecido el patriotismo nacional”.
Filomena Gómez de Cova
Tras su regreso de Caracas, Venezuela, Filomena Gómez de Cova trajo al país la flor que representó a los trinitarios.
El Instituto Duartiano Dominicano la describe como un jazmín o gardenia.
Los historiadores dicen que los trinitarios usaban esa flor blanca en la solapa izquierda del saco.
Y fue escogida como la flor oficial del grupo por su blancura irreprochable, aterciopelada, disputa a la azucena su pureza simbólica, describen libros de historia.
Gómez de Cova nació en la antigua ciudad de Santo Domingo en 1800. Mientras que sus hermanos nacieron en Cuba.
Sus padres fueron Joaquín Gómez Márquez y Juana Clara Gratereaux. Y su abuelo Francisco Gómez fue una autoridad en Baní y Santiago de los Caballeros.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones: Filomena se casó dos veces, pero no tuvo hijos con ninguno de los matrimonios.
El 29 de abril de 1820 se casó con José Marcano. Sin embargo, un año después, y Guerrero, quien murió ahogado en un naufragio frente a las costas haitianas.
A los 29 años se volvió a unir en matrimonio esta vez con Lucas de la Cova y Herrera, con quien viajó por Europa y América.
Solo se sabe que Filomena murió el 9 de mayo de 1893, según informa el libro de Vetilio Alfau Durán.
En la actualidad hay una calle con el nombre de Filomena Gómez de Cova, en el sector Piantini del Distrito Nacional.
Froilana Febles, la confeccionadora de cartuchos en la Independencia
De Froilana hay pocos datos sobre su vida. Pero se conoce que tanto ella como su madre, confeccionaron cartuchos para la lucha de las tropas de El Seibo.
Febles nació en Santa Cruz de El Seibo, en 1814. Sus padres fueron Miguel Febles Vallenilla, quien combatió en la batalla de Palo Hincado.
Froilana se casó el 21 de septiembre de 1829 con Ramón Santana, con quien tuvo tres hijos: Manuel, Francisca y Rafael.
“El general Pedro Santana sentía paternal afecto por doña Froilana, su hija política y su cuñada a la vez”, describe el “Mujeres de la Independencia”.
Luego de la Independencia fue expatriada a Puerto Rico, donde aprendió sobre medicina y farmacia.
Froilana murió el 29 de julio de 1888.
Rosa Duarte y Diez
La hermana de Juan Pablo Duarte, Rosa Duarte y Diez, también pertenecía a La Trinitaria.
Su nombre de nacimiento fue Rosa Protomártir el 28 de junio de 1820, en Santa Bárbara.
“Conservó siempre en su corazón un ardiente amor al suelo donde se meció su cuna, por cuya libertad derramó perpetuo en unión de su madre, de sus hermanas, hermanos y sobrinos, y perdió las ilusiones de su juventud al perder su novio, acosado y perseguido y al fin fusilado junto a los tapias del cementerio del Seibo” detalla el libro.
Rosa fue una mujer valiente que durante la Independencia, el 27 de febrero 1844, fabricó junto con otras mujeres balas que se utilizaron en el movimiento.
También, según el historiador, obtenía recursos para “cubrir los gastos de los emisarios que se enviarían a desempeñar misiones a distintas partes del país”.
Rosa murió en la capital venezolana el 26 de octubre de 1888.
Hay un parque llamado parque Rosa Duarte, ubicado en la avenida teniente Amado García, número 38.