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Pidió a Dios un riñón de regalo de cumpleaños

El día que cambió la vida de Cynthia

El 19 de marzo de 2018, Cynthia dijo “imagínate que de regalo de cumpleaños Dios me dé un riñón”. Dos días después recibió la llamada que le cambió la vida para siempre.

Cynthia Méndez vive ahora día a día con su nuevo riñón y con el temor de que su cuerpo lo rechace. VÍCTOR RAMÍREZ/LD

Cynthia Méndez vive ahora día a día con su nuevo riñón y con el temor de que su cuerpo lo rechace. VÍCTOR RAMÍREZ/LD

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Jazmín DíazSanto Domingo, RD

Cynthia Méndez, una mé­dico de 30 años que la­boraba en el área de emergencias del Hospi­tal Marcelino Vélez San­tana, comenzó a sentir fuertes dolores de cabe­za y, al realizarse un che­queo, descubrió que sufría de hipertensión, un sínto­ma de la insuficiencia re­nal que cambiaría su vi­da de un momento a otro.

Al enterarse que sufría de esta enfermedad, Cyn­thia cuestionó la volun­tad de Dios y creyó que su vida acabaría pronto. “Yo pensé que me iba a morir, me deprimí por­que pensé que mi vi­da no tendría salva­ción”, narró la doctora.

Los médicos del Centro Cardio- Neuro- Oftalmo­lógico y Trasplante (Ce­canot), en donde Cynthia recibe atención médica, le dijeron que sus únicas op­ciones eran la diálisis o un trasplante de riñón, lo que llevó a que fuese añadi­da a la lista de espera pa­ra trasplantes del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes (Incort).

La joven estuvo en pro­ceso de diálisis por to­do un año en espera de un riñón que pudiese fil­trar su sangre de los con­taminantes que contenía.

La primera vez que el te­léfono de Cynthia sonó pa­ra darle aviso de un riñón disponible, salió con un bulto preparado con to­do lo que necesitaría des­pués de la operación, pero para su decepción su cuer­po no era compatible con el riñón y la operación fue pospuesta hasta que apa­reciera otro que sí coinci­diese con su fisionomía. Meses después, mientras Cynthia compartía con su madre, el tono de su celu­lar le dio el segundo avi­so de que habían encontra­do otro riñón, un órgano que sí era compatible con el cuerpo de Cynthia, sin embargo, era muy peque­ño para que se adaptase a la anatomía de la paciente.El 19 de marzo de 2018, Cynthia dijo: “imagínate que de regalo de cumplea­ños Dios me dé un riñón”. Dos días después de que tu­viese esa conversación con su madre recibió la llama­da que le cambió la vida.

Eran las 11:00 de la maña­na cuando por tercera vez llamaron de Cecanot pa­ra decirle “hemos encon­trado un riñón”, pero es­ta fue la única ocasión en la que sintió que este era su “frijolito”, como la jo­ven doctora le llama, de cariño, a su nuevo riñón.

“Yo estaba demasiado ale­gre, ni siquiera tenía mie­do, ya no tendría que vivir a través de una máquina, yo iba a poder ser la mis­ma de antes”, explicó.

El donante de Cynthia fue un hombre de 21 años que murió en un accidente. Pa­ra poder enfrentar su pér­dida, los padres del joven decidieron ceder nueve ór­ganos del cuerpo de su hi­jo, a enfermos que se encon­traban en la lista de espera del Incort, lo que hizo que “en ese día nueve perso­nas tuviesen un cambio en su vida del cielo a la tierra”.

Cynthia expresó que si pu­diera tener la oportunidad de hablar de frente con su donador, le agradecería por el acto altruista que hizo. “Le diría gracias por haber­me dado una segunda opor­tunidad para vivir”, añadió.

“Esos padres no saben lo que han hecho, me han da­do una nueva vida a mí y a muchas personas más que ese 21 de marzo tuvieron un nuevo comienzo”, indi­có la profesional de la salud.

El proceso de recuperación de la joven fue rápido, pero con algunas complicaciones, ya que independientemente de que su cuerpo se adaptó a su “frijolito”, las heridas se abrieron y debido a este per­cance el proceso de sanación tuvo que empezar de nuevo.

Luego de tres meses ingre­sada en Cecanot, Cynthia fue dada de alta debido a su progreso. Independien­temente de esto, tiene que llevar un tratamiento que incluye tomar seis medi­camentos diarios y reali­zarse chequeos mensua­les para que su sistema inmune pueda adaptar­se a este nuevo inquilino.

Cynthia sostiene que vi­ve día a día con el miedo de que su cuerpo rechace alguna vez a su nuevo ri­ñón y debido a esto la jo­ven doctora pierda la vida.

BENEFICIOS DATOS Trasplantes.

En el país se han hecho tres trasplantes de cora­zón, 1,216 de riñón, 50 de hígado, dos de pán­creas, 5,542 de córneas y 52 de médula ósea, ór­ganos que han salvado la vida de 6,685 perso­nas