Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Ley sobre ciberdelitos pone límites a libertad de expresión

La pieza, que fue introducida por el Gobierno al Congreso Nacional, establece penas de hasta cuatro años de cárcel y multa equivalente a desde los 200 a 500 salarios mínimos en el sector público.

El proyecto de ley sobre ciberseguridad fue introducido al Congreso por el Poder Ejecutivo.

El proyecto de ley sobre ciberseguridad fue introducido al Congreso por el Poder Ejecutivo.

El proyecto de Ley en contra de la ciberdelin­cuencia remitido al Con­greso Nacional por el presidente de la Repú­blica, Luis Abinader, po­dría sancionar a un ciu­dadano con hasta cuatro años de prisión por publi­caciones discriminatorias.Al menos, esto en lo que es­tipula el artículo 17 de esta pieza legislativa, en la que se indica que aquellos sean de­clarados culpables de haber usado un sistema de infor­mación para difundir alguna cuestión de carácter discri­minatorio por ideología, color de piel, etnia, nacio­nalidad, religión, género u orientación sexual, en­frentaría una pena desde tres meses a cuatro años de cárcel.

También, el proyecto de ley establece una mul­ta equivalente a desde los 200 a 500 salarios míni­mos del sector público.

Proveedores de servicios Igualmente, este artículo contiene otro párrafo en el que se señala los proveedo­res de servicios, a través de los que fue difundido el ma­terial discriminatorio, ten­drán 24 horas para eliminar las referidas publicaciones.En caso de que no se cumpla con esto, preci­sa, serían multados con 200 salarios mínimos.

¿Qué son los sistemas de infomación? Son aquellos dispositivos que sirvan para generar, enviar, recibir, archivar o procesar información, do­cumentos digitales y men­sajes de datos.

A continua­ción, el artículo inédito:

“Artículo 17. Discrimina­ción. El que, a través de un sistema de información, di­fundir o poner a disposición material y publicaciones de carácter discriminato­rio por ideología, raza, co­lor, ascendencia u origen nacional o étnico, de gé­nero, orientación sexual y religión será sanciona­do con la pena de tres me­ses a cuatro años de prisión y multa de doscientas a qui­nientas veces el salario mí­nimo del sector público.

Párrafo. Los proveedores de servicios deberán eliminar en un plazo de veinticuatro horas el material y publica­ciones de carácter discrimi­natorio que se les haya noti­ficado.En caso de no cumplir con la orden de eliminar dicho contenido podrán sanciona­dos con multas de doscien­tas veces el salario mínimo del sector público”.

Injuria y difamación

La pieza legislativa abar­ca delitos como la difama­ción y la injuria, en caso de que se cometan mediante un sistema de información.Para la difamación la pena de prisión oscilaría entre dos a cinco años, con una multa entre 200 y 500 sala­rios mínimos, mientras que la injuria sería castigada con esa misma multa, pe­ro sin tiempo encarcelado.Sin embargo, en ambos, la persecución del delito de difamación se promoverá a través de acción pública a instancia privada, o acción penal privada.

De qué se trata Cuando oye los términos “ciberdelincuente” o “hac­ker”, ¿qué imagen le vie­ne a la cabeza? ¿Un tipo turbio, tal vez con una su­dadera negra con capu­cha, metido en un sótano oscuro mientras teclea fu­riosamente? Aunque esa imagen está en el subcons­ciente colectivo gracias a las películas y la televisión, los ciberdelincuentes de verdad son muy distintos: la ciberdelincuencia está increíblemente organizada y profesionalizada.

Los ciberdelincuentes com­pran y venden malware en línea (normalmente en la red oscura) y comercian con servicios que prueban la ro­bustez de un virus, paneles de inteligencia empresarial que controlan la implemen­tación de malware y soporte técnico (cuentan con una lí­nea de asistencia para solu­cionar problemas con su ser­vidor ilegal o cualquier otra maldad).

La profesionalización y pro­liferación de la ciberdelin­cuencia supone un coste anual enorme en daños que sufren personas, empresas e incluso Gobiernos.

SEPA MÁS Daños causados por este delito Más ataques. A medida que Internet de las cosas evolucio­na y los dispositivos in­teligentes ganan popu­laridad, los ciberdelin­cuentes disfrutan de una superficie de ataque mu­cho mayor: más oportu­nidades para romper las medidas de seguridad, lograr acceso no autori­zado y cometer delitos.