Analizan exhibicionismos de menores en las aulas
La psicóloga clínica advierte que expulsar de la escuela a las niñas que se exhibieron en ropa interior, no resuelve el problema.
Más que crucificar a las niñas que se grabaron en ropa interior en una escuela, y que amerita un régimen de consecuencia, hay que tomar en cuenta que esa acción inapropiada provoca trastornos sicológicos en esas menores de edad que van desde la depresión, ansiedad y hasta trastornos alimentarios.
También las convierte en vulnerables ante los abusos sexuales y maltratos por parte de adultos, adolescentes y compañeros, y ser “hipersexualizadas” a una corta edad.
Así lo explica la sicóloga clínica, de salud e infanto-juvenil, Paola Flaquer, quien rechaza que sean expulsadas de la escuela las adolescentes y más que todo, que se les ofrezca ayuda sicológica y educación sexual.
“La parte de expulsión, eso resolvería el problema para el centro escolar, porque es más lo de resolver el problema, pero para las niñas se requiere una buena sico-educación y buscar ayuda no solamente para ellas tres, sino porque es una situación a nivel de la sociedad que no se resuelve solo con expulsar a esas tres niñas, sino que necesita mucha educación sexual”, explicó al ser entrevistada por Listín Diario.
Entiende que con la expulsión se le estaría quitando la base segura de los estudiantes, que es la escuela y que debe ser el lugar que apoye con la educación de los niños y niñas.
“Los vamos a dejar más vulnerables todavía, sin ese espacio?. Lo importante debe ser mucha educación, buscarles ayuda, terapia, trabajar esa autoestima. Trabajar en ese sentido crítico de qué consecuencia me trajo eso, y por qué no puedo volverlo a hacer y, más que todo, prevención en las escuelas, trabajar la educación sexual que es tan necesaria”, agregó la experta.
Explica que lo que está pasando en la sociedad es una conducta “hipersexualizada” infantil, de niñas que no tienen la edad suficiente e incurren en acciones sin prever las consecuencias, tanto a nivel personal como social.
“Estamos dándole mucho valor a la imagen de estas niñas, en cuanto las redes, en cuanto a lo que ellas mismas ven en la televisión y en otros medios. Se le está dando mucha importancia a su imagen corporal, lo que puede llevarlas a mucha ansiedad, depresión, trastorno de la conducta alimentaria, baja autoestima. Esas son las consecuencias que tiene como sociedad el peso que se le está dando a esta imagen corporal, al cómo me veo”, afirma Flaquer.
Por otro lado, dijo que la mujer se está vendiendo como objeto sexual y al hacer esos videos, lo que buscan es “la validación de otras personas, sobre todo de hombres, y más a esa edad”.
Destacó que esas acciones privan la parte de su desarrollo de una infancia sana, donde “crecen” rápidamente y eso las puede llevar a desigualdad, violencia de género, abusos sexuales, porque asumen un rol que no les corresponde a esa edad.
“Están en una fase vulnerable, frágiles ante cualquier situación donde se puedan manipular estas niñas”, sostuvo, por lo que se requiere de mucha educación sexual en las escuelas, desde temprana edad.
Recomendaciones La especialista en la conducta infanto-juvenil insta a los padres para que sean abiertos y mantener una comunicación clara con los niños y niñas, donde les expliquen las consecuencias de este tipo de situaciones y hasta dónde pueden llegar estos videos.
Igual, tener controles de las redes sociales, donde los padres sean más vigilantes y que los hijos tengan la confianza de hacerles preguntas sobre sus dudas y no buscarlas por fuera.
Otra recomendación es que los adultos analicen los valores y principios que están transmitiendo a los niños y las niñas y tratar de ser un modelo de lo que quieren transmitirles. Y también las escuelas impartir mucha educación sexual.
Lo principal debe ser desarrollar un sentido crítico, que no todo lo que vea en medios de comunicación deben imitarlo.
En cuanto a los teléfonos inteligentes, la experta opina que “no podemos aislar a esos niños de los medios”, pero es bueno tener supervisión.
Los teléfonos inteligentes La especialista en conducta infanto-juvenil advierte que no se puede aislar a la niñez de los teléfonos móviles porque esa información está ahí, pero es importante comunicarse con ellos. Que no todo lo que vemos es bueno y que no es necesario copiarlo.