La República

Los terrenos del muro: Propietarios quieren el pago, no reubicación

Propietarios de tierras no quieren reubicación sino pago de sus casas

En su primera etapa, el muro fronterizo comenzó en la pirámide 8 y concluirá en la 01, para controlar el flujo irregular de mercancías y personas.

WILLIAM ESTÉVEZ / RICARDO SANTANASanto Domingo

Es una realidad que los tra­bajos de construcción del muro fronterizo, que en su primera etapa comenzó en la pirámide 8 y concluirá en la 01, avanzan, pero los propietarios de casas y te­rrenos que resultarán afec­tados con el proyecto, se oponen a sus desalojos.

La ira de los posibles perjudicados ha aumenta­do, luego que el Poder Eje­cutivo emitió un decreto, declarando los terrenos donde se levanta la estruc­tura de utilidad pública.

A este respecto, Crucita Liberato, que forma parte de los representantes de los afectados, informó que en la carretera del sector de La Bomba, en Dajabón, hay al menos 50 casas en condiciones buenas y que sus dueños (as), las han hecho con sacrificio.

Pero que en el barrio La Mara, donde también hay desalojos, hay más de 50 casas, la mayoría en ma­las condiciones, porque

hay personas, “que cogie­ron (ocuparon) solares” y construyeron casuchas en la cercanía del río Masacre en el barrio de la Bomba.

Visita los afectados A la vez, comentó que el ministro de Defensa, te­niente general Carlos Lucia­no Díaz Morfa, junto a otros mandos militares y funcio­narios, entró a su casa a pe­tición de ella y que junto a otros de los posibles desalo­jados conversaron de una forma amable.

“El Ministro de Defensa nos dijo que este es un Go­bierno humanitario, que trabaja para la gente y que jamás nos dejarían en las calles y que por tanto nos reubicarían”, analizó la co­munitaria.

Sin embargo, estimó que a los propietarios de vivien­das que han hecho grandes inversiones y que residen desde hace muchos años en la zona, no les pueden pa­gar con la misma moneda de ocupantes de terrenos que levantaron casuchitas.

“Mi casa la he construido con mucho sacrificio, tiene tres habitaciones, dos ba­ños, sala, comedor, terra­za, marquesinas, galerías, y aún sigo invirtiendo con sacrificios y trabajos duros y ahora nos quieren desalo­jar y reubicar”, lamentó.

Igual que Crucita Libera­to, la mayoría de las perso­nas que resultarán afecta­das con la verja fronteriza, no quieren reubicación, pe­ro si que se les tasen sus propiedades, les paguen el valor real y entonces, ellos (as) se mudan a los lugares de su conveniencia.

La comerciante Martina de los Santos, del barrio La Bomba, dice que no hay ne­cesidad de desalojos por la construcción de la verja.

Por igual, agregó que con un préstamo comenzó a construir una casa en su ba­rrio de La Bomba cerca del Masacre, pero que las auto­ridades ordenaron su para­lización.

“Cogí un préstamo y me suspendieron la construc­ción, porque el muro se está construyendo, ahora no sé dónde me llevan”, se quejó.

Otras personas aducen que en la parte donde viven no hay reportes de robos, ni de trasiego de personas y otros ilícitos, porque los que se dedican a esas acciones ilegales no tienen forma de operar allí, porque está to­talmente poblada.

Dicen en esa zona no hay necesidad del muro En la línea de la calle prin­cipal de La Bomba hay un cuartel del Ejército de Repú­blica Dominicana y afirman que por esa parte no pasa ni un mime, sin ellos darse cuenta.

SEPA MÁS En Haití los secuestran Haitianos contaron al Listín Diario, que hay compatriotas que impi­den a los trabajadores de su país trabajar en el muro.

“Nos secuestran y has­ta golpes nos dan, nos acusan de traidores, quería trabajar en el muro, estoy necesitado, pero no puedo, porque temo que me agredan porque vivo en Juana Méndez”, proclamó con nostalgia el haitiano Le­trininse Pierre.

Detalles técnicos Técnicos que trabajan en la verja reconocieron que está muy avanzada la es­tructura de hormigón, lue­go se levantará una valla ciclónica y después alam­bres de trincheras y que luego vendrá la parte in­teligente del muro. Ten­drá dos carreteras latera­les, una para el tránsito de vehículos de Norte a Sur y otra de Sur a Norte.

Los trabajadores Al menos hay 200 tra­bajadores que trabajan en turnos establecidos, la mayoría son de Daja­bón, Loma de Cabrera, Restauración, Santiago de la Cruz, el Pino, Par­tido, Cañongo, Monte­cristi y otras localidades del Noroeste.