Empleados del Ministerio de Medio Ambiente recuerdan a Orlando Jorge Mera

“Consternado con esta situación, no encuentro palabras"

Nelson Genao, empleado del Ministerio de Medio Ambiente. Foto: Jorge Luis Martínez.

Nelson Genao, empleado del Ministerio de Medio Ambiente. Foto: Jorge Luis Martínez.

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Jhangeily DuránSanto Domingo, RD

“Una persona muy amable, siempre. Presto a saludar y a compartir con todos los sectores”, así describió al fallecido ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, el empleado de esa entidad, Nelson Genao.

Entre lágrimas, Genao contó a miembros de la prensa, que se encontraba en las inmediaciones del Ministerio de Medio Ambiente, añadiendo que conocía a Jorge Mera desde hace más de cuatro décadas.

“Tengo dos meses en el Ministerio, pero hace más de 40 años que lo conozco. Trabajé con su papá en política en 1982, siendo él (Jorge Mera) un muchachito de unos 11, 12 años”, explicó el señor.

Asimismo, Martín Encarnación, quien se desempeñaba como mensajero interno en la mencionada entidad pública, dijo sentirse “consternado” por el homicidio del ministro, mostrando su incredulidad aun habiendo pasado un día del hecho.

“Consternado con esta situación, no encuentro palabras… en mis años no he visto algo semejante”, manifestó Encarnación a periodistas de LISTÍN DIARIO.

Despachados

A pesar de que muchos empleados de la institución se presentaron este martes a trabajar, fueron despachados, sin apuntar una fecha de regreso a las laborares regulares.

Igualmente estas oficinas gubernamentales muestran un refuerzo en su cuerpo de seguridad, colocando medidas como presentar su identificación ante las autoridades de las verjas perimetrales, así como también está prohibido el paso a quienes no sean empleados de esa institución.

Muerte

Fausto Miguel de Jesús Cruz de la Mota mató a Orlando Jorge Mera alrededor del mediodía del pasado lunes, en el despacho del funcionario.

Tras cometer el crimen Cruz de la Mota, descrito por las autoridades y la familia Jorge Villegas como un amigo cercano de Orlando, huyó a la iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, ubicada entre las avenidas Rómulo Betancourt y Enriquillo.

Al llegar a la parroquia exigió hablar con el sacerdote del lugar, José Arismendy de León Helena, confesando su delito al religioso, entregándole el arma homicida y solicitándole que intermedie con las autoridades para que le garanticen su vida.

Posteriormente al lugar se presentó el Ministerio Público, apresando al homicida y trasladándolo de la iglesia.