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Rafamix saltó a la fama por sus carretillas llenas de frituras, moro y yaroa

“La Carremix” está llena de chicharrones, pollo, salami, longaniza, carnitas de res, chuletas, fritos de pláta­no, papas fritas y otros pro­ductos que transporta una “guagua platanera” hasta para 300 personas

Rafael Pimentel (Rafi) se hizo famoso por la novedad en su oferta gastronómica.

JOSÉ DICÉN / DEYANIRA POLANCOBaní, RD

Baní ha hecho marca con el mango banilejo y con los dulces de Paya, pero ahora de lo dulce pasa a la comida rápida, mo­ros, locrios y yaroas, en un utensilio gigante, que tra­dicionalmente se usa en la construcción.

Este salto de lo dulce a lo salado viene de la ma­no de Rafael Aníbal Pi­mentel Serret (Rafi) , due­ño de “Rafamixitoburgers”, nieto de Rafa Pimentel, quien fuera el propietario de la dulce­ría Las Marías por más de 50 años. Si hay dominica­nos a quienes “les brillan los ojos” al ver un plato de sala­mi con tostones, ¿se imagi­na una carretilla llena de fri­tura? Esa es la novedad que ha hecho famoso a Rafamix con su “Carremix”.

Es un banilejo de 42 años, que comenzó con un carro de hot dog en 1996 y vivía trasnochándose por­que además vendía pláta­nos fritos con salami de 6:00 de la tarde a 6:00 de la mañana. Desde hace seis años todo cambió y se convirtió en un emprendedor generador de empleos y con una oferta gastronómica que suple pa­ra fiestas, bodas, cumplea­ños y, sobre todo, para com­partir entre amigos, que hasta desde Estados Unidos hacen sus reservaciones pa­ra actividades masivas en suelo dominicano.

El sueño de Rafael

“La Carremix” está llena de chicharrones, pollo, salami, longaniza, carnitas de res, chuletas, fritos de pláta­no, papas fritas y otros pro­ductos que transporta una “guagua platanera” hasta para 300 personas.

“Yo empecé con un ca­rrito de hot dog, en esta misma calle, al que luego agregué chicharrón con yu­ca, dice, y “te aseguró que siempre soñé con hacer al­go grande en esto de la co­mida rápida, porque a mí siempre me gustó comer y comer mucho”, explica con gran satisfacción.

La idea de que se sirvie­ran en una carretilla se la dio su hija de 14 años. “Ve­níamos de Santo Domin­go a Baní y al pasar frente a una ferretería, habían unas carretillas afuera y mi hi­ja me preguntó ¿papi y por qué no haces una carreti­lla como esas que están ahí, llena de frituras?.

Lo demás es historia. Hay que reservar con tiempo porque la empleomanía no alcanza para hasta tres ca­rretillas en un día.

Tres Carremix para mostrarle a Listín Diario esta fiesta de la fritura

Siempre ha estado ligado a Listín Diario. Si bien fue una casualidad que el equipo de prensa de este diario se acercara para mostrar su novedoso negocio, fue sorpresa saber que su nacimiento fue publicado en el diario de los dominicanos por su abuelo Rafal Pimentel.

“Mira las cosas de la vida, cuando yo nací, en 1979, mi abuelo Rafa, publicó mi foto en Listín Diario, y ahora vienen ustedes por aquí, porque le llamó la atención mi negocio”, cuenta con amplia sonrisa que dibuja en su rostro.

Rafa hizo un concurso para ofrecerle un banquete y los ganadores fueron unos 40 jóvenes de entre 18 y 25 años, los que llegaron desde la ciudad capital, en camionetas y autobuses a la avenida Fabio Herrera, donde está localizado este negocio.

Con algarabía y entusiasmo el grupo llegó a degustar con dos carretillas; una con 50 libras de chicharrones, 130 libras de pollo, 15 salami, tres racimos de plátanos (unas 100 unidades), 50 libras de longaniza, chuletas, entre otras sabrosuras, que hace agua la boca de un buen comensal.

Y la sorpresa de la noche, otra carretilla llena de moro de guandules (50 libras de arroz y 25 latas de guandules).

El proceso de preparación

Para tener todo esto listo a tiempo, se emplearon cuatro freidoras, dos estufas, varias bandejas y ollas, entre otros utensilios, así como un equipo de 12 personas.

La cocción de estos productos inicia desde las 2:00 de la tarde, con los chicharrones, porque es la parte que lleva más tiempo, explica Rafa.

Debe invertir entre 6 y 8 horas para preparar todos los productos de una carretilla de fritura, para la yaroa, (llamado así por los dominicanos a un plato hecho a base de carne, papas o plátanos frito y queso), o para la hamburguesa gigante, además han preparado locrios de salami, de pollo y otras carnes, así como arepas fiestas patronales o para actividades de iglesias.

Testimonios

Rafael, uno de los afortunados a la mesa, describe los chicharrones como “algo exquisito”, mientras Lisandro, exclama, ¡Hermano esto es genial, aquí todo esta sabroso, de primera, ahora lo estoy calculando es cuando volver”!

Ese era el ánimo generalizado de todo el grupo, que entre risas, anécdotas, cantos, bailes y gestos de los jóvenes que ocuparon la hilera de mesas que le habían preparado, para comieran in situ al plato convocados esa noche, y se comió “mucho y bueno”, era la expresión generalizada de la muchachada capitalina en Baní.

La demanda

El proceso de preparación de estos platos es complicado, tiene que darle atención personal, porque asegura que no puede descuidar la calidad de lo que ofrece a su clientela, que le hacen pedidos de este tipo desde la capital, Santiago y otras provincias del país, aunque también sirve un menú bastante amplio y variado en su negocio.

También, recibe órdenes desde ciudades como New York, Boston y países como España y otros de Europa, por dominicanos que conocen su negocio y otros que escuchan de su fama y piden sus platos gigantes para venir en familia, en vacaciones a disfrutar de una hamburguesa gigantesca, una guagua platanera repleta de fritura o atisbada con una yaroa.

El costo y atención personal

Todo el proceso de elaboración de estas carretillas o una guagua platanera, le lleva largas horas de trabajo, y salen sumamente costosas; una carretilla de estas sale por unos 25 mil pesos ahora mismo, pues asegura todo ha subido demasiado en estos días.

Aunque tiene un equipo de empleados que le acompaña en el negocio, “todo lo preparo yo de manera personal, pues tengo que asegurarme que la misma calidad que doy a mis clientes en una yaroa de tamaño normal, o en pollo frito, una pechuga a la plancha, un hot dog, o cualquiera de los platos que salen en un pedido regular, debo mantener esa calidad en estos pedidos grandes”.

Este negocio ha adquirido tal fama, que ya ha recibido ofertas de inversionistas que quieren abrir una franquicia en Boston, y hace unos 20 días que abrió franquicia en el Ensanche Quisqueya, en la ciudad capital.