Justicia

El empresario y la bomba de gasolina implicados en la Operación Coral

César Félix Ramos Ovalle, dueño de la estación de gasolina, y en un principio ajeno al entramado, aceptó una propuesta de Núñez de Aza.

César Féliz Ramos Ovalle. / Fuente externa

Redacción digitalSanto Domingo, RD

Dentro del entramado descrito en el expediente de la Operación Coral y Cora 5G figuran también nombre de empresarios y sus respectivos negocios, quienes “aceptaron” formar parte de la red liderada por Adán Cáceres.

Y, dentro de las empresas, aparece una estación de combustible “La Marina” ubicada en la Avenida España, en el municipio de Santo Domingo Este.

César Félix Ramos Ovalle, dueño de la estación de gasolina, y en un principio ajeno al entramado, aceptó una propuesta del coronel, y también implicado, Rafael Núñez de Aza, para ganar varias licitaciones a través del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y no tener que entregar el bien solicitado, tickets de gasolina.

Según establece el Ministerio Público en su expediente acusatorio, Ramos Ovalle admitió los hechos y su participación en los mismos, indicando que a su empresa le fueron adjudicadas cuatro licitaciones publicadas por el Cestur.

En total, las cuatro licitaciones asciendes a la suma de RD$29,200,000, de los cuales fueron pagadas por el Estado la cantidad de RD$18,400,000 identificándose este último monto como el dinero desfalcado a través de dicha empresa, pues no llegó a realizarse el último pago en vista del sometimiento penal de la estructura de corrupción.

Según explicó el acusado al Ministerio Público, la conexión con el Cestur se dio mediante Susana Adolfo Reyes, quien trabajaba para esa entidad y se comunicó con Ramos Ovalles para conocer si era de su interés ganar unas licitaciones, pero para ello debía mantener una reunión previa en persona.

El acusado dijo que se reunió con el también implicado Núñez de Aza, quien “le estableció de forma clara y precisa que el proceso consistía en que debía participar en las condiciones normales que se establecían en el pliego de condiciones, que una vez resultaran adjudicados, se irían produciendo los pagos parciales de la factura remitida por la Estación de Servicios La Marina S.R.L., y ellos enviarían una persona a la que se le debía entregar parte del dinero en efectivo, sin que se despachara combustible, el beneficio que quedaría a favor de la empresa, así como lo reaccionado al pago de los impuestos”.

En ese sentido, Ramos Ovalles confirmó que nunca entregaron los tickets de combustible y que periódicamente una persona vinculada a Núñez iba periódicamente a buscar el dinero en efectivo para entregárselo a su superior.

Según explica el Ministerio Público, entre los encargados de buscar el dinero estaba Jacobo Horacio José De la Cruz Duarte, quien se presentó en dos ocasiones, recibiendo, en cada una, la cantidad de un millón trescientos mil pesos y David Agustín Abreu Padilla, al cual el dinero le era entregado por César Félix Ramos Ovalle en cajas y fundas de regalo, con montos que oscilaban entre un millón de pesos y un millón doscientos mil pesos.

A modo de “resarcir” al Estado Domingo, Ramos Ovalle dijo al Ministerio Público, durante su interrogatorio, que se encuentra en disposición de devolver el monto con el cual fue beneficiado su empresa como resultado de las licitaciones ganadas de forma fraudulentas.