Apelar a la caridad, una marea que se extiende sobre ruedas y muletas en la ciudad
Algunos dicen que se han lanzado a las calles por la falta de empleo y las precariedades económicas.
En los semáforos de las calles y avenidas más concurridas de la ciudad capital, las inmediaciones de centros hospitalarios y comerciales y hasta en las paradas del Metro de Santo Domingo, se desplazan sobre sillas de ruedas, muletas o bastones la necesidad y el desamparo.
En estos lugares es frecuente encontrarse con uno que toca la ventana del vehículo en busca de limosnas, alguien que te llama con el sonido de unas monedas batiéndose en un envase de plástico y otros que solo se quedan quietos recostados sobre sus propias dificultades.
Se trata de una realidad que han adoptado decenas de personas con discapacidad en el país, cuyo detonante principal, según algunos entrevistados, es la falta de empleo y las condiciones económicas que arrastran.
Argenis Walker Santana, por ejemplo, contó a Listín Diario que no conoce otra forma de reunir dinero que pedirlo en el puente flotante que comunica al Distrito Nacional con el municipio Santo Domingo Este.
Para este hombre de 30 años la posibilidad de ganarse la vida en un empleo formal es una esperanza que se ha borrado casi por completo con el paso del tiempo, por las parálisis que le ocasionó la afección de poliomielitis y sarampión que sufrió cuando solo tenía seis meses de nacido.
“Es una historia demasiado grande. Yo tenía el cuello metío’ para allá (refiriéndose a una desviación) y la mano también. To’ el cuerpo yo no lo movía, era todo el tiempo con el cuerpo torcido”, describió.
Mientras fijaba sus ojos colorados, por la exposición al poco piadoso sol, en cada vehículo que cruzaba el puente, Argenis destacó que con unas terapias pudo recuperar la movilidad de la mano izquierda, la que ahora usa para hacer rodar su silla deteriorada por el clima y uso.
Desafío
El joven explicó que “truene, llueva o ventee, o como este el día”, sale de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde de su casa en el sector Los Guandules, en el Distrito Nacional, y hasta el año pasado arrastraba por sí solo la silla, pero ahora un vecino lo lleva y lo recoge por 500 pesos.
El oriundo de Barahona, que llegó a la capital junto a sus padres, con quienes vive, y sus tres hermanos, en busca de mejorar su condición de salud, contó que comenzó a pedir en la calle a los 13 años.
“Nosotros no teníamos casa, entonces al ver a mi mamá pagando casa todo el tiempo, yo decidí tomar la calle para poder ayudarla a ella, y desde eso, mientras ella trabajaba nosotros estábamos aquí en la calle”, narró.
Pero a pesar de las inclemencias que tiene que pasar para reunir dinero, dijo sentirse “bien” porque ya la gente lo conoce y con lo que gana él mismo se sostiene.
Tendencia
Como la de Argenis hay otras tantas historias que se replican en diferentes puntos del Gran Santo Domingo y otras zonas urbanas del país, áreas que, según los resultados del censo nacional de 2010, albergan la mayoría de personas con algún tipo de discapacidad, un 73.44% de ellas, aproximadamente.
Los datos censales también esbozan que la “dificultad permanente” que presenta esta población con más frecuencia es la visual, seguida por la dificultad para caminar. Las referidas discapacidades junto al menos otras 10 identificadas en el levantamiento poblacional, han generado que este grupo sea uno de los de menor acceso a la educación y producción de conocimiento.
Las referidas discapacidades junto al menos otras 10 identificadas en el levantamiento poblacional, han generado que este grupo sea uno de los de menor acceso a la educación y producción de conocimiento.
Una muestra es el caso de Ariel Soto, de 39 años de edad, quien ronda, apoyado en sus muletas, la intercepción de la Carretera Mella con Avenida San Vicente de Paúl, primero limpiando vidrios y después solo apelando a la caridad de la gente.
Al ser abordado por un equipo del Listín Diario, Ariel explicó que no pudo estudiar y a los 18 años comenzó a limpiar vidrio para generar los ingresos con los que se sostiene él y su madre.
CIFRAS
Discapacidad afectaba al 10%
Censo.
De acuerdo con el censo de 2010, el 12.41% de la población total del país vive con algún tipo de discapacidad, para un total de 1,160,847 personas.
Vulnerabilidad.
Asimismo, las estadísticas levantadas registraron que el 54.37% de las personas con diversas discapacidades en el país son de hogares socioeconómicos “muy bajo, bajo o medio bajo”.