La rivalidad de los narcos “El Chino” y “El Gringo” resurge tras un nuevo asesinato
Resurgen sus nombres por la muerte del recluso Alberto Familia, uno de los acusados de matar en abril del 2020 a Yeri Pascual Cordero Sosa, hijo de "El Chino" y por la que "El Gringo" habría pagado un millón de pesos
Ni la muerte en noviembre pasado del condenado a 30 años por narcotráfico Manuel Emilio Mesa Beltré "El Gringo", lo separa del nombre de su rival, Jesús Pascual Cordero Sosa “El Chino”, quien purga igual pena por el mismo delito.
Ahora resurgen sus nombres por la muerte del recluso Alberto Familia, uno de los acusados de matar en abril del 2020 a Yeri Pascual Cordero Sosa, hijo de "El Chino" y por la que "El Gringo" habría pagado un millón de pesos.
Yeri y su acompañante, Jassel Kadafi Estepan Lebrón, murieron al ser atacados a tiros en el interior de una yipeta, en la avenida 27 de Febrero casi esquina Defilló, cuando el joven salía de celebrar su cumpleaños en una discoteca de la ciudad.
Alberto Familia (Gugú), quien guardaba prisión por el doble homicidio, fue estrangulado en el baño de la cárcel y el Ministerio Público inició las investigaciones. También guarda prisión por el caso Pablo José Santos Polanco “Pequeño”.
Para entonces, el Ministerio Público reveló en las investigaciones que habían otros asociados como Manuel Emilio Mesa Beltré “El Gringo”, Gerald Utate Rodríguez, “El Taxista” y “El Motorista”
A continuación hacemos un recuento de los prontuarios de los narcotraficantes “El Gringo” (fallecido) y "El Chino", quien purga una pena de 30 años, en el centro de Corrección y Rehabilitación Anamuya, de Higüey (provincia La Altagracia), acusado de asociación de malhechores, patrocinio de narcotráfico internacional y lavado de activos.
La sorpresiva muerte de "El Gringo" se produjo en el hospital Doctor Rafael J. Mañón, en San Cristóbal, el 19 de noviembre de 2021, donde fue llevado grave desde la cárcel de Najayo con complicaciones renales y murió de un infarto.
"El Chino" temía morir en prisión
Jesús Pascual Cordero Martínez tenía una década y media en el narcotráfico internacional, evadió la justicia en varias ocasiones y en diciembre de 2015 fue capturado.
Su detención se produjo en un centro médico del Distrito Nacional, luego de que "El Chino" acudiera a tratarse una condición de diabetes y dijo que había evadido el arresto por temor a morir en prisión.
Posteriormente fue condenado junto a una peruana y un cabo de la Policía Nacional en septiembre de 2018 a cinco años de prisión por lavado de activos producto de narcotráfico y por tráfico de armas, por el Tribunal Colegiado de La Altagracia.
Al igual la última sentencia de noviembre del 2021, la de aquella ocasión ordenó que le fueran confiscadas una villa en San Cristóbal valorada en 15 millones de pesos y vehículos de las marcas Lexus, Land Cruiser, Hyundai, Kia e Infiniti. Para entonces, la fortuna de Jesús Pascual Cordero estaba valorada en más de 300 millones de pesos.
Los antecedentes del presunto narcotraficante datan de 2007, cuando un tribunal archivó un expediente en su contra por falta de pruebas.
Su regreso a los tribunales tardó alrededor de cuatro años, aunque en esos tiempos se vio envuelto en otro proceso judicial, acusado de pagar RD $300,000 a dos sicarios para asesinar al exsargento de la Policía, Reynaldo G. de Jesús (Charly).
Para 2011 Cordero Pascual guardaba prisión preventiva en Najayo, acusado de pertenecer a una red de lavado de activos; no obstante, en noviembre de 2012 recuperó su libertad luego de haber sido dispuesta por la jueza del Cuarto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Evelyn Torres.
Una vez liberado de la cárcel del nuevo modelo penitenciario de Higüey, fue arrestado y trasladado hasta el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva acusado en esta ocasión de sobornos.
En 2016 su prisión preventiva fue variada a domiciliaria por problemas de salud, cuando enfrentaba tres juicios simultáneos por la droga peruana, lavado de activos y un soborno al exdirector de prisiones Mario Acosta Santos, aunque por este último el tribunal descargó al servidor público mientras Cordero estaba prófugo.
Modus operandi de "El Chino"
La sentencia emitida en 2018 por un tribunal en La Altagracia dice que la red que dirigía "El Chino" traía la droga desde Perú para comerciarla internamente en República Dominicana.
Asimismo, el producto ilícito era convertido en cocaína líquida en un laboratorio que funcionaba en la villa del Chino en San Cristóbal, según el expediente acusatorio presentado por la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo.
El "Gringo", de Figueroa Agosto al choque con "El Chino" y sus 30 años de prisión
El apogeo de “El Gringo” (fallecido) se remonta a mediados de la década del 2000, cuando formaba parte de la red de narcotráfico del capo puertorriqueño José David Figueroa Agosto y según las autoridades del momento, estaba vinculado al cartel del boricua como uno de los “principales cabecillas”, encargado de gestionar el lavado de activos a través de varias casas de cambio.
Otro de los señalamientos que se le hace es que coordinaba el tráfico en los barrios de la parte norte de la capital, especialmente en Capotillo. Debido a ello, la Policía Nacional le dio el mote de “rey del microtráfico en Santo Domingo”.
No fue hasta octubre del 2009 que Mesa Beltré fue detenido por primera vez por autoridades dominicanas cuando agentes del extinto programa de seguridad ciudadana “Barrio Seguro” lo apresaron en la calle Juana Saltitopa, del sector Villa María de la capital, mientras se trasladaba en un vehículo BMW en el cual se ocuparon más de cuatro millones de pesos; los reportes de la fecha señalan que al momento de su detención, el “rey del microtráfico” habría ofrecido un soborno de RD$500,000 en efectivo a cambio de que lo dejaran seguir su trayecto, oferta que fue rechazada por los agentes en operación.
Como consecuencia, las autoridades efectuaron un allanamiento en la "Casa de Cambio Solano", la cual era señalada como la sede de su operación de lavado de activos, donde se incautaron alrededor de RD$50 millones de pesos en efectivo tanto en moneda local como extranjeras, que en el momento no tenían soportes legales.
“El Gringo” cumplió tres meses de prisión en la cárcel de Najayo bajo cargos de lavado de activos y en septiembre de 2010 fue condenado a ocho años de prisión tras ser encontrado culpable. En el 2011, su condena fue ratificada por la corte de apelación.
En ese momento, las investigaciones señalaban que Mesa Beltré poseía una fortuna en bienes muebles e inmuebles que alcanzaba los 800 millones de pesos.
En el año 2011, Mesa Beltré agredió dentro de la cárcel de Najayo al encargado de la sección de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), a quien le fracturó un brazo.
Mesa Beltré amenazó de muerte al oficial Orlando Stephan de la Rosa y a su familia. La DNCD informó en su momento que la agresión se produjo luego de una discusión en la que el recluso le exigía la devolución de un televisor que le había incautado para fines de investigación.
Ya para el 2014, luego de que la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional dispuso la libertad condicional del entonces imputado, con vigencia por tres años, ocho meses y 15 días, el cual era justamente el tiempo restante para cumplir su pena inicial.
Segundo arresto y condena a 30 años
Las autoridades volvieron a apresar al “Gringo” apenas dos años después de su puesta en libertad condicional, al ser acusado de patrocinar una red de narcotráfico internacional que reclutaba mulas para sus actividades y días más tarde le fue dictado a un año de prisión preventiva en la cárcel La Victoria.
El ocho de mayo del 2018, el Primer Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo lo condenó a 30 años de prisión y el pago de una multa de RD$5 millones tras ser encontrado culpable de “dirigir una organización criminal que se dedicaba al tráfico internacional de drogas y al lavado de activos”, luego de que las investigaciones establecieran que Beltré manejaba una organización criminal internacional que llevaba años operando desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
Otra de sus vinculaciones en el mundo de las drogas fue con César Emilio Peralta (el Abusador), considerado como el "Pablo Escobar dominicano" por agencias internacionales.
Las autoridades dominicanas, en el año 2019, indicaron que por más 20 años “César El Abusador” estuvo involucrado en el negocio de las drogas en el país y Estados Unidos, iniciándose como miembro de las organizaciones criminales de conocidos narcotraficantes del pasado como Rolando Florián Feliz, Pascual Cordero Martínez (El Chino), Manuel Mesa Beltré (El Gringo), y Quirino Ernesto Paulino Castillo.