Tras una cadena de incidentes, ciudadanos consideran servicio en el Canódromo “ha mejorado”

En el Centro de Retención Vehicular de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Te­rrestre (Digesett), anti­guo Canódromo El Coco, se percibió este viernes un ambiente tranquilo. Eran muy pocos los ciudadanos que se encontraban en este espacio a la espera de noticias sobre sus vehículos incautados.

La débil concentración de personas en este centro de retención se debe, según los propios ciudadanos, a la mejora en el servicio.

Al comparar la situación del Canódromo antes y después del incidente violento perpetrado en contra del defensor del pueblo, Pablo Ulloa y varios miembros de la prensa nacional el pasado lunes 12 de abril, los hombres presentes en el lugar narraron que semanas atrás era “un verdadero dolor de cabeza” aguardar para ser atendidos.

Asimismo, indicaron que muchas veces era mucho peor el proceso para que les fueran devueltos sus vehículos confiscados.

Según manifestaron ante periodistas de Listín Diario, anteriormente tenían que hacer una fila en la entrada y otra dentro del centro de retención. En la actualidad, la fila solo se hace dentro del lugar y todo avanza de una manera más fluida.

Por otra parte, autoridades de la Digesett expresaron que el proceso de limpieza y recuperación del Canódromo se está llevando a cabo por la comisión creada por disposición del presidente de la República, Luis Abinader.

Comisión

La comisión acordó en el día de ayer examinar los estatus jurídicos de todos los vehículos, para entregárselos a las personas que muestren la documentación que exige la ley.

En la próxima reunión, los órganos administrativos designarán los grupos de trabajo para cada centro de retención, con el objetivo de apoyar a la Contraloría General de la República en el levantamiento general de esas unidades y su condición.