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Uno de los afectados por incendio en canal TV: “Dios mío, no me dejes morir aquí”

El fuego seguía consumiendo la estructura del estudio de televisión, al punto que los empleados comenzaron a lanzarse por los las ventanas del edificio

Victor Ramirez

Victor Ramirez

Alrededor de las 3:00 de la tarde del martes, a través de las redes sociales se comenzaron a reportar y observar videos de una humareda negra que procedía desde las proximidades del Ensanche Naco y que poco a poco comenzaba a ser vista desde varios puntos del Distrito Nacional.

En la calle Cub Scout, ubicada entre las avenidas Tiradentes y 27 de Febrero, están ubicadas las oficinas principales del Canal del Sol o el "canal 6", que para el momento en que las cámaras de los diferentes medios de comunicación habían llegado al lugar, ya habían sido tragadas por completo por un incendio del cual, hasta al tiempo de esta redacción, se desconoce su orígen.

“No entiendo cómo pasó, de un momento a otro todo era humo y no se veía nada, la gente gritaba y buscaba las escaleras pero no las podíamos encontrar porque el humo no te dejaba ver nada”, narraba Ángel Puello, director del Canal, quien salió bajo un ataque de pánico y apenas podía articular las respuestas a las preguntas de los reporteros.

El fuego seguía consumiendo la estructura del estudio de televisión, al punto que los empleados comenzaron a lanzarse por las ventanas del edificio, ya que las salidas comenzaban a obstruirse; otros salieron de allí porque un grupo de vecinos le tendió una escalera por la cual pudieron bajar.

Los afectados comenzaban a ser vistos, y varias de las personas que se encontraban presente en el lugar salían con la piel desprendiéndose, debido a las graves quemaduras y con sus propios pies, se quitaban los trozos de ropa que les quedaban pegados y se subían al carrro de uno que otro de los residentes en esa zona y así poder llegar a los hospitales y recibir los primeros auxilios, ya que las unidades del 9-1-1 tardaron para llegar a la escena.

“Dios mío no me dejes morir aquí”, era lo que decía un hombre, de tez morena quien salió del edificio corriendo con el brazo, la pierna y la nariz afectadas; se tomó un momento para quitarse parte de su calzado y los trozos de ropa que le colgaban del brazo antes de montarse en una motocicleta y salir hacia un centro médico.

La tarde avanzaba y los allegados comenzaron a llegar a la escena y entre las chancletas quemadas, los trozos de vestiduras se acercaban a preguntar a las autoridades y presentes por sus parientes con ojos llorosos y una mirada de preocupación.

Mientas, "¿Has visto a mi hermana, es una chica de tez india cabello negro?”; "sabes de este hombre que trabaja aquí"; eran las preguntas que más se repetían en el lugar.

Los bomberos, el 9-1-1, policías, agentes de la Defensa Civil y miembros del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) socorrieron a los heridos que quedaban y buscaban una víctima que sabían que existía, pero nadie ni siquiera sospechaba dónde estaba.

“Yo fui uno de los que encontró al chico que trabajaba en el control master, la puerta estaba bloqueada y como no pudimos ingresar tuvimos que romper la pared, el humo no te dejaba ver nada, si no hubiese sido por la máquina de sensor térmico no lo hubiésemos podido encontrar”, dijo un bombero que pidió no ser identificado.

Un bombero fue el encargado de darle la noticia a la señora, que dijo ser hermana de la víctima, la cual al escuchar la noticia lloró desconsolada. El bombero encargado de darle la noticia se quedó acompañando a la señora por un tiempo mientras esta lamentaba la muerte de su hermano.

“Mi hermano vino aquí a pintar porque estaban remodelando y ahora sale muerto”, dijo la señora quien no pudo decir más palabras por el estado en que se encontraba.

El equipo de rescate tenía conocimiento sobre varios heridos y sabían que otros habían evacuado el lugar, no obstante, también conocían de la supuesta desaparición de otra víctima la cual nadie tenía respuesta de ella.

El director del medio, con una voz quebradiza y actitud de desesperación y tristeza, hablaba con los empleados que habían salido ilesos del siniestro.

“Lo peor fue ver como una persona se quemaba vivo ahí sentado y tú no poder hacer nada”, fue una de las frases dichas por él a periodistas de este medio. Pasadas las siete de la noche del martes, los bomberos afirmaron haber sofocado el incendio; sin embargo el saldo de dos víctimas fatales y múltiples heridos quedan como evidencia de la tragedia.

Victor Ramirez

Victor Ramirez