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Semana Santa se celebra como en los primeros siglos

Las actividades de Semana Santa se realizan con la misma fuerza y convicción que los primeros siglos. Feligreses acuden preservando la tradición del pueblo dominicano.

La procesiones de la iglesía católica aglutina a miles de cristianos que celebran la muerte y resurreción de Jesús.

RAMÓN URBÁEZSanto Domingo, RD

A partir de mañana, Do­mingo de Ramos, el país se prepara para celebrar la Semana Santa, por medio de diversas actividades, misas, procesiones, viacru­cis vivientes, entre otros ri­tos cristianos que reúnen a millones de fieles en todo el mundo para rememorar los sucesos por los que Je­sucristo se reconoce como el “Salvador de la humani­dad e hijo de Dios”.

Son muchos los católi­cos, que a lo largo del año son flojos en sus prácticas religiosas, apenas asistien­do a la iglesia, no lo son el Jueves, Viernes y Sábado Santo, y acuden al templo con sincera piedad. Lo que tal vez muchos no sepan es que las ceremonias a las que asistirán se remontan al siglo II, III y IV, conser­vando el encanto y frescu­ra de los primeros tiempos del cristianismo.

La fe cristiana arran­ca primordialmente de un hecho, la muerte y re­surrección de Cristo, que adquiere desde el primer momento categoría rele­vante y significación es­pecial. Los apóstoles, “co­lumnas y fundamentos de la iglesia” se proclamaron “testigos de la muerte y de la resurrección del Señor”. Su labor doctrinal fue des­entrañar el misterio que esto encerraba. En este he­cho estaba el origen de la nueva vida para la huma­nidad, que el cristianis­mo aún hoy, después de dos mil años, sigue procla­mando y defendiendo con la misma fuerza y convic­ción.

Con la misa y procesión de los ramos se conmemo­ra la entrada de Jesucristo a Jerusalén, en medio de una gran multitud de per­sonas que le recibieron can­tándole: “Hosanna al Hi­jo de David. Bendito el que viene en el nombre del Se­ñor” (Mt. 21,9).

En las liturgias y proce­siones los fieles agitan pal­mas y ramos para recordar ese momento de la vida de Jesús.

El Domingo de Ramos se celebra en todas las iglesias en horas de la mañana y al caer la tarde. Previamen­te se bendicen las palmas y los ramos y se sale en proce­sión hasta los templos. A las 12 del mediodía, en la ca­tedral de Santo Domingo, el arzobispo metropolita­no, Francisco Ozoria Acos­ta, encabezará la procesión desde el parque Hostos, del malecón, hasta la catedral, acompañado de sus auxilia­res y el pueblo cristiano.

Por igual, el metropoli­tano de Santiago, monse­ñor Freddy Bretón, a las 10:00 de la mañana pre­sidirá la procesión y la eu­caristía y hasta en la ca­tedral Santiago Apóstol.Mientras en la zona co­lonial, de Santo Domin­go, se espera que la proce­sión más numerosa salga del histórico templo de Las Mercedes y recorra varias calles, desde las 9;00 AM, encabezada por el obispo misionero y enviado del Pa­pa Francisco, Raúl Berzosa, obispo emérito de ciudad Rodrigo, músico, literato, teólogo y jurista español.

En la parroquia San An­tonio de Padua los actos están encabezado por el párroco y director de los multimedios Televida, Re­verendo Kennedy Rodrí­guez. Actos que serán trans­mitidos por una red de radio y televisión.

Triduo pascual

Las celebraciones centrales de la Semana Mayor es el Triduo Pascual, que son los tres días del arresto, la tor­tura y la crucifixión de Je­sús. Cabe recordar que al principio del cristianismo (siglo I), la pasión, muerte y resurrección de Cristo se conmemoraba cada ocho días, semanalmente. Fue a partir del siglo II, sobre el fondo de un ciclo tan sim­ple y esquematizado de una semana, que se comenzó la celebración de la muer­te y resurrección del Señor en los días que se juzgaba eran aniversario del aconte­cimiento.

El Jueves Santo no for­maba parte de tal conme­moración. La palabra ju­día “Pascua” se restringía al Viernes Santo solamente, es decir, a la conmemoración anual de la pasión y muer­te de Cristo. Fue después que el jueves se incorporó la misa de la última cena de Jesús con sus apóstoles, el lavatorio de pies y la institu­ción de la Eucaristía.

El jueves también se ce­lebra la misa crismal en to­das las catedrales, a las 9:30 a.m., presidida por el obispo y concelebrada con los sa­cerdotes.

El viernes se considera el segundo día del Triduo y uno de los días centrales de Semana Santa. En él ocurre la crucifixión del Señor. Se celebra la adoración de la cruz, acto vespertino (3:00 de la tarde) que comien­za con la liturgia de la pala­bra en la que se leen dos lec­turas y la Pasión según san Juan, a la que sigue la ho­milía y la oración universal. Concluye con la adoración a la cruz y la eucaristía.

RESURRECIÓN

El Sábado Santo, tam­bién llamado sábado de Gloria, se conmemora a Jesús en su sepulcro, considerándose, ade­más, la víspera de la re­surrección de Jesús.

El Domingo de Pascua, también conocido como el Domingo de Resurrec­ción se narra respectiva­mente en los evangelios de San Juan, San Mateo y San Marcos. Pascua o Resurrección, la Iglesia también celebra la fiesta de la Ascensión.