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Feministas deploran mujeres se vendan por redes sociales

Afirman que prostitución virtual que ejercen jóvenes universitarias y otras mujeres es denigrante para el género femenino, advirtiendo la pobreza que hay entre ellas.

Los grupos feministas exhortan a investigar quiénes están detrás de esas redes y por qué esas jóvenes se prostituyen por plataformas digitales, lo que significa que hay pobreza y miseria humana entre ellas. EXTERNA/

La Coordinadora de Mu­jeres del Cibao y el Mo­vimiento Feminista Hermanas Mirabal con­sideraron como depri­mente y denigrante para la mujer dominicana, el hecho de que muchas jó­venes universitarias del Cibao y otras partes del país, vendan sus cuer­pos por las redes sociales para pagar sus estudios.

La activista feminista y vocera de esas dos im­portantes instituciones de defensa a la mujer, Ra­quel Rodríguez, ponderó el editorial del Listín Dia­rio del pasado sábado, se­guido por otros reporta­jes relacionados al tema.

Por igual sostuvo que hay que ver, quiénes es­tán detrás de esas redes y por qué esas jóvenes se prostituyen por redes sociales, lo que signifi­ca que hay pobreza y mi­seria humana entre ellas.

“Tal como dice el edito­rial del Listín, esas jóve­nes no miden las conse­cuencias, pero la miseria humana y la pobreza las lleva a esa situación tan denigrante”, lamen­tó la activista feminista. “Muchas veces, muchas personas se ven precisadas a incurrir en actos no desea­dos, pero como los gobier­nos o el Estado no les corres­ponde, se ven precisadas a acudir a métodos de sobre­vivencia y otras para tener un techo, educación, salud y otros bienes”,enfatizó.

En tal orden, comentó que lo peor es que vean a esas mujeres como las ma­las porque venden sus cuer­pos por redes sociales, pe­ro que hay que recordar los actores que intervie­nen directamente en esa si­tuación; y señaló también a los organismos que tie­nen que ver con la plata­forma de las redes sociales.

Rodríguez subrayó que an­teriormente existían cen­tros de promoción de pros­titución, pero que ahora se promueve de manera virtual y que hay redes de proxenetas que se lucran de eso y que finalmente, esas “muchachas” que ven­den sus cuerpos, son las que menos se benefician, como siempre ha ocurrido.

Dijo que eso convierte a esas jóvenes en tema de ex­clavización, humillación, degradación y que muchas se dan cuenta con el tiem­po, pero que cuando quie­ren reaccionar, ya es po­co lo que tienen que hacer.

“Pienso que con la prosti­tución por las redes, suce­de cuando igualmente se habla que quieren acabar con el narcotráfico, con un problema, pero se enfo­ can únicamente y exclusi­vamente en los pequeños”.

Asimismo, ponderó que hay menores que están in­volucradas en la prostitu­ción virtual con el consen­timiento de sus padres y madres y que eso constituye una situación bastante pre­ocupante para una sociedad que hable de respeto de de­rechos humanos, institucio­nalidad, donde hay sectores que tienen el poder, sedu­cen y deciden cuál es el ne­gocio que más les conviene.

“Hay que buscar quié­nes son los dueños de esos negocios que llevan a esas jóvenes a la pros­titución virtual y quie­nes se lucran”, insistió.Para Raquel Rivera, la pros­titución por las redes so­ciales, es una realidad, pe­ro que hay que verla como un problema integral, al reiterar que hay que per­siguir, buscar y enjui­ciar a los responsables.

Pandemia del Covid La feminista refirió que in­dependientemente de que la pandemia del Covid-19 dejó al desnudo la realidad de muchas sociedades, in­cluyendo la nuestra, hay que comprender que antes del virus, existían muchas brechas y lagunas, donde a las personas de los sectores empobrecidos se les niegan esos derechos fundamenta­les.

Este diario también ha puesto el foco sobre histo­rias que coinciden de muje­res con edades entre los 45 a 70 años que son víctimas de hombres jóvenes que se dedican al “chapeo” por las redes sociales, como una forma de aprovechar lo vir­tual para la prostitución.

JÓVENES DAÑO Otra vesión. En sectores de Santia­go, el chapeo que hacen hombres jóvenes a tra­vés de las redes socia­les es bien conocido y extendido. Las víctimas pueden ser hombres y mujeres, ya que practi­can el engaño.