El Flying Fox no estaría en listado de yates lujosos propiedad de rusos multimillonarios, según Forbes

Desde que llegó a las costas de la isla, el lujoso yate Flying Fox ha cautivado a los dominicanos, a pesar de que las autoridades locales se han rehusado a comentar sobre el estado de esta embarcación.

Sin embargo, este manto de silencio no ha evitado las especulaciones de varios sobre el tema, con algunas personas vinculando la mencionada nave con el multimillonario ruso Dmitry Kamenshchik, un dato que, de ser cierto, sería un detalle notorio por múltiples razones.

La más importante sería el hecho de las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Rusia, a su presidente Vladimir Putin, y a varios oligarcas de esa nación, como consecuencia del conflicto que actualmente se vive en Ucrania.

No obstante, el Flying Fox, ni Kamenshchik, figuran en el listado de 32 yates propiedad de rusos multimillonarios, publicado por la revista Forbes, a principio del presente mes.

Se trata de una compilación de embarcaciones, que en total tienen un valor reportado de alrededor de 3,700 millones de dólares, basada en una investigación de la firma VesselsValue, que según Forbes tiene un “90% de confianza en sus datos sobre estos yates”.

La lista está compuesta por Titán, propiedad de Alexander Abramov, con un valor de US$82 millones; Eclipse, de Roman Abramovich, valorado de US$438 millones; Solaris, US$474 millones; Luna, de Farkhad Akhmedov, US$196 millones; Galáctica Súper Nova, de Vagit Alekperov, US$67 millones.

También Lady M, de Alexey Mordashov, US$27 millones; Nord; Clio, de Oleg Deripaska, US$58 millones; Dream, de Alexander Frolov, US$3 millones; Quantum Blue, de Sergey Galitsky, US$213 millones; Alfa Nero, de Andrei Guriev, US$81 millones; My Sky, de Igor Kesaev, US$30 millones; Sky, US$23 millones.

Igualmente Sea & Us, de Anatoly Lomakin, US$58 millones; Areti I, de Igor Makarov, US$7 millones; Predator, de Iskander Makhmudov, US$55 millones; A, de Andrey Melnichenko, US$204 millones; SYA; Pacific, de Leonid Mikhelson, US$115 millones; Aurora, de Andrei Molchanov, US$110 millones.

Romea, de Alexander Nesis, US$110 millones; Nirvana, de Putin; Palladium, de Mikhail Prokhorov, US$157 millones; Axioma, de Dmitry Pumpyansky, US$42 millones; Ocean Victory, de Viktor Rashnikov, US$294 millones; Rahil, de Arkady Rotenberg, US$38 millones; Anna, de Dmitry Rybolovlev.

Hermitage, de Dmitry Rybolovlev, US$73 millones; Le Grand Bleu, de Eugene Shvidler, US$109 millones; Madame Gu, de Andrei Skoch, US$156 millones; Cloudbreak, de Alexander Svetakov, US$98 millones; La Datcha, de Oleg Tinkov; YCM 90, US$2 millones; Dilbar, de Alisher Usmanov, US$588 millones.

Los valores no especificados, así como los dueños de los yates no identificados, se debe a la naturaleza privada de la compra de algunas de estas embarcaciones, según Forbes.

Visita

El pasado viernes la Dirección General de Aduanas, junto a otras agencias del Gobierno dominicano, visitó las instalaciones del Flying Fox, que está en el puerto Don Diego, aunque no dieron información alguna sobre esto.

Cumple especificaciones

Por su parte, la Armada Dominicana aseguró que el referido navío cumple con las especificaciones de navegación.

Sepa más

El Flying Fox fue fabricado por el astillero alemán Lurssen, siendo el yate de alquiler más grande del mundo y tiene una longitud de 136 metros de eslora con una manga de 225 metros.

Cuenta con un diseño voluminoso, con espacio suficiente para tener terrazas marinas, plataformas y una enorme piscina de popa, que se extiende a lo ancho de la cubierta principal, además de dos “helipuertos gemelos”, área de spa y cine con butacas.

Asimismo, ofrece alojamiento flexible para hasta 25 invitados en 11 camarotes, contando con una tripulación de 55 personas.

Alquilarlo entre octubre y abril para navegar en el Caribe tiene un costo aproximado de 3,000,000, de euros, según la página web Yacht Charter Fleet.