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Inquilino se fue sin avisar y dejó deuda de US$47,535

Rafael Mejía alquiló el apartamen­to a una pareja de esposos, por 1,050 dólares mensua­les, más 12,000 pesos de mantenimiento

Vista aérea Distrito Nacional, Santo Domingo

Vista aérea Distrito Nacional, Santo Domingo

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Wanda MéndezSanto Domingo, RD

En el año 2015, el ingenie­ro civil Rafael Mejía deci­dió rentar un apartamen­to de su propiedad, donde vivía, ubicado en una torre de lujo del ensanche Se­rrallés, del Distrito Nacio­nal, y mudarse a otro más modesto, esto para estar en condiciones de asegu­rarse los ingresos que ne­cesitaba para costear los estudios de un hijo suyo en Miami, EEUU.

Así, alquiló el apartamen­to a una pareja de esposos, por 1,050 dólares mensua­les, más 12,000 pesos de mantenimiento que los in­quilinos se comprometie­ron a pagar, directamente, al condominio.

Al principio, la pareja hon­raba el pago, pero después empezaron a retrasarse, a tal punto que llevó al pro­pietario a someter una de­manda en desalojo.

Según contó Mejía duran­te una visita a Listín Diario, los inquilinos se mudaron, pero dejaron una deuda de 47,535 dólares por atraso en el pago de las mensua­lidades del alquiler, más 200,000 pesos por mante­nimiento.

“Se mudaron a escondidas, por no pagar”, recordó Me­jía. “Ellos querían que yo les pagará para mudarse”, agregó.

Las consecuencias de no pagar renta

Como efecto de esta situa­ción, indicó, la falta de esos ingresos, por concepto de renta, le generó problemas de salud y serios trastornos a los estudios de su hijo en el extranjero.

“Se mudaron a escondidas por no pagar. Hace seis me­ses se fueron y lo dejaron desbaratado. Tuve que po­nerme a arreglarlo”, señaló.

Indicó que los arrendata­rios querían que él les pa­gará para mudarse, a lo que se negó.

Expresó que la falta de esos ingresos por la renta le ge­neró problemas de salud, económicos y trastornos a los estudios de su hijo en el extranjero. Acotó que su familia lo ayudó económi­camente, pero sostuvo que vendió una casa y un carro para poder sostenerse y pa­gar tarjetas de crédito.

Puntualizó que tuvo que ha­cer un acuerdo de pago con el condominio para evitar que el inmueble sea embar­gado por la deuda del man­tenimiento.

La luz es un factor clave

García cree que los proble­mas que tienen los propie­tarios con inquilinos por asuntos de pago se evita­rían si las Distribuidoras de Electricidad, principalmen­te la del Sur (Edesur) no re­novara el servicio de electri­cidad cuando el contrato de alquiler está vencido. Preci­só que le pidió a Edesur que no brinde la energía eléctri­ca en su apartamento para presionar el pago o la des­ocupación, debido a que fue usado un contrato ven­cido, pero no lo logró.

Costoso proceso judicial

García contó que ya ha gas­tado 250,000 pesos en ser­vicios legales, para ser re­presentado por un abogado en la demanda en desalojo que interpuso en noviem­bre de 2020 ante el Juzga­do de Paz de la Segunda circunscripción del Distrito Nacional, ubicada en el sec­tor San Carlos.

Hubo una condenada

El fallo fue apelado

Mediante sentencia del 20 de julio de 2021, el tribunal declaró la res­ciliación del contrato de alquiler y condenó al pa­go de 18,900 dólares, por las mensualidades que estaban vencidas hasta el momento del fa­llo. Además, condenó al pago de los alquileres vencidos y no pagados a partir de la demanda, y hasta la formal entrega del inmueble.

García expuso que esa sentencia fue apelada por los inquilinos, por lo que está pendiente el fa­llo en esa fase del proce­so judicial.