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Conmemoran 47 años del crimen de Orlando Martínez

El acto fue realizado en el lugar donde asesinaron al comunicador, en la avenida José Contreras, cerca de la UASD, donde fue erigido un busto en su honor. JORGE MARTÍNEZ/ LD

El acto fue realizado en el lugar donde asesinaron al comunicador, en la avenida José Contreras, cerca de la UASD, donde fue erigido un busto en su honor. JORGE MARTÍNEZ/ LD

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Lourdes AponteSanto Domingo, RD

Un 17 de marzo del año 1975 fue asesinado de va­rios disparos el periodista Orlando Martínez Howley. Hoy sus más cercanos ami­gos y familiares conmemo­ran ida a destiempo du­rante un acto en el busto en honor al comunicador ubicado en la avenida Jo­sé Contreras, próximo a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Sergio Martínez Howley, hermano del fallecido, aun con cólera en sus ojos e ira en sus palabras le manda un mensaje a la sociedad. “Yo escribí lo que quiero de­cir a ver si le llega a algu­nas sabandijas de nuestro país, hoy estamos reunidos aquí en este lugar de triste recuerdos y amarga histo­ria para el país, que signifi­có un retroceso o estanca­miento en las conquistas de las libertades”, así inició Sergio.

Critica a medios También destacó como al­gunos medios de comuni­cación se venden a quién más rápido fluye económi­camente.

“Cuando les tocan man­datarios perversos que se valen de la fuerza y el en­gaño para quedarse en el poder y luego quieren per­petuarse, usando como me­dio de enlace a ´comunica­dores´, que no son más que payoleros, comerciantes y vende patria, por un bienes­tar particular ofrecen su voz o pluma para que llegué a los sectores más ignorantes disfrazados de verdades”, con fuerza exclamó el her­mano del asesinado perio­dista.

Consideró que con el cri­men se pretendía silenciar a un pueblo que encontró en Orlando la voz de la digni­dad. “Hoy estamos reuni­dos aquí no solo para recor­darlo, porque su entrega y sacrificio, su vida fecunda e impoluta, transparente, res­ponsable, siendo consciente del papel que en los pueblos los periodistas deben ejer­cer”, añadió.

A su vez le recordó a la juventud que se dedica o se quiere dedicar a esta carre­ra que no deben dar su bra­zo a torcer por quienes tie­nen el medio “corrompido”.

“Esas ratas del periodis­mo están tratando de tra­zarle pautas a la juventud, pero pautas malandrinas”, declaró Sergio Martínez Howley.

Para culminar su discur­so, expresó que debía ex­presar estas palabras que tenía guardadas desde ha­ce mucho y por si se daba otro evento de la magnitud de la pandemia por el Co­vid-19, necesitaba externar estas palabras ahora que te­nía tiempo.

Censuró que “ignoran­tes y bandoleros” mataran a Orlando en la flor de su juventud. “Nosotros sabe­mos el diamante que he­mos perdido, lo que la pa­tria perdió, esa intrepidez que le costó la vida, nunca vendió su pluma, esa herida se niega a cicatrizar porque fue dada en el mismo cora­zón de la patria”, dijo Ser­gio Martínez.

En la actividad estuvie­ron presentes también el presidente del Colegio Do­minicano de Periodistas (CDP), Aurelio Henríquez, y Narciso Isa Conde, entra­ñable amigo de Orlando Martínez Howley y miem­bro del Partido Comunista Dominicano (PCD).

Isa conde también exal­tó las cualidades y aptitudes del fenecido comunicador, y aprovechó el acto para ex­hortar al país a despertar, ya que en el actual gobierno está quedando en manos del empresariado domini­cano.

Martínez, jefe de redac­ción del periódico El Na­cional, donde publicaba su columna Microscopio, fue asesinado por civiles y mili­tares al servicio del “gobier­no de los 12 años” del en­tonces presidente Joaquín Balaguer.

SEPA MÁS Sometidos. Orlando Martínez Howley fue director de la revista Ahora y co­lumnista del periódico El Nacional. Tenía 30 años cuando fue asesi­nado en el gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer. Por el crimen fueron fueron someti­dos a la justicia el cabo de la Fuerza Aérea, Ma­riano Durán Cabrera; Rafael Alfredo Llube­res Ricart (Lluberito), el mayor del Ejército Nacional, Joaquín An­tonio Pou Castro; Luis Emilio de la Rosa Be­ras, José Isidoro Martí­nez González y Salva­dor Lluberes Montás (Chinino).