¿Cómo los policías de Villa Altagracia organizaron su coartada, según la Fiscalía?

El expediente indica que será usada la hoja de vida del coronel Maríñez para mostrar las sanciones que ha recibido por hechos similares. Archivo Listín Diario

El expediente indica que será usada la hoja de vida del coronel Maríñez para mostrar las sanciones que ha recibido por hechos similares. Archivo Listín Diario

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Yadimir CrespoSanto Domingo, RD

Violaron todos los protocolos de la Policía Nacional, confundieron un vehículo Hyundai por un Kia, dispararon sin mediar palabras con las víctimas e, incluso, usaron armas de alto calibre en el hecho. Estas son algunas de las cosas que resaltan las investigaciones del Ministerio Público sobre cómo fueron las circunstancias en que falleció una pareja de evangélicos a manos de policías, a finales de marzo de 2021.

El pasado 31 de marzo la sociedad dominicana despertó con la noticia de que una pareja de evangélicos había sido asesinada por agentes policiales que confundieron el vehículo en el que se transportaban, un Kia K5 de color blanco, por uno en el que se desplazaban unos delincuentes que habían cometido varios crímenes en Bonao.

El documento acusatorio, al que Listín Diario tuvo acceso, narra que la noche del 30 de marzo del año pasado, Joel Eusebio Díaz Ferrer, Elisa Muñoz Marte, Claudio Alberto Ramírez Lamais y Carlos José Pérez Báez se dirigían a Santo Domingo desde Villa Altagracia por la Autopista Duarte, luego de haber participado en una campaña evangelística en ese municipio.

Faltando alrededor de diez minutos para que el reloj marcara las 11:00, a la altura del kilómetro 45 de la vía que conecta a Santo Domingo con el Cibao, los acusados César Maríñez Lora, Guillermo Rosario Melo, Emil Alexander Rincón Marte, Victorino Reyes Navarro, Domingo Perdomo Reyes, Norquis Rodríguez Jiménez, Ángel de Los Santos, Anthony Castro Pérez y Juan Samuel Ogando Solís, asesinaron a Díaz y a Muñoz e intentaron asesinar a las víctimas Claudio Ramírez y Carlos Pérez.

Los cuatro jóvenes fueron interceptados, próximo a la entrada norte del municipio de Villa Altagracia, por una patrulla policial comandada por el coronel César Maríñez Lora antes de que sucediera lo que los fiscales han descrito como una acción criminal sin precedentes: “les emprendieron a tiros”, sin mediar palabras, ocasionándoles la muerte por múltiples heridas de armas de fuego a la pareja de esposos y pastores Joel Díaz y Eliza Muñoz, e hiriendo por igual al joven Claudio Ramírez”.

¿Cómo pasó todo?

Maríñez Lora, luego de escuchar a través de la radio de comunicación de la Policía Nacional, que un carro blanco, marca Hyundai, sin bumper, había cometido varios atracos en Bonao y que el mismo se dirigía en dirección a Santo Domingo improvisó un retén junto a parte de los acusados, uno de ellos fuera de servicio.

“El coronel Maríñez Lora, en compañía de los acusados Victorino Reyes Navarro, Ángel de los Santos, Guillermo Rosario Melo (quien no estaba de servicio) y Emil Alexander Rincón Martes, quienes se encontraban en el destacamento policial, abordaron la camioneta de la policía nacional y se dirigieron a la entrada norte de Villa Altagracia, frente al Hotel-Cabaña Mi Primavera, siendo los primeros en llegar al lugar, unos minutos después llegan al lugar dos unidades motorizadas compuestas por el sargento Domingo Perdomo Reyes, Norquis Rodríguez, Juan Samuel Ogando Solís y Anthony Castro”, explica la acusación.

Los miembros de la institución del orden obstaculizaron la vía a los fines de poder detener los vehículos que se desplazaban en sentido Norte-Sur por la autopista. Cuando notaron que el Kia en que iban las víctimas se acercaba, por la radio el principal acusado dijo: "que ya tiene el vehículo que estaban esperando y que se le están acercando con cautela porque están armados".

“E inmediatamente los agentes policiales bajo su mando sorprendieron a las víctimas con ráfagas de disparos de varios calibres, desde diferentes direcciones, sin identificar si se trataba de los supuestos sospechosos, sin hacer contacto visual con los ocupantes del vehículo”, afirma el expediente.

Lo anterior evidenció para los investigadores “la intención deliberada” de usar sus armas de fuego y matar a los ocupantes de dicho vehículo. El Ministerio Público indica además que el uso de las armas fue extremadamente excesivo y desproporcional, innecesario e injustificable.

Agregaron que tampoco ejecutaron ninguna acción para detener el vehículo en que se desplazaban las víctimas, con la agravante de haber usado armas de alto calibre, como un fusil M-16, además de una pistola tipo metralleta (mini Uzi).

De los 33 impactos que recibió el vehículo, Carlos José Pérez resultó ileso por milagro y Claudio Alberto Ramírez Lamais terminó herido, pero la pareja no tuvo con qué resguardarse de la muerte.

Destrucción de la escena

La coartada para defender la acción era simular un intercambio de disparos. Para ello, según los fiscales, luego del acto criminal, los acusados se dedicaron a destruir la escena del crimen bajo órdenes de Maríñez.

Para simular el supuesto enfrentamiento entre los policías y las víctimas, el coronel ordenó hacerle varios disparos a la camioneta de la policía.

“El mayor Heriberto Muñoz (sub-comandante policial en Villa Altagracia) y los acusados Domingo Perdomo Reyes, Norquis Rodríguez y Samuel Ogando Solís se dirigieron a la orilla del río La Represa, ubicado en el Km. 40 de la autopista Duarte”, manifiesta el documento acusatorio.

El Coronel y sus órdenes

El coronel César Maríñez Lora fue, según el Ministerio Público, la persona que coordinó, organizó y dirigió la operación criminal, aprovechándose de su posición como superior para emplear todos los medios a su disposición y así destruir la escena del crimen, además de entorpecer y desviar el curso la investigación.

“Sin su participación, la acción criminal no podría haberse llevado a cabo, además de proporcionar su arma de fuego, el fusil Marca Colt M-16 y que fue utilizado en el crimen, con el cual el sargento Domingo Perdomo Reyes disparó nueve veces en contra de las víctimas”, dicen los fiscales en la acusación.

Maríñez, según la Fiscalía de Villa Altagracia, eligió cuáles policías iban a ser procesados por el hecho: Victorino Reyes Navarro, Domingo Perdomo Reyes, Norquis Rodríguez, Ángel de Los Santos, Juan Samuel Ogando Solís y Anthony Castro, excluyéndose del proceso, así como también a los rasos Guillermo Rosario Melo y Emil Alexander Rincón Martes.

Asimismo, instruyó a los acusados que establecieran ante el Ministerio Público que él no se encontraba en la escena y que ellos habían repelido una acción recibida de un carro Hyundai blanco que había pasado y que por error, en esas circunstancias, había resultado impactado el carro de las víctimas (de marca y modelo diferente al que esperaban).

La Fiscalía establece en su documento, depositado en corte, que en la acción criminal tuvieron participación todos los imputados presentados.

Detalles

Los informes periciales señalan que en la escena del crimen fueron colectados 24 casquillos calibre 9mm, 8 casquillos calibre 5.56 de fusil, 5 chaquetas de proyectil y 2 proyectiles impactados, entre otras evidencias recolectadas al realizar la experticia forense al vehículo, las cuales vinculan de manera directa a los acusados Guillermo Rosario Melo, Emil Alexander Rincón Marte, Victorino Reyes Navarro, Domingo Perdomo Reyes, Ángel de Los Santos, Anthony Castro Pérez y Juan Samuel Ogando Solis.

Al menos 10 casquillos de los recogidos en la escena del doble crimen fueron disparados por el raso Guillermo Rosario Melo, quien no estaba de servicio y fue superado por Ángel de los Santos, con 11 casquillos y de quien se desconoce el rango que ostentaba en las filas del cuerpo del orden.

Las armas de alto calibre fueron manejadas por el raso Anthony Castro Pérez (un fu­sil Taurus) y el sargento Domingo Perdomo Reyes (fusil M-16). Cabe señalar que esta última arma era la asignada al coronel Ma­ríñez, pero fue utilizada por Perdomo Reyes pa­ra disparar 9 veces a las víctimas.

El presidente de la República, Luis Abinader, anunció entonces la cancelación de cada uno de los miembros que se vieron involucrados en la muerte del grupo.

Otras participaciones

Norquis Rodríguez es otro de los acusados, pero su participación no fue entre los perpetradores del crimen.

“Consistió en facilitar los medios para la ocurrencia de los hechos, siendo la persona que una vez llegó a la escena condujo la camioneta de la policía, colocándola en el medio de la vía para obstaculizarla”, cuenta el expediente.

Asimismo, es señalado como la persona que le conducía a César Maríñez Lora y por ser quien supuestamente condujo el vehículo y acompañó al mayor Heriberto Muñoz junto a los acusados Domingo Perdomo y Juan Ogando a las orillas del río de La Represa, donde le realizaron los dos disparos que presenta la camioneta de la Policía Nacional.