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Gobierno rehabilita planta de tratamiento de aguas residuales en Barahona; ingenieros dicen es una solución a medias

El presidente Luis Abinader, junto al director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Wellington Arnaud, dejaron rehabilitada la planta de tratamiento de aguas residuales de la provincia de Barahona.

El proyecto, concebido para un período de tiempo de 30 años, como vida útil y que tenía 40, tuvo un costo de RD$ RD$62,500,000, según una nota de prensa distribuida por el Inapa.

El presidente Abinader, recordó que los trabajos se iniciaron el 13 de marzo de 2021.

“En apenas 10 meses los munícipes ya tienen en funcionamiento esta infraestructura. Es un crimen que inversiones millonarias sean dejadas en total abandono", dijo el jefe del Estado dominicano.

Arnaud, explicó que la planta tiene una capacidad para tratar 150 litros por segundos, impactando de manera favorable a 160 mil personas de los sectores Enriquillo, Baitoíta, Pueblo Nuevo, Villa Estela, Las Flores, Camboya y Savica, cuyos trabajos de rehabilitación generaron más de 500 empleos directos e indirectos, que contribuyeron a dinamizar la economía local.

Explicó que la planta de tratamiento estaba fuera de servicio por fallas en el sistema eléctrico, además de carecer de mantenimiento, por lo que el agua residual que pretendía ingresar al sistema era desviada por un vertedero ubicado en el canal de entrada al Desarenador y se conducía mediante una tubería de Ø30" H.A. hasta el Mar Caribe, sin previo tratamiento.

Indicó que esta situación provocaba brote de enfermedades, que afectaban la calidad visible del agua y el paisaje impactando considerablemente a los ecosistemas hídricos, limitando cualquiera de los otros usos del agua, como el sector turístico con alto nivel de ser explotado.

Resuelve a medias la problemática

Ingenieros de la Regional Suroeste del Colegio Dominicano de Ingenieros, arquitectos y Agrimensores (CODIA), consultados por Listín Diario, valoran la importancia que tiene el proyecto, así como su impacto positivo en aspectos vitales como la salud humana, pero consideran que se trata de una solución a medias.

Los consultados, quienes prefieren el anonimato, señalan que la vida útil de la planta es de 30 años, cuando este municipio tenía una población aproximada de 75,000 habitantes y según el último censo el número de personas que lo habita asciende a 132,600 habitantes.

Los técnicos consultados critican que no hubo un rediseño del proyecto, ya que se deja fuera a los sectores ubicados en la parte baja de la ciudad, los cuales no están conectados al alcantarillado, cuyas descargas la hacen directo al emblemático río Birán, el cual agoniza por la contaminación sistemática al que es sometido.

Uno de los profesionales de la construcción consultados, dijo que se debió construir en el hotel Guarocuya una estación de bombeo para recoger las aguas residuales de la parte baja, pero que no la hicieron las autoridades del Inapa.

Recordó que un estudio del Banco Mundial (BM), recomendó construir una nueva planta de tratamiento de aguas residuales y no tocar la que se inauguró y que entregó este domingo el presidente Abinader y el director ejecutivo del Inapa, Arnaud, sino hacer un proyecto nuevo más abajo de donde está ubicada la actual.

Se recuerda que el primer contratista de la planta de tratamiento, lo fue el ingeniero Rómulo Vallejo Pradel, pero el proyecto se luego se paralizó y se traspasó a Fernando Martínez, en el último período de gobierno del extinto expresidente Joaquín Balaguer, pero nuevamente fue parada la obra hasta hace 10 meses que la retomó la presente administración gubernamental.