Política

Análisis

PLD abre mañana su tómbola electoral

a las puertas de trazar suerte de presidenciables

Manuel FigueroaSanto Domingo, RD

Las presiones internas comienzan a minar al opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), cuando el tiempo se convierte en su principal obstáculo para establecer una metodología confiable, que permita elegir un candidato presidencial para 2024 alejado de los traumas que provocaron su derrota electoral en 2020.

El comité político decidió seleccionar su precandidato en octubre próximo, un año antes del plazo establecido por ley, donde se enfrentarían los aspirantes Margarita Cedeño, Abel Martínez, Francisco Domínguez Brito, Maritza Hernández, Karen Ricardo y la anunciada candidatura en esta semana de Luis de León.

No obstante, el nudo gordiano que agrega aderezo al pleno del Comité Central que se reunirá este domingo para debatir el tema, está en la disyuntiva de volver nuevamente a las primarias internas o al método de encuestas, según los disímiles planteamientos de numerosos dirigentes al más alto nivel.

Pese a que los precandidatos presidenciales que serán ofiocializados mañana han manifestado su disposión de firmar un pacto de convivencia pacífica , los mecanismos de selección se habían ido desacreditando con el paso de las dos décadas del PLD en el poder.

Punto de quiebre Todavía es motivo de análisis la crisis interna más profunda enfrentada por el PLD en sus 48 años de fundación cuando celebró las primarias abiertas para escoger en octubre de 2019 a su candidato presidencial de las elecciones del año siguiente, con el apoyo de la Junta Central Electoral (JCE).

Los resultados en el partido morado dieron a Gonzalo Castillo ganador con 911,923votos (48.72%) por encima del presidente del partido y tres veces presidente de la República, Leonel Fernández, que obtuvo 885,233 votos (47.29%). El punto de quiebre se produjo cuando Fernández denunció un fraude en su contra y desconoció los resultados. Trece días después renunció de la organización en la que había militado por más de 40 años, para fundar con un grupo de dirigentes leales el partido Fuerza del Pueblo.

Esta crisis, que todavía gravita en el PLD, se convertiría en el principal catalizador de la derrota en las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de 2020.

En ese mismo proceso interno ya otros precandidatos seguidores del entonces presidente Danilo Medina habían expresado sus desafectos con el método de encuestas enarbolado para seleccionar al ganador que enfrentaría a Fernández.

Fueron sintomáticas las retiradas de la contienda del fenecido secretario general Reinaldo Pared Pérez y de Carlos Amarante Baret, así como la sumisa resignación de Francisco Domíguez Brito, cuando anunciaron que Castillo sería el delfín del mandatario para 2020.

Los presidencibles El PLD se ha visto precisado a adelantar la precampaña interna, ante la evidente ventaja que se atribuye a los virtuales candidatos del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), el presidente Luis Abinader, y de Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández.

Por ahora los peledeístas se batirán internamente con la exprimera dama y exvicepresidenta de la República Margarita Cedeño, quien en las últimas semanas ha sorprendido al mundo político.

Cedeño ha recibido el respaldo de numerosos miembros de los poderosos comités político y central, mientras realiza una frontal oposición al gobierno de Abinader en actos públicos y en las redes sociales.

En determinados círculos ha comenzado a barajarse la hipótesis de que el expresidente Medina tendría una velada inclinación hacia Cedeño, quien fue la vicepresidente en sus dos períodos de gobierno (2012-2016 y 2016-2020) y candidata vicepresidencial junto a Castillo, una fórmula que no pudo mantener el reinado del PLD.

En el frente de batalla también se destaca el alcalde de Santiago y exdiputado, Abel Martínez, con un movimiento interno que aunque despegó con mucha energía ha ido perdiendo empuje con el paso de los días, en medio de la pandemia del Covid-19 y el localismo político.

Mientras el exprocurador general Domínguez Brito, un veterano en estas lides internas también dirige permanentemente sus cañones hacia el presidente Abinader, tratando de ganar espacio entre los peledeístas más radicales.

En el otro litoral se baten en más bajo perfil las aspirantes oficiales Maritza Hernández, exministra de Trabajo, y Karen Ricardo, exdiputada y exdirectoras de los programas especiales de la Presidencia, así como el profesor Luis de León, coordinador de la Fuerza Boschista y miembro del Comité Central, que dirigió una carta al presidente de la organización, Danilo Medina, exponiéndole su decisión de aspirar a la candidatura presidencial.

La reunión de mañana En la reunión de mañana de los miembros del Comité Central, que se celebrará a las 10:00 de la mañana en la casa nacional del PLD, se informará de los avances en la línea organizativa y electoral.

Pero el tema más esperado es que se procederá a la selección de las y los aspirantes a la precandidatura presidencial para las elecciones del 2024, pendiente de ratificación conforme a los Estatutos y leyes orgánicas vigentes.

El Comité Central había sido convocado el 30 de octubre del año pasado, pero este encuentro fue aplazado sin una fecha determinada, en medio de los trabajos organizativos y de crecimiento que se realizaban, muchos encabezados por el expresidente Medina, y que luego fueron mermando.

La JCE ha advertido a los partidos políticos que deben respetar el periodo de precampaña y realizar un paro en sus actividades proselitistas a destiempo, acción que fue criticada por las organizaciones políticas, especialmente por el PLD.

Debido a esto, el organismo electoral emitió la resolución 28/2021 que regula el período previo al inicio de la precampaña de cara a los procesos electorales para el 2 de julio de 2023, por lo cual los aspirantes presidenciales no podrán ser declarados de manera oficial como precandidatos.

Hasta tanto, los partidos solo podrán realizar actividades donde sus miembros expresen sus aspiraciones solo a lo interno de esa organización partidaria y no hacerlo de manera pública.