Justicia

A cuatro días de la muerte del coronel Mateo, en Los Alcarrizos esperan informes oficiales

En la casa de Mateo aún esperan por respuestas de parte de la Policía Nacional. Raúl Asencio / LD

Javier FloresSanto Domingo, RD

Cuatro días después de que el cuerpo sin vida del coronel de la Policía Nacional, Elpidio Guzmán Pérez, fuera hallado en una estación de combustible en el kilómetro 20 de la autopista Duarte, próximo a la entrada de La Guáyiga, sus familiares siguen esperando por informaciones sobre su muerte.

En los Alcarrizos donde vivía, Blanca Iris, esposa del fenecido coronel, cuenta que las autoridades aún no le han ofrecido ningún tipo de avance acerca de las investigaciones del caso.

“Después del primer día (el pasado martes), no han vuelto, no tenemos informaciones de cómo marchan las investigaciones ni nada y eso que él era un miembro activo, todavía”, narra la pareja del coronel.

Hasta el momento, la Policía Nacional no ha dado ningún tipo de detalle acerca de lo ocurrido con Mateo, a pesar de los intentos de los reporteros de este diario.

De acuerdo con las versiones que cuentan los parientes, Mateo, como era conocido en el barrio y por sus familiares, salió de su casa con vestimenta de correr alrededor de las 2:00 AM, un par de zapatos disparejos (de pares diferentes) y sin ni siquiera su arma de reglamento, la cual no tenia porque estaba de licencia de sus funciones, en palabras de la cuñada de Iris, Mateo salió de su hogar pareciendo “un loco”, por lo que no era una víctima palpable de un atraco.

Mateo caminaba todos los días, pero lo hacía próximo a las seis de la mañana y en los alrededores de su residencia en el sector de "La Esperanza", ubicada en el municipio de Los Alcarrizos, por lo que la situación extrañó aún más a sus parientes.

Según varias versiones, el cadáver de Mateo fue encontrado por el vigilante de la bomba de gasolina cuando el reloj marcaba las 5:30 de la mañana de ese "fatídico" día.

El coronel que no parecía un alto oficial

Con 30 años residiendo en el sector de “La Esperanza”, algunos vecinos no tenían mucho tiempo de haberse enterado que el oficial ocupaba un “alto rango” dentro de las filas de la Policía Nacional, por lo sencillo que era.

“Él era así, casi nunca andaba con el uniforme, ni con el arma; ni parecía un coronel, él no tenía problemas con nadie ni se metía con nadie, él era muy buena persona, una persona siempre empático y que nos mostraba siempre una sonrisa y ni hablar, lo bueno que era con sus hijos”, dice Bianca.

Ese testimonio fue compartido por la mayoría de los vecinos consultados por el LISTÍN DIARIO, quienes afirmaron que “lo del era sentarse afuera de su casa y hacer coro con todo el mundo”.