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Desafían la pandemia para despedir a dos murieron en Chiapas

Lamentos. Jóvenes, niños y adultos expresaban su pesar por el fallecimiento de los dos hijos de esta nordestana ciudad, indicando que ninguno tenía motivos económicos para realizar la travesía ilegal hacia Estados Unidos.

La solidaridad pudo más que el Covid y en Monte Cristi cientos dieron el último adiós a dos víctimas de la tragedia de Chiapas, México. ONELIO DOMÍNGUEZ

La solidaridad pudo más que el Covid y en Monte Cristi cientos dieron el último adiós a dos víctimas de la tragedia de Chiapas, México. ONELIO DOMÍNGUEZ

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Ricardo SantanaMonte Cristi, RD

Al llegar los cuerpos de Huáscar Pérez Vargas y Benito Ramón Almonte, dos hijos de Monte Cristi, decenas de personas desafiaron el rebrote del Covid-19 y su variante Ómicron, así como la expansión de la afección gripal y asistieron en masa a los dos velatorios, pero manteniendo ciertos protocolos sanitarios, como uso de mascarillas, distanciamiento físico y desinfección de manos.

El sueño americano (estadounidense), llevó a la muerte a 11 dominicanos. incluidos esos nativos de esta ciudad de Monte Cristi, noroeste del país. Los restantes ocho fallecidos eran nativos de la sureña ciudad de Baní.

Todos fallecieron en un trágico accidente donde además, otras 50 personas de distintas nacionalidades, perecieron dentro de un furgón en el que pretendían llegar a Estados Unidos y en el que iban cerca de 200 personas.

La tristeza y la angustia, se apoderaron durante elfin de semana de habitantes del Distrito Municipal de Hatillo Palma y del municipio de San Fernando, de la provincia Monte Cristi, donde fueron sepultados con canciones religiosas coreadas, los restos de los dos hombres que eran cuñados y que murieron el 9 de diciembre en el percance automovilístico en el trayecto Chiapas -Puebla en México.

Los fallecidos Las víctimas Huáscar Pérez Vargas y Benito Ramón Almonte, tenían 26 y 27 años, respectivamente. Pérez Vargas era productor agrícola y comerciante, mientras que Almonte trabajaba para la Dirección General de Prisiones, adscrito a la Procuraduría General de la República, segun eplicaron sus familiares.

¿Porque lo hicieron? Karina Lugo Vargas, en medio de llantos, contó al Listín Diario, que no entiende el porqué su hermano Huáscar Pérez Vargas, se embarcó en ese viaje, porque era productor agrícola, comerciante y no tenía esa necesidad.

Asimismo, dijo que agradecen al presidente Luis Abinader, porque aunque el proceso fue largo, cumplió lo que prometió de enviar los cuerpos de sus parientes a sus propias casas.

Cabe destacar que muchas de las personas presentes en el velatorio de Huáscar vestían camisetas blancas con fotos que lo identificaban.

Por igual, agregó que desde que se enteraron de la tragedia, todo es tristeza y que su pariente no le informó nada de su peligroso propósito.

Los dos cuerpos llegaron a las residencias de sus familiares, el de Hatillo Palma a las 4.15 de la madrugada y el de San Fernando, Monte Cristi a las 5.00 de la mañana del viernes

Pudieron identifcarlos Los cuerpos de los dos dominicanos de Monte Cristi llegaron en ataúdes sellados y con la salvedad, de que no podían abrir los féretros.

Pero, les permitieron brevemente a los familiares mirarlos por al menos 15 minutos para verificar si se trataban de los suyos y asi pudieron identificarlos.

El comunicador Ramón Benito Almonte, padre de Benito Ramón Almonte, declaró que su hijo trabajaba en la Dirección General de Prisiones, de la Procuraduría General de la República por lo que cree no tenía motivos para hacer ese riesgoso viaje ilegal.

Dijo mentiras Benito Almonte dijo que su hijo le mintió a algunos amigos, porque su hijo le habia dicho que lo despidieron del trabajo y el se lo comunicó a algunas amistades, luego se enteró que fue él que renunció para viajar a Estados Unidos, vía el aeropuerto internacional de las Américas de Santo Domingo, luego Panamá, Guatemala y México.

El desafío Vecinos y allegados de los familiares de Huáscar Pérez Vargas y de Benito Ramón Almonte, quienes eran cuñados, visitaron las residencias de sus padres, donde eran velados los cuerpos, para expresar su solidaridad, sin importar el rebrote del Covid-19.

No obstante, a pesar de que en los velatorios se notaba la presencia de mucha gente, por recomendación del Gobierno a través de la Cancillería, se tomaron algunos protocolos, como desinfectantes de manos en las entradas principales de las viviendas y mascarillas disponibles para las personas que iban a dar el pésame y que por una y otra razón no las tenían puestas.

Asimismo, los parientes reiteraron en varias oportunidades que estaban “muy agradecidos” con el presidente Abinader, porque aunque el proceso fue largo, cumplió lo que prometió de enviar los cuerpos de sus parientes a sus propias casas.

SEPA MÁS

Su madre siempre a su lado estuvo Conforme a declaraciones de Almonte, a petición de María Espinal, madre de su hijo fenecido, decidieron que, después de casi un mes de lo ocurrido y de tanta espera, dolor, llantos y tristeza, querían sentir su cuerpo aún inerte en medio de la sala de la casa donde nació y creció.

Cuando sacaron el ataúd con los restos de Benito Almonte Espinal, su madre y otros familiares, en medio de llantos, pedían a los voluntarios que los dejaran en la casa para siempre, a pesar de que el féretro que contenía sus restos estaba sellado, tal como había sido acordado con las autoridades.