A las 11:00 de la mañana de este martes llegó al sector de Catalina, de la provincia Peravia, el cadáver de Frantoni Matos, una de las víctimas de la tragedia de México. Desde ese momento, en la casa materna, velan sus restos. Las escenas de llanto y dolor son desgarradoras.

Su madre Isabel, profesora y directora de la escuela de la comunidad, llora desconsolada en brazos de familiares y vecinos. Su clamor sólo alcanza para nombrar a su hijo Frantoni, de 22 años cumplidos a días de su fallecimiento en el vuelco fatal del tráiler lleno de indocumentados en Chiapas, el 9 de diciembre.

“Mi hijo, Dios mío, lo perdí, ¡dejó la universidad por ir detrás del sueño americano!”, se le oye gritar desconsolada.