Mujeres relatan abusos físicos y sexuales en viajes ilegales
Durante sus aventuras de viajes ilegales al exterior, muchas de las víctimas de los traficantes de personas son mujeres.
Estas sufren todo tipo de abusos, principalmente cuando se trata de viajes por mar y montes, cuando algunas son obligadas a intercambio de sexo con guías o organizadores, a cambio de condonar sus deudas.
Al final, estas mujeres terminan siendo un tipo de esclavas de los traficantes de blancas. JDP, una sigla para proteger su identidad, es una nativa de Villa Vásquez, Montecristi. Ella recuerda la odesea que pasó cuando embarcó hace 22 años a Puerto Rico por la playa Baoba del Piñal, en Nagua.
La persona que la constató para el viaje le exigió una suma de dinero que no estaba a su alcance. “El me dijo: ‘no te preocupes, en el camino no las arreglamos, busca 30,000, en el trayecto tu y yo nos podemos de acuerdo y el dinero faltante me lo mandas cuando comince a trabajar en Puerto Rico’ ”, agregó.
Dijo que algunas mujeres, incluida ella, fueron hospedadas en un hotel de “mala muerte”, en Nagua, donde compartió habitación con otra mujer.
Una noche, dijo, el hombre llegó con otro individuo las violaron en la misma cama. Explicó que a las 7.00 de la noche del día siguiente partieron a un monte de la playa de Baoba del Piñal, y mientras esperaban la salida de la yola con los viajeros, el hombre volvió a abusarla.
“Recuerdo que me obligó a ponerme de espalda, sujetada a una mata de almendra, y ahí hizo de todo conmigo”, refirió.
El viaje salió a medianoche, pero los capitanes y sus ayudantes detectaron que un tiburón merodeaba la embarcación. “Nos dijeron: ‘todas las mujeres, las que tienen pantalones, que se los bajen y las que andan con vestidos se quiten su ropa interior, las vamos a revisar, porque si hay una o dos que les llegó la menstruación, la vamos a tirar al mar, porque ese tiburón se nota desafiante y si nos persigue es porque percibe sangre, y por una o dos personas; no vamos a morir cerca de 100’ ”, enfatizó. El nerviosismo se apoderó de las mujeres .
Tras revisar sus vajinas, descubrieron que a una de Cotuí tenía el periodo y querían tirarla al mar, pero hubo oposición, dando origen a un altercado.