La República

DEFENSA

Símbolo de entrega y sacrificio en aras del país

Aun no ha cumplido los 40 años y su madurez es envidiable. Sus destrezas y habilidades como piloto de la Fuerza Aérea Dominicana la llevaron a ser nombrada al frente del Escuadrón de Combate.

Ella sabe el tamaño de su responsabilidad, pero no pierde el sueño. Al contrario. No descansa en los laureles. Con ella crece la confianza depositada sobre sus hombros. En su caso, tal vez su entrega es especial porque simboliza la defensa de la patria.

La teniente coronel piloto María Tejada Quintana es solo uno de los casos donde a mujer se ha ido empoderando. Ya no es solo símbolo de la cotidianidad, sino que ocupa un rol de alto mando militsr.

Su lucha constante para alcanzar espacios gtacias a su preparación no ha sido en vano.

Ella es la primera dominicana designada en la jefatura del ´Escuadrón de Combate ´ de la Fuerza Aérea Dominicana.

Fue nombrada el pasado septiembre del 2021. Se ha transformado también en referente y estímulo para las generaciones presentes y futuras.

Su permanencia en el cargo lo consideró como una oportunidad de crecimiento para su carrera en las filas militares.

Comentó el valor personal al asumir esta responsabilidad: “Es un reto, no solo por mi condición de mujer, sino para cualquier ser humano, porque dirigir personas en un escuadrón donde se desempeñan misiones tan complejas, no es fácil, pero sí una oportunidad de crecimiento que agradezco al alto mando por tomar en cuenta mi preparación y trayectoria”.

Con firmeza y sin dejar dudas, insistió en que cada día es un desafío lograr que cada misión se desarrolle sin novedad, que no sucedan incidentes y que todo transcurra como se planifica.

Ser, hasta el momento, la única piloto femenina que se le haya dado ese honor es una experiencia maravillosa.

Ella ingresó en la academia “Batalla de las Carreras” en 2002. Perteneció a la primera promoción de mujeres con el rango de “cadete”. Es parte del grupo de féminas formadas durante cuatro años en una carrera militar. Después, pasó a la Escuela de Aviación, donde se graduó como piloto aviador en 2017.

Integró el Escuadrón de Combate, y continuó su entrenamiento tanto fuera como dentro del país. Esos fueron los inicios de su ascenso promisorio: Siempre disciplinada, profesional y cumplidora de las orientaciones superiores.

Ha llegado a estas responsabilidades profesionales no por arte de magia. Las personas se eligen por vocación descubierta o influencias cercenas. Ese puede ser el caso de esta joven oriunda de San Francisco de Macorís, quien creció conviviendo con su hermano, hoy también piloto.

“Escuchaba a mi hermano hablar de la carrera militar, de los retos y sacrificios que se enfrentaban durante el entrenamiento, así como de las cosas buenas. Sus palabras me impresionaban”, narró.

La adaptación fue complicada. Durante ese tiempo enfrentó momentos donde se cuestionó si iba a poder continuar en la carrera elegida, pero su perseverancia y constancia impidieron abandonarla.

Cero discriminaciones La formación militar, tanto de hombres como de mujeres, es pareja. En las FARD no se permite minimizar a una persona por cuestión de sexo: todos son militares, profesionales de carrera y solo se mide el rendimiento y la disciplina ante el trabajo.

“Existe lo que es el mando militar, quien lo da no importa, si hay una mujer, como en mi caso, ellos solo captan las órdenes impartidas para las misiones: Todo lo que se tiene que hacer en el escuadrón de vuelo tiene que salir exitoso”, aseguró.

A estas alturas de su vida, se siente bien en el cargo para el que fue designada,y no precisamente por estar dirigiendo hombres, sino por haber tenido el privilegio de dirigir su unidad de vuelo a la que fue asignada.

Mirada al ser humano Fuera del mando militar ella vive connormalidad. No está casada ni tiene hijos. Esta ha sido una decisión muy personal. Sin embargo, ha tenido compañeras con una familia y que han podido continuar en la aviación.

“A veces hay que hacer sacrificios, no es que sea más importante la carrera, pero el tema es mantener el balance entre ambas cosas; en ocasiones hay que sacrificar una cosa o la otra para poder avanzar y ser alguien de utilidad en la vida. Realmente se puede. Nada es imposible”,

Ella tiene una vida normal, comparte con amistades y familiares aunque por cuestión de tiempo, en ocasiones, debe sacrificar esos momentos.

“En este caso y debido a mi cargo, uno nunca está del todo libre, se debe vivir pendiente al teléfono por si hay un vuelo nocturno, que si llegó, que si aterrizó bien, y dar el soporte y apoyo debido”.

Le gusta el cine y la música, y en sus vacaciones va a la playa como cualquier otro civil, pero más cohibida por cuestión de seguridad.

Burbuja En la Fuerza Aérea, los pilotos se identifican con un callsing, según su personalidad. Estos pueden ser tanto jocosos como extrovertidos. El suyo no es la excepción. “Burbuja” la llaman. Ese es su seudónimo. Viene de la referencia de “chica súper poderosa”.

Este pseudónimo surgió en su etapa de estudiante en la escuela de aviación. Ella y otras dos jóvenes mostraban precocidad y disposición para el combate, y se les llamaban “las chicas poderosas”. Pero al final solo ella se graduó.

Motivación La oficial instó a las jóvenes a no tener miedo, a luchar por sus sueños y a prepararse: “Que se preparen, que sean perseverantes en sus sueños, que no ponga en su mente que por ser mujer no pueden, porque eso no es verdad, se está demostrando el valor de la mujer en todos los ámbitos”.

Las oportunidades tarde o temprano llegan, pero si se carece de preparación, no se van a poder lograr.

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