La República

El drama de las embarazadas

Las embarazadas haitianas llegan apenas con agua. LD

Médicos dominicanos que atien­den a ciudadanos hai­tianos, se quejan porque cuando tienen que hacer transfusiones sanguíneas a esos pacientes, espe­cialmente a parturientas, sus familiares se niegan a donar sangre y eso difi­culta su labor.

El director médico del hospital regional univer­sitario José María Cabral y Báez, Manasés Peña, afir­ma que cuando no hay co­laboración de familiares, cualquier procedimiento se aborta.

Según Peña, si los pa­rientes de los pacientes, como embarazadas a pun­to de parir colaboraran más, los procesos fueran más exitosos, porque debi­do a la debilidad y las difi­cultades de salud que pre­sentan, principalmente las parturientas, tienen que intervenirlas para que den a luz por cesáreas.

El médico expresó que muchas de las parturien­tas haitianas, que ingre­san al país, llegan sin re­ferimientos médicos, con enfermedades de transmi­sión sexual, anemia, y otras dolencias.

En ese contexto, el direc­tor del hospitao José María Cabral y Báez informó que cuando esas pacientes hai­tianas llegan en esas condi­ciones, además de practi­carles el parto, tienen que analizarlas y muchas veces dejarlas internas hasta que recuperen.

El funcionario hospi­talario significó que todo eso implica gastos eleva­dos para el Estado domi­nicano.

“Siempre he dicho que si esas mujeres dejan de pa­gar las sumas de dinero ele­vadas a los traficantes de personas que operan en la frontera, sería un alivio para el sistema de salud dominicano”, comentó.

Muchas de las partu­rientas llegan sin nada, porque los poteas y otros traficantes de haitianos in­documentados, las despoja­ron de dinero y de todas las pertenencias.