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Canibalismo, crímenes y narcotráfico marcaron vidas en viajes ilegales

Un salto de tierra al mar, y del mar a la tumba donde acaban sepultadas sus ilusiones.

Deyanira PolancoSanto Domingo, RD

Comer carne humana ha si­do uno de los relatos más perturbado­res de quienes agarran una yola para irse a Puerto Ri­co, como también ver co­mo lanzan a sus compañe­ros cuando la embarcación se está llenado de agua, o a una mujer que le llegó la menstruación, porque la sangre atrae a los tiburones.

Así contaron sobrevi­vientes de naufragios, co­mo uno el de una embarca­cion que estuvo más de diez días a la deriva, tras salir de la costa Este dominicana el 29 de julio de 2004, con 87 personas, de las que so­brevivieron 37. Estos recu­rrieron a todo para calmar hambre y sed, desde el ca­nibalismo hasta amaman­tarse de lactantes.

En 2004 se registraron 11 naufragios, con saldo de 123 muertos. eso alertó a los guardacostas estadouni­denses. En cinco meses fue­ron detenidas 1,356 perso­nas y en la isla sepultaron a 21 en fosa común. Los do­minicanos no han ido so­los en su travesía, porque desde el 2001 se reportan victimas haitianas, como en abril, cuando se regis­tró la desaparición de una yola con 111 extranjeros que salió desde Villa Vás­quez, en Montecristi, y fue­ron rescatados a la deriva en Islas Turcos y Caicos. Y continuaron las tragedias y un mes después, en mayo, zozobró una yola que par­tió desde Portillo, en la Isa­bela, Puerto Plata, en el re­cio Océano Atlántico, con siete muertos y 50 desapa­recidos, se dijo que tam­bién iban ciudadanos hai­tianos.

Para 2005 fueron notifi­cados más de diez naufra­gios, con decenas de des­parecidos, grupos devueltos a sus país de origen. Des­de ese mismo año al 30 de septiembre de 2006 arriba­ron a República Dominica­na 1,504 repatriados por la guardia costera puertorri­queña, de entre estos 707 cubanos.

Cubanos a RD en yola, y luego a EE.UU Los cubanos tenían la ven­taja de que si llegaban a tie­rra estadounidenses eran favorecidos con la protec­ción de la ley de Pies Secos, Pies Mojados, que fue aboli­da en 2017 por el gobierno demócrata de Barack Oba­ma.

Los precios siguieron su­biendo para viajar en las pe­ligrosas yolas construidas a base de madera, porque los cubanos pagaban de entre 2,500 y 3,000 dólares.

Este año, los periódicos no registran grandes nau­fragios, pero si apresamien­tos de indocumentados y repatriados.

Entre 2008 y 2009 se ha­bló de una disminución de los viales ilegales, pero con saldos tráficos de varios naufragios.

Para el año 2009 se in­formó del retorno de 4,000 dominicanos radicados de manera irregular en varios países, incluido Puerto Ri­co.

Durante los años 2010, 2011, 2012 y 2013 se re­gistraron menos naufra­gios y reportes de viajes, pe­ro para 2013 había nuevos “clientes”: los haitianos em­pezaron a migrar en masa a Puerto Rico desde las costas dominicanas.

Durante los primeros nueve meses de 2013, la Ar­mada Dominicana apresó a 923 haitianos mientras in­tentaban cruzar el canal de la Mona. Para el año 2014, se reportó una reducción de viajes ilegales y la Guardia Costera detuvo a 4,472, de los que 2,822 eran cubanos, 332 dominicanos y 1,313 haitianos.

Casos de canibalismo El engaño ha estado presen­te en todos los viajes ilega­les.

Primero, bajo la prome­sa de que todo es seguro y que el sueño se logra al lle­gar a Borinquen; también sustracción de dinero, y el abandono de los viajes en las mismas costas domini­canas.

El 4 de septiembre 2005, en Cabeza de Toro, Higüey, un grupo de 30 personas celebraba haber llegado a Puerto Rico a salvo. Creían haber llegado a Puerto Ri­co. Todos eran oriundos de la región del Cibao.

El 1 de marzo de ese año, 17 personas fueron dejadas en una playa de Bávaro, fin­giéndoles que habían llega­do a Puerto Rico. Salieron desde Arrollo Barril, en Sa­maná. El grupo pagó 510 mil.

Respecto a las prácticas de canibalismo, se trata de un caso de sobrevivencia humana, por parte de un grupo a la deriva en Islas Turcos y Caicos, según na­rraron los sobrevivientes.

Los dominicanos siguie­ron viajando, pero legal, co­mo turistas.

A partir de 2013, esos viajes ilegales que empren­didos por personas de dife­rentes condiciones sociales, incluidos profesionales, co­mo maestros, comenzaron a reducirse, pero sí hubo naufragios.

Esto, aunque no está con­firmado, pudiera estar rela­cionado con la cantidad de dominicanos favorecidos con visas norteamericanas, de las que expertos lo atri­buyeron al crecimiento eco­nómico que mantenía Re­pública Dominicana.

Las estadísticas del De­partamento de Estado de Estados Unidos indicaban que de 2011 a 2016, un to­tal de 502, 708 dominica­nos recibieron visas de no inmigrantes o turismo.

Ilegales, drogas Desde el año 2018, el nar­cotráfico ha usado la ruta que antes solo era reporta­da en el trasiego de indocu­mentados, esto para llevar millonarios alijos al Esta­do Libre Asociado, aunque desde inicio del siglo existe esa mala práctica.

En mayo de 2018, la Pa­trulla Fronteriza Fura in­cautó 601 kilos de cocaína valorados en 15.6 millones de dólares, y el arresto de dos dominicanos.