Amistades que se forjan en la vigilia hospitalaria
En las afueras como en el interior de las áreas habilitadas, en los distintos hospitales del país, para tratar pacientes afectados por covid-19 se han tejido cientos de historias sobre los contenes calientes y las camillas de urgencias que han ocupado familiares y contagiados, respectivamente.
Algunos relatos son de pérdidas y otros, por el contrario, de ganancias, como es el caso de Gumersinda Rincón y Juana Vizcaíno, dos mujeres que entre las horas de espera por los diagnósticos diarios de sus allegados han construido una amistad.
Gumersinda fue la primera en llegar a la unidad de Covid del Hospital Docente Dr. Francisco E. Moscoso Puello buscando un cupo para su esposo Virgilio Castillo que a pesar de resultar negativo a tres pruebas rápidas presentaba síntomas de la enfermedad.
“El se daba golpes en el pecho y yo veía al viejito así. Era que él no podía respirar”, contó Gumersinda, quien ya tiene 52 años de matrimonio.
Desde el municipio de Guerra, la mujer llegó el viernes al referido centro médico, y desde entonces viaja diariamente para estar pendiente de la evolución de su compañero de vida “de siete a siete”.
“A las siete de la mañana ya yo estoy aquí, y yo me voy como a las siete de la noche para volver al otro día”, narró.
A sus 90 años, con problemas pulmonares y neumonía, Virgilio avanza satisfactoriamente, según la esposa, quien también aseguró que “con Dios” pronto volverán a casa. “Yo espero tener a mi viejito en Navidad”, expresó.
Juntas Justo a su lado, compartían el “asiento duro”, como le llaman a las aceras y contenes del parqueo del Moscos y que se ha convertido en el área de espera, estaba Juana Vizcaíno, quien así como Gumersinda se traslada diario para no perder detalle de su madre. Fue el pasado miércoles cuando las mujeres se encontraron por primera vez, los sucesivos días han compartido las angustias, las alegrías y, sobre todo, la espera, que según dicen “cada día es más difícil”.
“Ella y yo nos hicimos amigas. Yo la encontré aquí, siempre uno se ve y se va haciendo amiga”, resaltó.
SEPA MÁS Grave, pero estable En el caso de la madre de Juana, su condición de salud le ha llevado hasta la UCI, donde está intubada. No obstante, Juana se aferra a los reportes que sostienen que aunque está de gravedad, se mantiene estable.
Sale tempranito Juana recorre “tempranito” el mismo camino desde Villa Mella para evitar los taponamientos que les retrasen estar antes de las ocho en las instalaciones hospitalarias. “Uno puede venir en el metro, pero uno no tiene las condiciones para coger un vehículo”.