La vacunación contra el covid-19 se hunde en el silencio

Envueltos en un silencio ensordecedor, así transcurren los días en las instalaciones de hospitales, áreas deportivas, parqueos y otros espacios habilitados para llevar a cabo el Plan Nacional de vacunación.

Unos pocos que al final del día no suman, entre todos, más de 50 o 60 inmunizados son los únicos que con su llegada, a cuenta gotas, interrumpen con sus pasos la serenidad de dónde antes se tenían que hacer filas para ingresar.

"Tu miras para ya y ves silencio, tu miras para el otro lado y ves silencio también", fueron las palabras con que describió el entorno diario uno de los colaboradores del puesto de vacaciones que funciona en el pabellón de karate del Centro Olímpico.

Sillas vacías, un personal cabizbajo y el compuesto químico contra el covid-19 resguardado, es el panorama que se repite de centro en centro, según los consultados, desde hace poco más de dos semanas.

En el hospital Santo Socorro, por ejemplo, los supervisores de vacunación han salido a los alrededores y aún así las cifras no alcanzan a las 50 personas.

Asimismo, en el puesto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) este pasado martes solo vacunaron unas 46 personas.

Uno de los encargados del área VI de salud explicó a este medio que tan pronto finalizó el "revuelo" que causó la disposición gubernamental que ordenaba presentar la tarjeta de vacunación para ingresar a algunos lugares públicos y privados, el ritmo de inoculación comenzó a descender.

El especialista de la salud indicó que solo con nuevas iniciativas se podrá levantar el progreso de la jornada.