Rafael Abinader y la trama para ajusticiar a Trujillo
Rafael Abinader fue contactado por Rafael Estrella Sahdalá quien le confió confirmar si su padre, el general Pedro (Piro) Estrella, lo apoyaba en el compromiso que había asumido para con la patria dominicana.
Este jueves se cumplen tres años de la partida de José Rafael Abinader Wasaf, un dirigente político que destacó por mantenerse firme a sus principios y es recordado por su participación en las luchas contemporáneas por la democracia de la República Dominicana.
Además de sus aportes a la educación y la fundación de la Universidad O&M, Abinader, padre del actual presidente de la República, Luis Abinader, realizó vida política en diversos partidos y participó en varias ocasiones en la carrera por la presidencia, pero una de las facetas poco conocidas fue su complicidad en la conjura contra el dictador Rafael Leónidas Trujillo, el 30 de mayo de 1961.
Salvador Estrella Sahdalá había hecho contacto con los hermanos Antonio y Octavio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, el teniente Amado García Guerrero, su cuñado Máximo Mueses, Rafael Batlle Viñas, su hermano César Estrella Sahdalá, pero también con José Rafael Abinader, cariñosamente Fao, a quien le unían lazos familiares, ya que ambos eran libaneses. Aunque, a Sahdalá y Abinader lo unían además el matrimonio entre Manuel Estrella, primo de Salvador, y una hermana de Rafael.
En el libro “Del Complot a la Gloria”, Luis Salvador Estrella cuenta que su padre le confió a Abinader, entre otros compañeros, el compromiso que había asumido para con la patria dominicana y lo utilizó para confirmar si su padre, el general Pedro (Piro) Estrella, lo apoyaba en la causa. Dispuesto a ayudarlo, Rafael Abinader visitó a don Piro y le sugirió que la situación del sátrapa era bastante delicada.
“La cosa se está poniendo fea, don Piro”, le planteó el amigo de la familia Sahdalá; a lo que el padre respondió: “Mira Fao, a Trujillo lo van a matar, el jefe no se muere en cama”.
Con esas palabras Fao Abinader creyó que, pese a las diferencias entre Estella y su hijo Salvador, ya sabía de la planificación del ajusticiamiento en el que Estrella Sahdalá participaba y no lo reprobaba.
Asimismo, Estrella le hizo saber que se presentía que el tirano estaba “desandando los pasos que dio cuando subió al poder”, visitando los sitios que recorrió al principio, a modo de despedida, como si presagiara su muerte. “Pero no es verdad que al jefe lo mata cualquiera; al jefe lo matan gentes de braguetas, como un Antonio de la Maza o alguien como él”, agregó don Piro, esto último quizás aludiendo a su hijo o al menos eso imaginó Abinader.
No obstante, entre los últimos capítulos del libro publicado en 1998, se revela que todo esto fue un malentendido. Luis Salvador Estrella se enteró tiempo después que su abuelo Piro no tenía la remota idea de que su hijo, quien fue enrolado a la conjura a principios de 1961 por Antonio de la Maza, estaba envuelto en una conspiración contra el dictador que rigió el país entre 1930 y 1961.
Búsqueda de presidencia Su primer intento fue en 1982 por el partido Alianza Dominicana logrando solo 9,208 votos y perdiendo ante Salvador Jorge Blanco del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Pero su deseo de alcanzar el Poder Ejecutivo con el fin de administrar los destinos del país lo hizo intentar nueva vez en 1990, esta vez por Acción Constitucional.
El intento de coronarse como presidente del país fue otra vez fallido, obteniendo solo el 0.25 % de los votos emitidos en esos comicios, tras unas elecciones caracterizadas por fuertes insultos y denuncias de fraude, donde para muchos ganó Juan Bosch y el Partido de la Liberación Dominicana, pero el triunfo le fue adjudicado a Joaquín Balaguer.
Su última aspiración por convertirse en presidente fue como candidato de Alianza Social Dominicana, en 1996, donde el país fue a las urnas en dos ocasiones para elegir al mandatario. Aquellos comicios fueron ganados por Leonel Fernández, gracias a la alianza entre Joaquín Balaguer y Juan Bosch, José Rafael Abinader en esa ocasión obtuvo casi 4,000 votos, un 0.13 %.
En la segunda vuelta de esas elecciones, el doctor Abinader respaldó al PLD y al novel Leonel Fernández, en vez de José Francisco Peña Gómez.
Aunque nunca logró llegar al Palacio Nacional como presidente, sí consiguió servir a la sociedad dominicana desde otros puestos electivos. En 1998 fue electo senador de Santiago por el PRD hasta el 2002 y, en cada uno de los cargos públicos para los que fue designado, se distinguió por su constante lucha contra la corrupción administrativa.
Asimismo, apoyó a los posteriores candidatos presidenciales del partido blanco, al que ingresó en 1961: Hipólito Mejía en el 2000 y en el 2008 a Miguel Vargas Maldonado.
No fue hasta la noche del cinco de julio que la familia Abinader vio cómo se hacían realidad los deseos de Abinader padre, cuando Luis Rodolfo derrotó a sus mayores contrincantes, del Partido de la Liberación Dominicana y de la Fuerza del Pueblo, con un 52.83% de los votos; logrando ser lo que su padre siempre quiso.
Su muerte Al fallecer el 4 de noviembre de 2018, a la edad de 89 años, el también exsenador fue descrito como un paradigma de la honestidad y del trabajo que dejó un legado de integridad y pulcritud desde su incorporación a las labores políticas.
En conmemoración del Día del Padre, el pasado 24 de julio, el jefe de Estado aseguró que los principios éticos, de moral, amor y justicia inculcados por su progenitor “han sido la base para formar su familia y desarrollar un Gobierno honesto y democrático”.
Trayectoria Abinader Wasaf, nacido en 1929 en el municipio de Tamboril (provincia Santiago), fue escritor, doctor en derecho, experto en finanzas y administración pública, fue ministro de finanzas (hoy Ministerio de Hacienda), vicerrector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, contralor general de la República, director general de Impuesto sobre la Renta y director de la Oficina Nacional de Presupuesto.