Panorama político. Suspensión de viaje a cumbre
Abinader avizora la gravedad de la situación en Haití
Al suspender su viaje al Reino Unido, donde participaría en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), el presidente Luis Abinader muestra en extremo la gravedad de la situación de Haití y su responsabilidad frente a un problema del vecindario.
Abinader posiblemente tenga informaciones privilegiadas de las acciones que podría llevar a cabo Estados Unidos para rescatar a los 17 rehenes secuestrados por la banda terrorista 400 Mawozo, que en la última semana adquirió un protagonismo peligroso.
Estados Unidos está siguiendo con mucho interés la situación, ya tiene emplazados en Puerto Príncipe a un grupito del FBI y de otras agencias que monitorean la situación de los 16 norteamericanos y un canadiense, entre ellos varios niños todos blancos, que pudieran ser identificados desde aviones especiales de vigilancia.
Se dice que Estados Unidos podría lanzar una acción de comando para rescatar a los 17 rehenes con el apoyo de Canadá y muchos otros países, aunque parte de la comunidad internacional se inclina a una acción de Naciones Unidas, como en su momento fue la operación para restablecer la democracia y retornar al poder al presidente Jean Bertrand Aristide, en 1994.
Las bandas de secuestradores han aumentado tanto y el peligro está presente para cualquiera que pudiera pagar rescate. En la actualidad 400 Mawozo pide un rescate de 17 millones de dólares, una suma exagerada para la congregación Christian Aide Ministries, tras el secuestro hace 15 días.
No se anticipa que una acción contra las pandillas que tienen secuestrados a los misioneros pueda ocurrir mientras el presidente Joe Biden se encuentre en Europa en la reunión del G-20, las grandes economías del mundo, a la cual no asisten Rusia, China y México.
Abinader y viajes El presidente Abinader sobremarcó la gravedad de la situación haitiana al solicitar esta semana que los dominicanos no viajen al país vecino sino era urgente. El tráfico de haitianos y dominicanos es constante en la frontera común y se ha dado el caso de que varios camioneros dominicanos han sido secuestrados y algunos liberados tras pagar rescate.
Haití tiene una crisis en paralelo al secuestro de los misioneros, con el desabastecimiento de combustible que ha provocado el cierre de las estaciones de expendio en todo el país. La pandilla haitiana bien armada Federación G9 ofertó al primer ministro haitiano Ariel Henry que renuncie a cambio de que paren los bloqueos a las gasolineras.
La gente no duerme en el país vecino. El sector adinerado teme a las bandas que están exigiendo por teléfono y medios discretos como los correos electrónicos, dinero a cambio de protección. Las actividades sociales han disminuido y las iglesias abren solo en las horas de sol.
Al suspender el viaje al Reino Unido, que bien le hubiese servido al gobernante dominicano para exponer sus puntos de vista sobre Haití a otros gobernantes y ministros, el líder dominicano pudo tomar el tiempo para seguir las repercusiones que ha tenido su decisión de no presentar la reforma tributaria.
Medida al parecer muy sopesada en los últimos días, la misma echó a tierra una al parecer indiscreta y arriesgada opinión de su funcionario José Rijo Presbot, director de Presupuesto, quien dijo que la reforma fiscal “va sí o sí” este año, lo que causó sorpresa y alboroto en los medios políticos.
Lejos de querer problemas como alientan sus opositores, el presidente Abinader quizás espere el momento oportuno para pasarle cuenta al desatino de Rijo Presbot, quien al parecer obró por cuenta propia al echarle leña al fuego que los opositores han estado montando, para restarle capital político al gobernante.
El caso Jamaica El asalto en Jamaica en 1910 en la “fortaleza” donde reinaba el capo de las drogas, los secuestros y las armas Christopher Coke, conocido popularmente como Dudus, provocó la muerte de casi 50 personas que estaban bien apertrechadas en Tivoli, un pueblo jamaiquino.
Dudus se negó en un principio a obedecer una orden de captura internacional en su contra y durante cuatro días en mayo, Kingston, la capital jamaiquina, fue escenario de mucha violencia, que motivó al gobierno del país a investigar si el ejército actuó con mano demasiado dura, por instigación de Estados Unidos. El pandillero de Jamaica cogió cárcel en Estados Unidos, pero su semilla parece bien sembrada en Haití porque la modalidad luce la misma. Jamaica, un vivero de la yerba conocida como “granja”, que suscita excursiones de los aficionados del exterior para ver sus plantas verdes y degustar el codiciado producto en bandejas de queso, jamón y crudités del país.
Biden visita al Papa El presidente Biden visitó el viernes al Papa Francisco y al parecer regresará a Washington, DC, con las seguridades de que no se le negará la comunión (excomulgado), algo que han planteado algunos obispos del ala radical de derecha y vinculados a los republicanos. Aunque la excomunión sería meramente simbólica, al menos daría cancha a la oposición.
La reunión de Francisco y Biden pareció más que protocolar. Algunos reportes dijeron que los dos jefes de estado habían hablado ya por 75 minutos, una cortesía extrema en cualquier caso, o hasta 90 minutos. Trataron desde el problema del clima hasta la crisis de Haití y las migraciones.
El papa Francisco es uno de los jefes de estado más enterado de lo que ocurre en cualquier punto del mundo. Haití es un país predominantemente católico y se enfrenta hoy a una crisis que ha intranquilizado a sus vecinos del Caribe especialmente a República Dominicana. Si se presentara el documento sobre el tema de la Eucaristía en la venidera reunión de los obispos, el de Washington, DC, monseñor Wilton Gregory, primer cardenal negro de la capital, quien le daría la comunión a Biden si la pide, es un liberal que ya anticipó su posición.
Biden se ha congregado regularmente en Wilmington, Delaware, estado por el cual fue elegido senador en cinco ocasiones. Si se le negara la comunión al presidente Biden, la Iglesia Católica de Este del país pudiera sufrir un grave revés y una anemia de feligreses.
El presidente Biden habría pedido consejo al papa sobre el caso de Haití y los problemas de la migración ilegal. Aunque Estados Unidos requiere de miles de trabajadores ya que en grandes zonas del país los norteamericanos han abandonado los empleos por los bajos salarios y la pandemia, el abrir las puertas de par en par podría ser una navaja de doble filo.