Incendio en La Vega

José Luis Mojica, un bombero al que las crisis de diabetes no lo detuvieron

Aunque formó parte de la Policía Nacional, la profesión que lo enamoró significaba atravesar vivas llamas para salvar vidas

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Ashley Ann PresinalLa Vega, RD

Habían pasado poco más de cinco meses desde que el sargento mayor José Luis Mojica, de 59 años, se había reintegrado al Cuerpo de Bomberos de La Vega tras recibir el diagnóstico de diabetes y haber sido despachado a su casa.

El 18 de mayo, Mojica volvió al cuartel con una sonrisa y sólo le repetía a su superior, César Arturo Abreu, lo feliz que estaba de volver a trabajar ostentando el cargo de raso de línea.

“Ya comandante, yo estoy feliz”, recordó el jefe del cuerpo bomberil las palabras de su subalterno.

Mojica nació el 21 de enero de 1962 en San Cristóbal.

Aunque por varios años fue miembro de la Policía Nacional en la subdivisión de “casos negros”, la profesión que lo enamoró significaba atravesar vivas llamas para salvar vidas.

Tanto así, que cuando ingresó al Cuerpo de Bomberos le confesó a su superior que “si yo hubiera sabido que los bomberos eran así yo hubiera dejado la Policía hace mucho tiempo”.

Sus compañeros relatan que rápidamente se enamoró del servicio y de los cumplidos que muchas personas le hacían cuando trabajaba en favor de la sociedad.

Su enfermedad no lo detuvo

Cuando se enfermó de diabetes, Mojica fue enviado a su casa para preservar su salud.

No obstante, “le gustaba tanto ser bombero” que con todo y la negativa de sus jefes de aceptarlo en esas condiciones en la institución, buscó un médico que lo certificara para trabajar, siempre y cuando cumpliera con la dosis diaria de medicamento.

Una muerte trágica

El pasado miércoles un fatal incendio que provocó el colapso del techo del edificio de Casa Mora en La Vega, cobró las vidas de los bomberos Olvi Farías, de 22; el sargento mayor Jo­sé Luis Mojica, de 59 años y el mayor Juan María Concep­ción, de 51 años.

Las llamas empezaron a arder alrededor de las 3:00 de la tarde y aunque se creía sofocado para las 8:00 de la noche, todavía a la mañana siguiente el fuego seguía tomando el edificio.

El pasado jueves en horas de la tarde se realizaron las honras fúnebres de los tres “héroes nacionales” que arriesgaron sus vidas para salvar las de 83 civiles.

El cuerpo de Mojica fue enterrado en La Cigua, a diferencia de los otros dos bomberos quienes fueron llevados a Las Lagunas.

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