Enfoque
A mi padre
El licenciado Rafael Alburquerque Zayas-Bazán nació en la ciudad de San Pedro de Macorís el 6 de octubre de 1908, pero en su adolescencia su familia se trasladó a la ciudad capital en donde cursó sus estudios de secundaria y posteriormente se graduaría de licencia en derecho en la Universidad de Santo Domingo en el año 1931.
Desde el inicio de la Tiranía en 1930 mostró su posición crítica y levantó su voz contra la dictadura. Siendo secretario auxiliar del Tribunal de Tierras se negó a firmar un voto de adhesión a la dictadura y de inmediato fue cancelado en los momentos en que iniciaba su carrera como profesional del Derecho.
A partir de entonces mantuvo una posición firme en contra de la dictadura, rehuyendo ocupar cargos públicos, escribir artículos y comentarios a favor del régimen, asistir a manifestaciones y mítines de apoyo, por lo cual fue perseguido, vigilado en todo momento, y catalogado como un desafecto al gobierno de turno.
No obstante, las presiones recibidas, se negó a inscribirse en el Partido Dominicano y a participar en organizaciones afines a la dictadura.
En 1948 fue sometido a una acción disciplinaria ante la Suprema Corte de Justicia con la finalidad de privarlo de sus funciones de Notario Público, en un intento de doblegarlo por la vía de la privación de sus ingresos. Solo al retornar la democracia en 1961 se le reintegraría en sus funciones notariales.
En 1952 fue acusado de ofensas a la justicia y condenado a seis meses de prisión y cincuenta pesos de multa, lo que cumplió íntegramente en una celda de la Fortaleza Ozama.
El 18 de enero de 1960 fue detenido por las fuerzas del Servicio de Inteligencia Militar (SIN), bajo la dirección del siniestro Johnny Abbes García, y llevado a la ergástula de “La Cuarenta”, donde fue sometido a torturas. Como miembro del Movimiento 14 de Junio fue condenado a 30 años de cárcel y al pago de una multa millonaria.
El licenciado Alburquerque describía su posición vertical contra la tiranía como una lucha patriótica, no política, sustentado por su fe en la democracia y su pasión por la libertad.
El ayuntamiento del Distrito Nacional honra su memoria de luchador por la libertad y sus indiscutibles méritos cívicos y de ciudadano ejemplar designando con su nombre una de las calles de Santo Domingo.
El autor fue vicepresidente de la República