La República

La hora del Sur ya está aquí

ANDRÉS VAN DER HORST ÁLVAREZSanto Domingo, RD

El 18 de febrero de 2013, en el Editorial del Lis­tín Diario, su di­rector, Miguel Franjul, ofreció una suerte de premonición ante el re­currente olvido de la zona sur de la República Domini­cana, la más deprimida por lejos de todo el territorio na­cional. Esa acertada antici­pación fue confirmada en los años posteriores: se man­tuvo la zona en una miseria sin sentido, pues el suroes­te, comprobado por muchos gobiernos, es un diamante en bruto.

Franjul sostuvo que al­gunas iniciativas apunta­ban en la dirección del de­sarrollo del suroeste, pero que el choque de intereses condenó al fracaso la vo­luntad original de los pro­yectos, y lo que es peor, al olvido. En pocas palabras, a ojos del Estado, el “sur profundo” fue adormeci­do, hasta que Luis Abina­der rescató la idea en cuan­to asumió la presidencia el 16 de agosto del 2020.

Ya en el 2013 se habla­ba de un fideicomiso, “pa­ra que éste, a su vez, tase y administre esos inmuebles, que se convierten en patri­monio común, y facilite el desarrollo de infraestruc­turas turísticas, hoteleras o inmobiliarias”, decía aquel editorial, un auténtico an­ticipo de lo que siete años más tarde se haría efectivo: el Fideicomiso PRO-Peder­nales.

Buscando que Pederna­les emerja como un polo tu­rístico, siguiendo los ejem­plos del norte y sobre todo del este del país, sostenido en los recursos y atractivos naturales, el gobierno puso en el centro de su gestión el rescate de la zona, su in­centivo económico y la su­peración de la pobreza de su gente. Con ese encargo sobre la mesa y la publica­ción del decreto 724-20 del 22 de diciembre de 2020, al amparo de la ley 189-11, se constituyó el fideicomi­so, titánica pero inmejora­ble oportunidad de cumplir una vieja deuda con el sur.

Con PRO-Pedernales, el presidente Abinader apuesta a recuperar económicamen­te las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, zona que, aun­que identificada como de­marcación turística priori­taria, y que ya contaba con incentivos en la manufactu­ra, no había visto el retorno de ese marco legal, lo cual ya está siendo resarcido con un fideicomiso para promover ese polo turístico mediante la planificación, diseño, promo­ción e implementación y eje­cución de infraestructuras de servicios.

¿Por qué un fideicomiso? Porque ofrece seguridad y garantía para administrar de manera eficiente el flu­jo de recursos y el cumpli­miento de los contratos, lo que a su vez motiva a nue­vos inversionistas a parti­cipar, de la mano de una marca país que se ha ido consolidando al son de un crecimiento sostenido del turismo, del retorno de la normalidad y del éxito del plan de vacunación, ejem­plo en toda América Latina y solo comparable con paí­ses como Uruguay y Chile.

Ese ecosistema de acti­vos facilita enormemente el éxito de PRO-Pederna­les que, como dijo el admi­nistrador del Banco de Re­servas, Samuel Pereyra, en enero de este año permitirá “poner en práctica la cons­trucción de un aeropuerto y más de 10,000 habitaciones en complejos hoteleros”. Lle­gó el momento.

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