COP-26: Cambio climático y la carrera armamentista

La República Dominicana necesita para implementar su NDC (Contribución Nacional Determinada) un total de 17,600 millones de dólares hasta el 2030. Este dinero (que parecerá mucho) se usará para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Cómo podríamos sobrevivir en un mundo donde se explotan de forma incontrolada los recursos naturales?

¿Cómo podríamos sobrevivir en un mundo donde se explotan de forma incontrolada los recursos naturales?

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MOISÉS ÁLVAREZSanto Domingo, RD

Dos de los problemas más grandes que actualmente en­frenta la existencia de la vida sobre la Tierra en todas sus formas, inclu­yendo obviamente la de los seres humanos, son el cambio climático y la carrera armamentista. Del pri­mero se ha hablado mucho (aun­que no lo suficiente de acuerdo al autor de estas líneas) y más ahora que se espera celebrar en Glasgow, Reino Unido, la veintiseisava re­unión de las partes (países), mejor conocida como COP-26, a finales de octubre y principios de noviem­bre de este año. En cambio, de la carrera armamentista, se ha habla­do muy poco.

Recientemente, y a raíz de las traumáticas elecciones de los Esta­do Unidos celebradas en el 2020 y en donde fue electo el presidente Biden, salió a relucir que el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, contactó al general Li Zuocheng, su contraparte china y le aseguró que los Estados Unidos no atacaría a China y que, en caso de ataque, Milley le avisaría antes. Gracias a la oportuna y responsa­ble intervención de este General (merecedor, en mi opinión, del premio Nobel de la paz) se pudo evitar lo peor: una guerra nuclear.

No es la primera vez que la hu­manidad se enfrenta al holocaus­to nuclear, ya sea por la desespera­ción de un gobernante o por temor a un ataque sorpresa, eso sin con­tar con la posibilidad de que esto ocurra por accidente. Ya el famo­so director de cine Stanley Kubrick había denunciado esto en su pelí­cula Dr. Insólito (1964) en donde un general estadounidense enlo­quecido realiza un ataque nuclear sorpresa a la Unión Soviética.

Para tener una mejor idea de lo que esto significa la archiconoci­da Universidad de Princenton en los EEUU realizó, en el 2019, una simulación de un ataque nuclear entre los EEUU y Rusia. Resultado: 90 millones de muertos y heridos en unas pocas horas y los EEUU to­talmente devastados.

Pero retornemos por un mo­mento al otro problema que ya es­tamos enfrentando: el cambio cli­mático.

La República Dominicana ne­cesita para implementar su NDC (Contribución Nacional Determi­nada) un total de 17,600 millo­nes de dólares hasta el 2030. Este dinero (que a muchos les parece­rá mucho, pero esperen más ade­lante) se usará para reducir sus emisiones de gases de efecto inver­nadero (nuestra contribución es insignificante menos del 0.07% a nivel mundial, o sea, nada) y adap­tarnos a los impactos, que ya están sucediendo, del cambio climático.

Para entender la importancia de esto último pongamos un ejemplo reciente y cercano a nosotros.

Tras el huracán María (2017), el Gobierno de Puerto Rico calcu­ló que requeriría al menos 94 mil millones de dólares para la recupe­ración y reconstrucción de la isla, tras una catástrofe que dejó 2,975 muertes. Para la República Domi­nicana, de sucedernos un fenóme­no similar, necesitaríamos unos 314 mil millones de dólares (haciendo una simple regla de tres). Esto sin tomar en cuenta los fenómenos que ya estamos padeciendo de aumen­to de la erosión en las playas debi­do al aumento del nivel del mar, se­quias, inundaciones, etc.

Ahora veamos lo que se gasta en guerra y armamentos: Guerra de Vietnam (1965-1975): 686 mil mi­llones de dólares; Guerra de Afga­nistán (20 años): 2,190 mil millo­nes (300 millones de dólares por día).

Gasto militar: El gasto militar mundial subió un 2,6% en 2020 pe­se a la pandemia. EEUU, China, la India, Rusia y el Reino Unido impul­saron el aumento de las partidas a Defensa, que alcanzaron la cifra glo­bal de 1,650 mil millones de euros (unos 1,914 mil millones de dóla­res). En donde EEUU gasta 778 mil millones de dólares; China, 252 mil millones de dólares, etc.

El portaaviones más caro de la historia hasta la fecha lo constitu­ye el USS Gerald R. Ford estadouni­dense con un costo total superior a los 13 mil millones de dólares (pue­de transportar 4 mil personas). Los EEUU tienen actualmente un total de 11 portaviones y 2 en construc­ción.

¿Cuánto necesitamos para com­batir, a nivel mundial, el cambio cli­mático? 100,000 millones de dó­lares al año que deben ser usados por el Fondo Verde del Clima (GCF por sus siglas en inglés) para apo­yar proyectos de mitigación y adap­tación a nivel global. Eso es igual a aproximadamente un 5% de lo que se gasta en armamentos anualmen­te a nivel mundial. El GCF tiene ac­tualmente un portafolio de proyec­tos de 10,000 millones de dólares, apenas un 10% de lo que necesita.

Conclusión: el presidente Abina­der tiene una oportunidad de oro en estos momentos para trascender a nivel internacional. Ya sea que par­ticipe personalmente o por dele­gación en la COP 26 podría propo­ner que, parte de lo que se dedica a la carrera armamentista se destine al GCF (por ejemplo, un 5%). Dada sus buenas relaciones con los EEUU y los demás países podría lograr­se esto. Recordemos que ya fuimos parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Un aliado im­portante, por su calidad moral, sería el Vaticano a través del Papa Fran­cisco que ha demostrado, innúme­ras veces, su interés por el cambio climático y por reducir la carrera ar­mamentista. Esto también sería de gran utilidad para los militares que ya están sufriendo los impactos del cambio climático en las bases nava­les y en otros lugares además de dar­les un tono verde a sus acciones.