Tres días de clases por grupo para no congestionar aulas
Dividir una misma sección en dos grupos, limitar la asistencia de estudiantes al centro y reducir las horas de docencia, son algunas de las medidas que los directores de algunos centros educativos públicos han tenido que ejecutar para cumplir con la docencia presencial y continuar la inscripción de “todo el que llegue”.
El responsable del liceo San Felipe de Villa Mella, Rafael Méndez, explicó a este medio que tienen unos 688 alumnos inscritos y otros 70 del tercero de secundaria que aún no saben dónde ubicarlos debido a que los dos grupos de ese nivel tienen 50 y 52 matriculados. Méndez detalló que desde la próxima semana todos los lunes y miércoles acudirán las secciones “A” de tercero, cuarto, quinto y sexto, mientras que los de “B” de los referidos grados irán los martes y jueves; los viernes recibirán a los estudiantes con condiciones de salud que les hacen vulnerables a contagios.
El director resaltó que son conscientes de que “la población tiene las esperanzas en el centro” y que como hay dos construcciones de educación secundaria en el entorno paralizadas desde hace dos años, han tenido que asumir “mucho más de la capacidad”.
Asimismo, Méndez puntualizó que el tiempo que un maestro empleaba en una clase también se redujo para que este pueda desarrollar el contenido en las subsecciones “A1” y “A2”, a fin de que los educandos no se atrasen.
Réplicas
En el liceo San Felipe y en la escuela primaria Santa Teresa de Jesús, los alumnos no tomarán docencia presencial diaria.
La directora María Tavares manifestó que una parte de los estudiantes asistirán los lunes, miércoles y viernes, en tanto el segundo grupo los martes y jueves; a la siguiente semana se alternan para que al final de mes ambos grupos tengan igual cantidad de días de asistencia.
CLAVES Estrechez. Otra semejanza entre los planteles es la estrechez de sus instalaciones respecto a la cantidad de estudiantes. En la Santa Teresa de Jesús uno de los cursos donde se imparte el primer grado carece de espacio entre una butaca y otra, por lo que los niños en el fondo no pueden salir si los del frente no se paran.
En el liceo San Felipe, su director explicó que hicieron las mediciones para distribuir las sillas y mesas a una distancia de 1.5 metros, tal como establece el protocolo de Educación.