Justicia

Dos diputados se desligan del caso Falcón y prometen no obstruir pesquisas

Nelson Marmolejos Gil (izq.) es diputado del PRM, y Héctor Darío Feliz(der.), diputado del PRD.

Paul MathiasenSanto Domingo, RD

Los diputados Nelson Marmolejos y Héctor Da­río Féliz se han desliga­do de las acusaciones del ministerio público que les imputan como receptores de supuestos beneficios y conexiones con acusados en la red de narcotráfico internacional identifica­da en la Operación Fal­cón.

Ambos tomaron un turno, previo a la sesión de trabajo de ayer de su órgano legislativo, esta­bleciendo su defensa en el caso.

Marmolejos, del Par­tido Revolucionario Mo­derno (PRM), aseguró que no obstruirá las in­vestigaciones de los fis­cales u otro organismo, diciendo que no tiene he­chos pecaminosos que le puedan ser imputados.

También aseguró que tiene cómo justificar los recursos utilizados en la campaña en la que resul­tó electo por la provincia Santiago. Por otro lado, confirmó que sí conoce a las familias involucradas en el escándalo.

“Me sorprendo, por­que algunas de esas familias, la familia Mosquea y la familia Po­lanco, que para mí son

familias trabajadores y fa­milias honorables, porque desde que estaba muy niño los observé con ferreterías, con negocios lícitos, hom­bres y mujeres de trabajo que hoy salen involucra­dos en una investigación llamada Operación Fal­cón”, dijo ante sus colegas.

Justificará bienes Por su parte, el diputado Fé­liz, del Partido Revolucio­nario Dominicano (PRD), se puso a disposición ante cualquier llamado a inves­tigación sobre lo que le im­puta el ministerio público. Aseguró que tiene como jus­tificar sus bienes.

Dijo que cuando abordó en su vehículo a Juan Mal­donado “no andaba con un delincuente”, sino con una persona conocida desde ha­ce años, que también fue le­gislador.

El diputado aseguró que no tiene cómo transportar­se, luego de que los fisca­les le incautaron la yipeta que, según el expediente de medida de coerción, fue utilizada para “esconder” a Juan Maldonado, exdirec­tor de Comunidad Digna y señalado como uno de los principales encartados en el caso.

Respecto a la inmunidad parlamentaria, ambos legis­ladores dijeron que están dispuestos a acudir a cual­quier organismo de justicia que los requieran y al mo­mento que los llamen.

Diputados culpan a JCE por no depurar Diputados de varias banca­das dijeron que la respon­sabilidad de permitir que el narcotráfico ingrese al Con­greso Nacional no debe re­caer en su totalidad en los partidos políticos. Señala­ron a la Junta Central Elec­toral (JCE) y al Ministerio Público como entidades a cargo de la depuración de los aspirantes a puestos elec­tivos.

El diputado del Partido Reformista Social Cristia­no (PRSC), Máximo Cas­tro, criticó la actuación de esos entes respecto a la de­puración y aceptación de candidatos a puestos legis­lativos.

Castro instó a la JCE a ha­cer “levantamientos” de los candidatos para empezar a corregir el problema.

De igual manera, Sócra­tes Pérez, diputado del Parti­do de la Liberación Domini­cana (PLD), también cargó culpa a la JCE y le pidió que pase “un mejor filtro” con los candidatos.

“Yo entiendo que los par­tidos ahora deben de abrir los ojos para tener un me­jor filtro, y la Junta Central Electoral, después que los partidos entreguen su lista con candidatos, entonces deben filtrarlos, para que no pase lo que ha sucedido con algunos legisladores”, expresó.

Rubén Mandonado, de la Fuerza del Pueblo, dijo que el narcotráfico y el crimen organizado es un fenóme­no que está afectando a los partidos políticos y a la so­ciedad.

DETALLES El Congreso. El diputado de la Fuer­za del Pueblo, Rubén Maldonado, asegura que el Congreso ha ido perdiendo, poco a poco, su calidad. Aquí hay, en la sociedad dominicana, hay hombres muy se­rios, muy buenos, muy honestos, pero desgra­ciadamente también se filtran algunos que em­pañan la imagen de la gran mayoría”

También, Maldona­do dijo sobre el tema de la depuración que los organismos correspon­dientes deben hacer a los candidatos, que la falta de esta ha perjudi­cado la calidad de los le­gisladores.