Política

Nexos entre políticos y narcos perduran desde hace décadas

Sin la complicidad de la clase política dirigente, el avance del crimen organizado en la República Dominicana no habría sido posible que tuviera éxito.

De izquierda a derecha, Juan Maldonado, Miguel Gutiérrez Díaz y Erquidenio Balbuena Agueda (Putín). /LISTÍN DIARIO

RAMÓN CRUZ BENZÁN / RICARDO SANTANASanto Domingo, RD

Un número alto de políti­cos dominicanos ha estre­chado lazos firmes con el narcotráfico durante dé­cadas, formalizando fir­mes confabulaciones y compromisos con la prác­tica ilícita de lavado de ac­tivos.

Sin la complicidad de la clase dirigente, el avance del crimen organizado en la República Dominicana no habría sido posible sos­tenerse.

El caso más reciente es el del exdiputado y direc­tor de Comunidad Digna, Juan Maldonado Castro, quien ha sido vinculado a una red de lavado de ac­tivos que, según las au­toridades, llegó a acu­mular inversiones por al menos 10 millones de pesos, además de enviar, semanalmente, aproxi­madamente 2,500 kilos de cocaína a los Estados Unidos.

Contra ese funcionario, ahora suspendido por el presidente Luis Abinader, la fiscalía de Santiago es­tá solicitando 18 meses de prisión preventiva, junto a otros 20 imputados perte­necientes a una red de la­vado de activos.

Igualmente, el diputa­do Héctor Darío Feliz, de Pedernales, está bajo in­vestigación del Ministerio Público, y se le vincula al caso de narcotráfico desta­pado por la Operación Fal­cón.

Su problema devino por­que, supuestamente, el di­rigente político transpor­taba en su vehículo a un individuo solicitado en ex­tradición, aunque este ale­ga que sólo le había dado “una bola.

Estos dos últimos casos de los dirigentes políticos recuerdan algo sucedido en el país durante las últimas dos décadas de intensas de­nuncias que vinculan la po­lítica con el narcotráfico.

En mayo de este año se produjo el caso de otro di­putado perremeísta, el em­presario Miguel Gutiérrez Díaz, quien fue arrestado a su llegada a Miami, Esta­dos Unidos, donde ahora aguarda juicio en una pri­sión federal, bajo cargos de narcotráfico.

El 20 de julio de este año, el exalcalde del dis­trito municipal Las Ga­leras, de Samaná, Erqui­denio Balbuena Agueda (Putín), del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) optó por irse en ex­tradición para responder la acusación por narcotrá­fico que le está formulada en el Distrito Judicial Fe­deral de Puerto Rico.

Las autoridades domini­canas también anunciaron, en junio de 2020, el apresa­miento de José Miguel Ló­pez Pilarte, regidor de La Vega por el Partido Revolu­cionario Moderno (PRM), al que acusaron de lavado de activos provenientes del narcotráfico.

Hijo y madre imputados Bajo la misma acusación, la Procuraduría General de la República imputó a la ma­dre de José Miguel, la di­putada perremeísta, Rosa Amalia Pilarte López, pa­ra quien solicitó la desig­nación de un juez especial, dada su condición de legis­ladora.

El empresario y esposo de la diputada, Miguel Ar­turo López Florencio, es se­ñalado como cabecilla de la supuesta red de lavado.

También, en junio de 2020 se conoció la solici­tud de extradición de Yamil Abreu Navarro, exdirector de la junta municipal Las Lagunas, en Azua, acusado en Estados Unidos de ser parte de una red interna­cional de narcotráfico vin­culada al cartel mexicano de Sinaloa.

En julio de 2019, la Di­rección Nacional de Control de Drogas (DNCD) anunció el apresamiento de Domin­go Javier, de alias “Mingo”, a quien habrían ocupado 91 kilos de cocaína.

“Mingo” era un aspiran­te por el PRM a la candi­datura a alcalde del mu­nicipio Villa Riva, aunque luego el partido aclaró que no lo había inscrito al car­go. El juzgado de Atención Permanente de la provin­cia Duarte le impuso 18 meses de prisión preventi­va, como medida de coer­ción.

LOS FONDOS Otorga el Estado y sector privado Aporte a campañas. La Ley de Partidos es­tablece que el Estado otorgue a cada agrupa­ción política una canti­dad de dinero, para evi­tar, supuestamente, que el dinero del narcotráfi­co tiente a nuestra cla­se política, aunque ob­viamente el resultado de esta ley es que, además del dinero del Estado, aceptan dinero de fon­dos privados.

Su coyuntura. Estos personajes apro­vechan la coyuntura del encarecimiento de la ac­tividad política, para in­clinar a su favor la vo­luntad de comunidades pobres. Debido a que el financiamiento públi­co a los partidos, vigente desde 1997, no ha sido suficiente para el control de la penetración del narcotráfico, éstos debe­rían establecer “filtros”.

Hasta ahora existen po­cas condenas por estos casos, y desde el Esta­do se sigue resistiendo a controlar estrictamente el financiamiento de las campañas.