Ciudad

Comer, beber y no pagar también está en el menú de bares y restaurantes

Bochornos, miradas cortantes, mensajes despectivos, berrinches y hasta escándalos para no pagar el total consumido, son algunas de las situaciones indeseables que suelen enfrentar los camareros.

El sector bares y restaurantes ha sido uno de los más golpeados por la pandemia del Covid-19. VÍCTOR RAMÍREZ/ LD

Laura CastilloSanto Domingo, RD

Bochornos, miradas cor­tantes, mensajes despecti­vos, berrinches y hasta es­cándalos para no pagar el total consumido en el esta­blecimiento, son solo algu­nos de los escenarios con los que tiene que lidiar “ca­si a diario” la joven cama­rera de apellido Pimentel, quien labora en un reco­nocido restaurante de la Ciudad Colonial del Distri­to Nacional.

“Lo más difícil es bregar con un pobre que ha con­seguido algo cuando vie­ne a un restaurante”, así resumió la mesera su ex­periencia laboral durante el tiempo que ha desem­peñado el servicio en dife­rentes restaurantes y bares de la capital.

“Oye, algunas de las per­sonas que vienen de abajo y ahora tienen dinero por alguna razón, cuando vas a atenderlos ellos se cre­cen y se creen mejor que nosotros, o sea, una pasa de todo, de todo”, recalcó mientras intentaba atraer clientes con la carta en ma­no en la calle El Conde.

Durante un recorrido realizado por LISTÍN DIA­RIO, Pimentel explicó que en días anteriores uno de los comensales que visitó el lugar se atrevió a hacer un “show” en pleno restauran­te por la tardanza de una comida y exigió que le hi­cieran un descuento de un 10 por ciento en el total del costo consumido en el lugar junto a su familia.

“El viernes una señora se paró y empezó a vocear pa­ra que los de las demás me­sas se enteraran, dijo que era dizque una vergüen­za y una falta de respeto el tiempo en espera que tenía su orden, que era un cor­te de bombón”, expresó re­saltando que le explicó a la dama que la razón de la tar­danza del plato, era porque requiere un determinado tiempo para su cocción.

La señora siguió insis­tiendo luego de que le lleva­ron el plato servido al fami­liar que la acompañaba y no descansó hasta que le hicie­ron la rebaja que ella pedía. “Logró lo que quiso: el des­cuento y que nos llamaran la atención”, recordó.

Al consultar otras cama­reras de la zona, coincidie­ron que los conflictos más recurrentes en los estableci­mientos son “poner pretex­tos a la comida para no pa­garla”.

“Hay personas que des­pués que tienen una har­tura que no saben qué ha­cer, te llaman y te dicen que eso estaba muy sala­do, malo, que no le gustó y hasta que no fue lo que ordenó del menú para no pagar la cuenta”, expresó al resaltar que muchas ve­ces solicitan hablar con el encargado para que éste la llame y la regañe, ponien­do en riesgo su trabajo.

Esta también detalló que trabajó como camarera en algunos centros de diver­sión nocturnos ubicados en la avenida Venezuela, Santo Domingo Este, y rememoró diferentes experiencias que vivió como camarera de dis­cotecas durante años.

“Una vez trabajé en una discoteca donde los due­ños eran dos hermanos que eran ricos de cuna y nos tra­taban excelente; luego un amigo invirtió lo que con­siguió en la discoteca y nos trataba como que no éra­mos gente, no saludaba y nos miraba de arriba aba­jo como quién dice…”, ex­presó al recordar las múlti­ples humillaciones a las que era sometida allí junto a sus compañeras.

Camarero Otro joven mesero identifica­do como Juan Miguel dijo a este medio a que a pesar de la poca experiencia que tiene desempeñando la labor se ha visto en aprietos porque los comensales en varias ocasio­nes se han rehusado a pagar los precios establecidos.

“Aquí reclaman depen­diendo del tipo de persona claro está, pero hay quie­nes aun viendo los pre­cios que tiene cada comi­da y bebida se quejan al final, entonces ahí es que tenemos que jugar nuestro papel de convencerlos pa­ra hacerlo entrar en razón del valor que tiene lo que consumió, indicó.

Requisitos Tener un conocimiento bá­sico de coctelería como también conocimiento de cortes de carnes y platos distinguidos son los prin­cipales requisitos que debe de tener un postulante para desempeñarse como cama­rero en los diferentes esta­blecimientos que visitó este medio.

Además, tener empatía con las personas, conocer y manejar las herramientas de trabajo de hostelería jue­gan un papel importante en la inmediatez del servicio.

Dependiendo de la espe­cialidad y servicios brinda­dos en el restaurante, los gerentes se encargan de ca­pacitar a los reclutados con y sin experiencia para re­frescar los conocimientos y sobre todo para fortale­cer los servicios brindados, dijo Edwin Mora, somme­lier (encargado de vinos y licores) del restaurante Shopia`s Bar y Grill.

Salario Las ofertas económicas va­rían de acuerdo a la logísti­ca diseñada en el estableci­miento.

Algunos tienen un salario fi­jo de unos 15 mil pesos de­pendiendo de la experien­cia y otros tienen sueldos superiores o menor a esa cantidad.

Estos son complementa­dos con los beneficios de co­misión o por ciento que re­ciben del restaurante de acuerdo a la productividad del negocio. Sus horarios suelen ser de dos tandas, uno matutino-vespertino y el otro vespertino-nocturno.

SEPA MÁS Propinas A los camareros no se les permite pedir propina a los clientes bajo ningu­na circunstancia. El co­mensal es quien decide si deja o no alguna retri­bución económica por el servicio brindado, sin embargo, no es obliga­toria.

En los diferentes restau­rantes consultados tie­nen diversas logísticas con los camareros para el manejo de su propina. Unos le permiten tomar­la de manera individual únicamente si el clien­te decide dejarla, mien­tras que otros camare­ros la recaudan y al final la distribuyen en partes iguales.