Comienzan a subir casos de dengue y de males gástricos
El alza es asociada a las lluvias e inundaciones provocadas por recientes fenómenos atmosféricos.
Al menos dos casos por día de dengue ha estado recibiendo el hospital Infantil Robert Reid Cabral en los últimos días, así como una mayor presencia de niños con afecciones gástricas y respiratorias.
El incremento es asociado por el infectólogo Clemente Terrero, director del centro de salud pediátrico de referencia nacional, a las secuelas de las lluvias e inundaciones dejadas tras el paso reciente por el país de la tormenta tropical Fred y la depresión Grace.
Explicó que semanas atrás el hospital recibía uno o dos casos de dengue semanales, pero que sólo el fin de semana pasado ingresaron seis niños con esa enfermedad, para un promedio de dos por día, lo cual evidencia un incremento.
Dijo que las consultas o ingresos por diarrea o infecciones gástricas y los problemas respiratorios también se han incrementado en el centro.
Atentos a leptospirosis Terrero dijo que ese comportamiento en aumento también es una alerta para que el personal de salud esté atento a la posibilidad del surgimiento de casos de leptospirosis, ante el posible contacto de los niños y adultos con aguas o alimentos contaminados con orina de animales contaminados, entre ellos las ratas que salen de sus madrigueras fruto de las inundaciones.
Informó que hasta el momento el hospital no ha recibido ningún caso de leptospirosis en niños, se mantienen en alerta, porque las infecciones pueden ocurrir si los menores toman agua contaminadas mientras se bañan o consuman el agua no potable, así como algún alimento que no se haya lavado bien y esté contaminado.
Medidas El director del principal hospital de niños recomienda como medidas preventivas limpiar los entornos de las casas y descacharrizar calles y solares baldíos para evitar criaderos del mosquito transmisor del dengue, así como tapar bien el agua que se almacena para consumo doméstico.
También hervir el agua o potabilizarla antes de consumirla, lavar bien los alimentos y los enlatados antes de consumirlos; no dejar que los niños entren en aguas estancadas y mucha higiene, sobre todo lavado de las manos.