La sordera no debe ser un problema en RD, dice especialista
Su anhelo es lograr que le escuchen para que miles de niños puedan oír. Hasta ahora su lucha para que la sordera deje de ser un problema en República Dominicana ha caído en el vacío.
Es Frank Betances, otorrinolaringólogo dominicano y experto en audiología infantil residente en España desde hace ocho años, quien apunta que el gran problema de la sordera es que la audición y el habla están conectados.
“Tenemos un problema muy serio en República Dominicana y por ahora nadie está interesado en que cambie”, expresa sobre su propuesta de implantes que permitirían a niños y niñas sordos del país llevar una vida normal.
Betances, quien comenzó su carrera en la medicina como especialista en neurotrauma en el hospital Juan Bosch de su natal provincia La Vega, deploró la indiferencia del Ministerio de Salud Pública y de diversas ONG que trabajan con niños sordomudos a su propuesta que les cambiaría la vida a miles de niños dominicanos.
El área del lenguaje oral solo se desarrolla en el niño hasta los cinco años, por lo que plantea la necesidad de realizar esos implantes antes de esa edad para evitar que la sordera sea irreversible.
“El tema es que hace más de 20 años la medicina consiguió devolver la audición mediante un aparato que se llama implante. En España donde resido no existen niños ni jóvenes sordomudos porque se diagnostican al nacimiento y se operan de ambos oídos al primer año de vida”, refirió.
Betances ha desarrollado desde la Fundación del Colegio de Médicos de Gipuzkoa, en España, un proyecto de ayuda para sordos dominicanos, pero se requiere que sea un programa 100% público por el elevado costo del equipo y la cirugía.
“Efectivamente el coste económico es alto. La idea como tal es crear el embrión de un proyecto público”, explicó el experto en audición, tras lamentar que por intereses económicos los afectados tengan que pagar el procedimiento de su bolsillo porque el Estado dominicano no lo cubre.
Llamó a evitar que padres de escasos recursos tengan que recurrir a presentar sus casos a medios de comunicación en procura de ayuda, debido a que la Seguridad Social no cubre el implante y solo dos médicos del sector privado en el país realizan ese procedimiento.
“Es muy duro saber que tu hijo vivirá en esas condiciones limitado por el entorno. Eso actualmente en Europa está financiado por la Seguridad Social, los pacientes no pagan nada”, indicó el otorrinolaringólogo, quien destaca la importancia de que el Estado dominicano incurra en esa inversión para tener niños que en el futuro sean seres humanos plenos.
Citó que ha quedado solo en intenciones un programa de implantes a niños sordos que se intentó desarrollar desde el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
Consideró que diversas asociaciones sin fines de lucro tampoco quieren que cambie la realidad de los niños sordos en el país, pues en República Dominicana hay una escuela nacional de sordos y decenas de ONG “chupando” de los fondos del gobierno. “Si los niños oyen y hablan ya ninguna será necesaria”, agregó Betances.
Actualmente el médico dominicano trabaja con niños y niñas españoles en el Hospital Universitario Lucus Augusti, en Lugo, Galicia, de la mano de una asociación llamada “Voz para sordos”.
Su plan para que esos procedimientos sean cubiertos a niños dominicanos lo presentó incluso a la primera dama de la República, Raquel Arbaje, y conlleva también un programa de rehabilitación para que esos niños puedan adquirir el habla antes de los cinco años.
Explicó que el equipo interno implantado es para toda la vida y los aparatos receptores externos se cambiar a partir de los siete años.
El implante es posible en adultos que perdieron la audición en esa edad por alguna condición, pero no en aquellos que son sordos de nacimiento, de ahí la necesidad de hacerlo antes de los cinco años.
Cuatro compañías a escala mundial suplen estos equipos para implantes y los avances tecnológicos alcanzados han permitido que los recientes tengan bluetooth, se puedan conectar a los televisores y teléfonos inteligentes, además de tener variadas funciones.