Ciudad

Ampliación de aceras del cementerio genera quejas

Comerciantes de la zona dicen que el tránsito vehícular por los alrededores del camposanto es un caos a cualquier hora del día, debido a la reducción de las vías.

Los vecinos no dejan de arrojar despericios en las aceras circundantes del cementerio, pese al avance de los trabajos de embellecimiento del entorno. GLAUCO MOQUETE/ LD

Ivanessa GuzmánSanto Domingo, RD

El polvo que levantan los vehículos y el sonido de las bocinas, hacía notable la ausencia de los buhone­ros que meses atrás se ubi­caban a la vera de los falle­cidos que descansan en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.

Sin embargo, el caos en el tránsito a cualquier ho­ra del día se ha agravado en el entorno del campo­santo, pero mucho más en las llamadas horas pico, debido al estacionamien­to de vehículos en parale­lo, producto de la intensa actividad comercial en la zona, donde predominan los negocios de repuestos de vehículos.

Todavía los vecinos de los alrededores sue­len arrojar desperdicios en las aceras ya casi ter­minadas y con pilotillos para evitar el parqueo también en esos espacios reservados para los pea­tones, afeando una obra que comienza a mostrar otra cara de los alrededo­res del cementerio.

Los comerciantes de la muy transitada calle Ma­ría Montez, del popular sector Villa Juana, cues­tionan la ampliación más no la reconstrucción de las aceras que rodean la es­tructura.

Reducción de vías Víctor Pimentel, propie­tario de uno de los nego­cios ubicados en ese sector, criticó el hecho de “quitarle metro y medio a la vía” don­de se ubican los negocios de repuestos de vehículos.

Dijo que no entiende el beneficio que esto pue­da aportar al lugar. “El par­que vehicular de República Dominicana está crecien­do de una forma exponen­cial, cómo es posible que a una persona se le venga a la mente restringir una ca­lle tan importante como la María Montez para ampliar una acera”, agregó el co­merciante, cuestionando el beneficio que tiene ampliar una acera que elimine un espacio de la vía.

Además, los comercian­tes explicaron que los vehí­culos de amplio giro que se dirigen desde la calle Mar­cos Ruiz (antigua 20) y van a girar en la María Montez, se les torna difícil hacerlo, facilitando el caos vehicu­lar donde según explican no había congestionamientos pero ahora “de cualquier cosa se arma un tapón”.

Lucas Lebrón, también comerciante, dijo que aho­ra para montar una goma se les dificulta, lo hacen con miedo de que un vehículo se accidente.

“Ahora, para montar una goma ahí se nos dificulta, la calle está más pequeña y hasta chocan a uno ahí… no son tantas las personas que van a caminar en esa acera”, dijo Lebrón.

Delincuencia De los inconvenientes que también citaron quienes es­tuvieron en el lugar es la de­lincuencia, pese a que el an­terior alcalde David Collado dispuso elevar la pared pe­rimetral para contrarrestar los atracos en el entorno del camposanto, donde acuden a diario decenas de perso­nas a ejercitarse mediante caminatas.

Diego Rosario, quien la­bora en la María Montez, expuso que ahora con el re­ducido espacio “se traba­ja incómodo” y explicó que cuando pasan vehículos grandes todos deben salir a mover los autos para que estos puedan pasar.

Explicó que además la delincuencia que se vi­ve cerca de la calle “20” no permite que se le dé el uso para el cual está siendo construido este bulevar.

“Por aquí el que pasa des­pués de las 6:00 de la tar­de está atracado, hay poca gente, pero sí muchos delin­cuentes por aquí después de las 6:00”, aseguró.

Trabajos Los trabajos de remode­lación incluyen intervenir las aceras de las calles cir­cundantes como Pedro Li­vio Cedeño, María Montez y Américo Lugo, a los fines de devolver a la ciudada­nía un espacio amplio y se­guro para caminar.

SEPA MÁS Inconvenientes para peatones Avances. A casi seis meses de que la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Me­jía, dio el primer picazo de los trabajos de am­pliación y reconstruc­ción de las aceras que bordean el Cementerio Nacional, aún faltaría al menos 35% de la obra.

Hoyos. Agujeros a lo largo del camino sin señalizacio­nes muestran la peligro­sidad del entorno, así como tablas con clavos, alambres sueltos, mon­tañas de arena y ce­mento, ponen en peli­gro a quienes circulan, que aunque se entien­den que estén traba­jando, las precauciones que se deben de tomar en este tipo de obras no están.