Enfoque
Los mercados futuros de las materias primas
El mercado de futuros para las materias primas alimenticias, los metales y el petróleo presentan un panorama ambiguo para el resto del año.
No se visualizan cambios bruscos ya que, si bien los altos precios de muchas materias primas inducirán a una mayor producción, devolviendo los precios a los meses antes de la pandemia, el fuerte crecimiento que se visualiza a nivel mundial impulsara una mayor demanda de esos bienes neutralizando las expectativas de una mayor caída en los precios.
Sin embargo, las tendencias son relativamente buenas para el resto del año. Veamos algunos ejemplos: El precio del maíz se estabiliza y tiende a bajar ligeramente (1.97%).
El trigo se estabiliza, con perspectivas a la baja (1,25%).
La soja, también se estabiliza con ligeros aumentos (0.67%), aunque otros aceites comestibles bajan mínimamente.
El oro baja un poco (0.90%) y la plata baja (2.64%).
El petróleo baja (0.27%) por lo que se mantendrá rondando los 70 dólares el barril, salvo que la OPEP aumente la producción en el resto del 2021.
El gas natural sube ligeramente (0.87%).
El café y el azúcar suben (2.64% y 1.66%, respectivamente), y el cacao baja (2.65%).
La carne de res baja (0.86%) y la de pollo también (1.15%).
La carne de cerdo sube (2.33%).
Madera y aluminio bajan (5.95% y 0.91%, respectivamente). Lo importante de estas tendencias es que los fuertes aumentos de precio registrados a raíz de la pandemia llegaron a su fin y el mercado futuro de los bienes mencionados mantendrán precios estables con tendencia a la baja. Naturalmente, mucho depende del clima en los próximos meses.
La Agencia EFE reportó lo siguiente: “La cosecha en Argentina de soja y maíz, llegaría en la campaña 2020-2021 a un valor récord en divisas de 24.326 millones de dólares, pero todo depende del clima”.
Lo mismo se reporta de Brasil y Estados Unidos donde se esperan grandes cosechas de trigo y maíz si las condiciones climáticas son buenas.
O sea, que los precios futuros pueden dar una sorpresa si entra el volumen de producción esperado aun bajo un escenario de acelerado crecimiento, que no llegaría a alcanzar la demanda registrada antes de la pandemia.
Por esa razón, los precios de las materias primas alimenticias y el petróleo podrían tener una caída mucho más profunda de la que predicen los mercados, obviamente si el clima lo permite.