Se vacunó con muleta y sin cédula
Apoyándose en su muleta, en sustitución de su pierna derecha, avanzaba despacio don Eusebio Laureano de la Cruz, quien llegó al Centro Olímpico con la incertidumbre de si podía vacunarse contra el Covid-19, porque perdió su cédula de identidad.
Don Eugenio suele pedir limosnas diariamente en las cercanías de la estación Juan Bosch de la línea uno del Metro de Santo Domingo y hace algunos meses, según contó, comenzó a ver a personas con un mismo suéter color azul haciendo la fila para abordar el populoso medio de transporte.
Se trata del uniforme que utiliza el personal que trabaja en el punto de vacunación que funciona en el pabellón de karate del olímpico. Luego de enterarse, Eugenio preguntó a una de las jóvenes portadoras de la vestimenta que si él también podía ir.
Al obtener una respuesta positiva y con el dato de que para inmunizarse solo necesitaba su cédula, el señor de 51 años llegó a la pensión donde vive solo y por la cual debe pagar 100 pesos diario en busca de su documento de identidad, pero no lo encontró.
“Yo la busqué muchísimo, pero se me perdió. Yo hasta fui a sacarla de nuevo, pero me dijeron que tenía que pagar mil pesos y yo no tengo ese dinero”, manifestó Eugenio, quien además explicó que aunque no se enferma con frecuencia, no quiere que le dé “el virus ese”.
Mientras periodistas del Listín Diario colaboraban con el formulario de registro, ya que la vecina que lo acompañó desconocía del proceso, Eusebio sacó del bolsillo un trozo de cartón donde tenía escrita su cédula y nombre.
Luego de que le suministraran su primera dosis de la vacuna, Eugenio dijo sentirse “normal” y agregó que no le dolió el pinchazo.