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Enfoque

China en su nuevo punto de partida

El 1 de julio de es te año s e cumpl i rá el centenario de la fundación del Partido Comunista de China (PCCh).

Xi Jinping, Secretario General del Partido Comunista de China, señala que la historia ha comprobado que el PCCh y el pueblo chino no sólo han sabido romper un mundo viejo, sino también construir en su lugar uno nuevo. El PCCh, ubicado en la confluencia histórica de “los dos metas centenarias”*, está más jóven y vigoroso que nunca para llevar adelante sus objetivos después de superar durante un siglo desafíos y vaivenes. Entonces, ¿Cómo es este Partido? A continuación, voy a dibujar un retrato.

Arduo proceso de exploración.

Más de 100 años atrás, China fue un país oprimido por el feudalismo e imperialismo, con graves problemas de inestabilidad social y humana. Durante aquellos años turbulentos, surgieron muchas fuerzas políticas en busca de vías para salvar al país y al pueblo, pero todas ellas terminaron en fracaso. En medio de ello, nació el PCCh en 1921. A lo largo de los cien años de revolución, construcción y reforma, este Partido ha sabido aprender y combinar experiencias exitosas de otros países sobre la base de las realidades propias, exploró y encontró un camino de modernización acorde con las peculiaridades chinas. De las prácticas se comprueba que sólo el socialismo puede salvar a China y sólo el socialismo con peculiaridades chinas puede conducir a China al desarrollo. En su fundación, tenía apenas unos 50 militantes, y cien años después se ha convertido en el mayor partido gobernante del mundo con una afiliación de más de 91 millones de miembros.

Brillantes éxitos de desarrollo.

China ha completado la industrialización en unas decenas de años, lo que han tardado los países desarrollados en unos cientos de años y ha hecho simutáneamente dos milagros: el desarrollo económico rápido y la estabilidad social duradera. 100 años atrás, China que ni siquiera podía producir un clavo o una cerilla de fósforo, es ya la segunda economía del mundo, el mayor país industrial, el mayor comerciante de bienes, que goza de mayor reservas de divisas, recibe mayor flujo de inversión extranjera, y contribuye más del 30% al crecimiento mundial durante más de 10 años consecutivos. En poco más de 40 años hemos logrado sacar a 850 millones de personas de la pobreza declarando el fin de la pobreza extrema, y el éxito de la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los sentidos. Hoy en día, la esperanza de vida promedio de los habitantes es 77.3 años en contraste con los 35 años al inicio de la fundación de la Nueva China.

Empatía incambiable por el pueblo.

El PCCh se afana por hacer realidad el anhelo del pueblo por una vida mejor, se empeña en hacer que los resultados del desarrollo beneficien de forma más equitativa y más justa a todo el pueblo y conduzcan a un acelerado enriquecimiento común. Durante la batalla decisiva contra la pobreza, más de 3 millones de miembros del partido lucharon en la primera línea, de los que más de 1.800 sacrificaron sus valiosas vidas. Igualmente en la lucha contra el COVID-19, el Partido ha puesto al pueblo y la vida por encima de todo. Desde bebés con apenas 30 horas de vida hasta ancianos mayores de 100 años, el tratamiento ha sido igualitario y gratuito. Más de 39 millones de miembros del partido lucharon en los frentes para tener bajo control la pandemia. Además, la gobernanza del Partido es rigurosa en todos los aspectos, con una lucha contra la corrupción bajo los principios de “ninguna área restringida, cobertura total, tolerancia cero”, en defensa eficiente de los derechos e intereses legítimos de las masas populares. De acuerdo con una encuesta hecha por la Universidad de Harvard en 2020, el índice de satisfacción del pueblo chino con su gobierno alcanza 93%.

Vocación por la justicia internacional.

El camino de China guiado por el PCCh es el desarrollo pacífico. La Nueva China desde su fundación, nunca ha incentivado por su propia cuenta una guerra, ni siguiera ocupado una parcela de tierra ajena mediante invasión. Defendemos firmemente el sistema internacional con las Naciones Unidas como núcleo y el orden internacional basado en el derecho internacional. Promovemos la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales y una comunidad de destino compartido de la humanidad y hemos formulado propuestas chinas para responder a los desafíos globales. China no buscará la hegemonía, ni bullying, ni tampoco política de fuerza, sea en cualquier etapa de desarrollo que se encuentre. Sin embargo, defendemos decididamente nuestra soberanía nacional, seguridad territorial e interés de desarrollo. Nunca renunciaremos a nuestros derechos e intereses legítimos, ni jamás sacrificaremos los intereses núcleos del país.

Echando un vi s tazo atrás, la atormentada y dolorosa nación china ha atravesado un período histórico de cambio radical desde ponerse de pie hasta enriquecerse y fortalecerse. Hoy en día, China ha emprendido su Nueva Marcha para construir integralmente un país socialista moderno, o sea, como la segunda meta centenaria, convertir a China en un moderno país socialista próspero, democrático, civilizado, armonioso y hermoso. Cuando China está bien, el mundo estará mejor. China persistirá en promover un desarrollo de mayor calidad mediante mayor nivel de apertura. En los próximos diez años, China planea importar productos desde exterior con un valor superior a los 22 billones de dólares, lo que se traduce en enormes oportunidades para la recuperación de la economía mundial.

Tomamos como ejemplo a América Latina y el Caribe: el volumen de comercio bilateral entre China y América Latina y el Caribe supera los 300.000 millones de dólares durante varios años consecutivos y la inversión directa de China en la región supera los 410.000 millones de dólares.

A mbas partes tenemos las mismas experiencias históricas y las mismas necesidades de desarrollo, por lo que compartimos el “idioma común” en asuntos internacionales. Por eso, esperamos que aprovechemos la oportunidad histórica para explorar el potencial complementario y construir una relación igualitaria, mutuamente beneficiosa, innovadora, abierta y enfocada al bienestar de los pueblos.

Nota: “Los dos Metas Centenarias” se refieren a la aspiración de culminar la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada para cuando el PCCh celebre su centenario en 2021 y de convertir a la República Popular China en un país socialista moderno para cuando celebre su centenario en 2049.

El autor es Embajador Chino en la República Dominicana

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