Justicia

Los golpes que desplomaron a la Lotería Nacional

Luis Maisichell Dicent, exadministrador de la Lotería Nacional, cuando era conducido a una de las audiencias de medidas de coerción. ARCHIVO /LD

Equipo de InvestigaciónSanto Domingo, RD

La historia de la debacle de la Lotería Nacional bien podría explicarse con la Ley 139-11, que traspasó el control de los cobros de las bancas al Ministerio de Hacienda, dejando a la entidad de sorteos a merced de subvenciones para cubrir sus gastos.

Desde esa ley la institución también perdió sus fuerzas para ayuda social, establecido como principal objetivo de su creación.

Entre los años 2004 y 2008, los ingresos por concepto de bancas de loterías promediaban entre RD$1,100 a 1,200 millones por año. Esta cifra era cobrada en promedio a 24,500 bancas registradas legalmente en la institución, y un estimado de unas 15,000 a 20,000 bancas ilegales que no tributaban, “la mayoría de los mismos banqueros dueños de las legales”.

Ante la aprobación de la Ley, la Lotería Nacional comenzó a recibir un subsidio de 20 millones al año para manejar sus operaciones administrativas. Otro de los dolores de cabeza que ha enfrentado la Lotería es su conversión en una especie de botín político para los partidos gobernantes y sus aliados.

La institución ha pasado de tener entre 1,600 y 1,700 empleados, con un valor mensual de nómina de unos 27 millones, a tener una empleomanía de 2,000 personas, con un monto que asciende a RD$30 millones.

Y todo esto sin realizar con regularidad exacta sorteos propios de la institución.

La ley, aprobada en el año 2011, le quitó el control de los pagos y las operaciones de bancas, dejando a la Lotería a merced de los subsidios, los pagos de las loterías privadas y los fracatanes y billetes, que públicamente han sido señalados como deficitarios.

El campo del juego en República Dominicana ha presentado debilidades en el control de las operaciones de bancas de loterías, ya que en poco tiempo se ha autorizado la instalación de más de 5,000 bancas, llegando incluso al punto de perder el respeto de las distancias entre ellas, que era uno de los principales distintivos a comienzos del nuevo siglo, permitiendo incluso que algunos puestos de bancas pudieran ser vendidos hasta a 300,000 pesos.

Junto a la ampliación de las licencias para instalar nuevas bancas de lotería también se ha registrado la proliferación de las bancas ilegales, hasta llegar a las cifras de hoy día donde se señala que hay más de 100,000 puestos ilegales.

La Lotería Nacional se encuentra en una dura crisis desde que se conoció públicamente que el sorteo del 1 de mayo pasado fue alterado por personal interno de la institución. De manera especial se señala a Luis Maisichell Dicent, nombrado por Luis Abinader administrador y quien hoy guarda prisión preventiva acusado de ser una de las cabezas del entramado criminal.

Junto a él se encuentra detenido William Rosario, un hombre que fue presidente de la Federación Nacional de Bancas (Fenabancas), y a quien se le atribuye haber armado “la carpintería” del sorteo amañado, que ha dejado pérdidas por valor de 500 millones de pesos y de por lo menos 5 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones de la Procuraduría General de la República.

“Las funciones de la Lotería se vieron limitadas a autorizar licencias o concesiones a empresas de Loterías electrónicas, previo otorgamiento del poder correspondiente por parte del presidente, lo que a juzgar por las declaraciones del nuevo administrador, muchos contratos de los firmados en los últimos años no contaron con la autorización del presidente”, señalan fuentes con conocimiento del funcionamiento del sector.

La celebración de los sorteos diarios de bancas, financiados por la Lotería Nacional, representaban para ese sector la garantía del Estado de que están o estarían revestidos de la mayor seguridad y transparencia. “Para los banqueros esta base de la confianza y credibilidad, entre ellos y los jugadores, que al violentar ese protocolo con el fraude denunciado afecta grandemente el juego en las bancas”, indican las fuentes.

Con el panorama actual, de la Lotería dejar de celebrar los sorteos de Fenabanca las ventas de las bancas se verían sensiblemente afectadas.

DETALLES

Las otras loterías En cuanto a las loterías de juego privadas, como Leidsa, Loto Real y Loteka, estas realizan sus propios sorteos a todo costo. Aunque lo hacen bajo la “fiscalización” de funcionarios de la Lotería y el Ministerio de Hacienda, gozando hasta el momento de total confianza entre los jugadores. “Sin embargo, no dudamos que si fuera Fenabanca, los sorteos no tendrían el necesario grado de credibilidad, en vista al descrédito que ha tenido sector a lo largo de su historia”, indican personas con conocimiento del sector.

Caducó La Lotería Nacional no tiene razón de ser, ya que el motivo de su existencia, que era celebrar sorteos para recaudar dinero para destinarlos a obras benéficas cesó, al ser absorbido el mercado de juegos de las lotos.

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