Robert Quiroz, el no vidente que formará parte de la nueva Defensoría del Pueblo
QUIROZ NACIÓ CON RETINITIS PIGMENTARIA, UNA ENFERMEDAD DEGENERATIVA QUE LO LLEVÓ A PERDER LA VISIÓN A LOS 16 AÑOS
Este jueves el Senado de la República eligió al próximo Defensor del Pueblo, escogiendo a Pablo Ulloa, y al resto del equipo que dirigirá esa institución durante los próximos seis años.
Además de Ulloa, el grupo está compuesto por Miguel Antonio Puello, como segundo suplente; Ana Leticia Martich Mateo, primer adjunto; Darío Antonio Nin, segundo adjunto; y Roberto Carlos Quiroz Canela, como el primer suplente.
Quiroz, un abogado cuya condición de no vidente no ha sido un impedimento para cumplir sus metas.
“El peor obstáculo de un ser humano es cuando él mismo dice yo no puedo”, afirmó el jurista en su entrevista con LISTÍN DIARIO, agregando que “siempre que usted tiene sueños y los pone en acción, las cosas se logran”.
Nació con retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que lo llevó a perder la visión a los 16 años, aunque previo a esa edad solo podía ver los colores cuando estaba soleado y leer letras grandes.
Terminó el bachillerato en 1999 y dos años después se trasladó a Santo Domingo para ingresar a la universidad, con la ayuda de un amigo que lo motivó para que participara en un concurso del ayuntamiento y la Asociación para el Desarrollo de Constanza, sobre mérito al mejor estudiante.
Por ganar ese galardón tuvo acceso a una beca que le cubría los gastos universitarios, y se matriculó en la carrera de Derecho.
A partir de ahí, comenzó a interactuar en asociaciones de personas con capacidad especial y aunque al principio no le dieron trabajo formal, fue remunerado por realizar trabajos informales.
En el 2003 obtuvo un empleo en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) como operador de central telefónica, donde duró tres años. En 2005 se gradúa de derecho con el mayor índice de su promoción.
No obstante, explicó que requiere el apoyo de un paralegal para ejercer como defensor público porque la aplicación informática que usa solo le permite acceder a letras de computadoras, y en los expedientes hay pruebas que están escritas a mano.