Dos años después, caso David Ortiz no avanza de juicio preliminar
Más de una docena de personas apresadas, dos prófugos y sin conclusión cercana. A dos años del atentado donde el expelotero de grandes ligas, David Ortiz y el comunicador Jhoel López fueron baleados mientras compartían en un bar, el caso continúa, de aplazamiento en aplazamiento, en manos de la justicia.
La noche del 9 de junio de 2019, la alegría de compartir con allegados casi se convierte en tragedia, no solo para las víctimas y sus familias, sino también para el pueblo dominicano.
Las redes sociales se hacían eco de que David Ortiz y Jhoel López habían sido baleados mientras estaban en el Bar Dial, del Ensanche Ozama, en Santo Domingo Este, compartiendo con varias personas, entre ellas un amigo llamado Sixto Fernández y el cantante Odalis Pérez “Secreto”.
El primero, conocido por ser una estrella en los momentos de mayor presión del béisbol mientras jugaba para los Medias Rojas de Boston, estuvo entre la vida y la muerte luego de que una bala le atravesara la espalda y luego hiriera en un muslo a López.
Un sujeto le disparó tras desmontarse de una motocicleta frente al nombrado centro de diversión nocturna. Las personas que testificaron la acción atacaron al agresor, mientras que un acompañante de este emprendió la huida.
En medio de la incertidumbre del momento, Ortiz fue trasladado a la Clínica Abel González, en la capital dominicana, donde le operaron y extirparon la vesícula, además de intervenirle el hígado que resultó dañado por el disparo. También los intestinos grueso y delgado resultaron afectados por el incidente.
Posteriormente, David tuvo que ser trasladado a Boston y fue dado de alta luego de tres cirugías y más de un mes interno.
Unas 13 personas fueron apresadas por el hecho y dos años después aún se desconoce el paradero de Luis Rivas Clase (El Cirujano) y Fernanda Villasmil Manzanilla, alias “La Venezolana" o "Pelirrubia", otros dos implicados en el caso.
Entre los que cumplen prisión preventiva se encuentran Rolfi Ferreras Cruz, Oliver Moisés Mirabal, Eddy Vladimir Féliz García, Joel Rodríguez de la Cruz, Porfirio Ayendi Dechamps Vásquez, Reynaldo Rodríguez Valenzuela, Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno, José Eduardo Ciprián, Carlos Rafael Álvarez, Franklin Junior Merán y Víctor Hugo Gómez Vásquez.
El blanco El llamado “Big Papi” padeció todo lo relatado anteriormente sin ser, supuestamente, el blanco original del atentado. Rolfi Ferreira Cruz, acusado de perpetrar el disparo en su contra, dijo el 13 de junio desde su celda que se equivocó de persona cuando realizó el disparo, ya que solo le habían indicado el color de la camisa de la víctima.
El disparo era para Sixto David Fernández Vásquez, alias “El Modelo”, a quien semanas después identificaron en la nómina de Interior y Policía, como miembro del departamento de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA) desde enero de 2015.
Según la medida de solicitud de coerción contra los 13 implicados en el hecho, Sixto David asistía todos los domingos al Bar Dial & Lounge y se sentaba en la misma mesa.
El presunto autor intelectual del atentado sería Víctor Hugo Gómez Fernández, primo de Sixto, prófugo de la justicia de Estados Unidos y miembro del “Cartel del Golfo”, la organización criminal más antigua de México.
En una rueda de prensa ofrecida por las autoridades policiales de aquel entonces, se explicó que el motivo de la enemistad entre ambos primos era por asuntos de droga en 2011 y que uno habría delatado al otro.
Posteriormente, el fiscal titular de Santo Domingo Este, Milcíades Guzmán, indicó que la génesis de los problemas entre ellos fue un conflicto de “vínculo comercial”.
En una audiencia celebrada el 23 de marzo de 2021, la magistrada Dolores Galay, del Segundo Tribunal de la Instrucción, dictó una orden de conducencia contra Sixto David Fernández. El hombre decidió constituirse en querellante y actor civil a partir de junio de este año.
Reincidencia Este caso se vio marcado por la reincidencia delincuencial. Dos de los implicados, uno de ellos aún prófugo, era buscado desde antes por cargos de intento de homicidio en Estados Unidos.
A los reincidentes se suman dos más que para entonces estaban cumpliendo condena en cárceles dominicanas. Se trata de Carlos Rafael Álvarez y José Eduardo Ciprián, quienes habrían recibido el dinero pese a estar presos en la Cárcel de Azua.
También se incluye en la lista un individuo que purgó una condena de cinco años de prisión por tenencia ilegal de armas, y que fue acusado de asesinato de cinco personas.
Aplazamientos Seis ha sido la cantidad de veces que el juicio preliminar ha sido aplazado desde la primera audiencia el 19 de febrero. Diversas han sido las razones, pero el factor común ha sido la ausencia de varios de los acusados en más de tres ocasiones.
Aquella primera jornada fue pospuesta para el 5 de marzo, porque la sala donde se conocería la audiencia no era la adecuada debido a su estrechez. La siguiente fue pautada para el 23 de marzo a raíz de la ausencia de dos de los imputados.
El 23 de marzo la audiencia fue aplazada para un mes más tarde, a fin de que los abogados defensores reciban la notificación de las pruebas que aportará el Ministerio Público y debido a la ausencia de uno de los imputados.
Al llegar el 23 de abril, se aplaza la jornada para el 7 de mayo, por la ausencia de uno de los imputados. Para la nueva fecha, 4 de junio, se pospuso por la ausencia no de uno, sino de cuatro de los acusados.
La última audiencia fue aplazada para el próximo 9 de julio ya que, entre otras razones, uno de los abogados resultó positivo a la Covid-19. Además, la nueva defensora de Eddy Vladimir García presentó inconvenientes para presentarse.
El relato del ataque Cuando llegó a los tribunales, el caso fue declarado como complejo. Pero complejo también fue el hecho y el plan para ejecutarlo.
De contacto en contacto se fue formando un escuadrón. Oliver Mirabal vigiló por una semana a Sixto Fernández y se prepararon para aquel domingo 9 de junio en el Dial Bar, lugar muy frecuentado por el supuesto “objetivo”.
Ese día, Alberto Rodríguez Mota llegó a la discoteca alrededor de las 5:45 de la tarde y se sentó a beber una cerveza en lo que esperaba la llegada de Sixto Fernández, quien ingresó al lugar a las 6:58 de la noche.
Luego, Mota Rodríguez envía a José Eduardo Ciprián (Chuky) una fotografía de Sixto y la vestimenta con que andaba ese día. La imagen llega a Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (Hueso), que de inmediato se monta en el vehículo de Franklin Junior Merán (Rubirosa), su taxista de confianza.
Posteriormente, Mota Rodríguez vuelve a su lugar y se sienta, coge su celular y al parecer envía la fotografía a Chuky, quien está en la cárcel 15 de Azua y que a su vez se la envía Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (Hueso), que de inmediato se monta en el vehículo de Franklin Junior Merán (Rubirosa), su taxista de confianza.
El Ministerio Público indicó en junio de 2019 que de acuerdo con las imágenes de las cámaras de seguridad del bar y sus alrededores, los conductores y acompañantes de dos vehículos y una motocicleta se reunieron momentos antes del ataque en la calle Octavio Mejía Ricart, paralela al Dial Bar.
Los expedientes indican que Rolfi Ferreira Cruz, quien disparó contra David Ortiz, supuestamente le entregó el arma a Porfirio Ayendy Dechamps Vásquez, quien la escondió en el sector La Hoya del Caimito, de la provincia de Santiago
En rueda de prensa realizada el 12 de junio de 2019, el entonces director de la Policía Nacional, Ney Aldrin Bautista, dijo que por el atentado se habría ofrecido la suma de RD$400,000, según lo revelado por los apresados en los interrogatorios.